Ciudad Perdida
Rodolfo Félix, lealtad a prueba
Sin importancia, donativo a Fox y caso Ahumada
En sus manos, el rumbo de la justicia en la capital
El procurador del Distrito Federal, Rodolfo Félix Cárdenas, asegura que sus lealtades no están en duda y que está comprometido, de pies a cabeza, con su jefe: Marcelo Ebrard. El funcionario parece tomar como un incidente sin importancia el donativo que desde el bufete de abogados donde trabajaba se hizo a la campaña de Vicente Fox, y acepta que ese mismo despacho lleva la defensa en el caso Ahumada.
Respecto de los dineros que se entregaron al panismo para la campaña de Fox, los argumentos del hoy procurador no parecen ser los más convincentes porque él sabía que uno de sus socios, José Luís Izunza, es un abierto militante azul, pero explica que la contribución que se hizo para que triunfara el gobierno de la ignorancia fue una decisión de la sociedad, en apoyo a uno de sus socios, y no al partido o al candidato.
Por lo que hace al caso Ahumada, la situación parece llevarlo a un conflicto de interés. Aunque la firma del despacho de abogados donde él era socio quedó finiquitada el 18 de agosto del año pasado, y sus socios tomaron el caso posteriormente, no existe dato que advierta que la disolución del vínculo laboral se hubiera dado a partir de un conflicto que los distanciara.
Es importante hacer notar aquí que la averiguación previa en contra de Carlos Ahumada por fraude genérico en contra de la delegación política Alvaro Obregón ya se había concluido en la administración que recién salió, por lo que ya debería haber sido consignada, aunque era de esperarse que el nuevo procurador pidiera enterarse a fondo del asunto, y también debe quedar claro que el expediente no ha sido archivado.
Rodolfo Félix Cárdenas, cuya actuación como penalista fue fundamental en la defensa de Andrés Manuel López Obrador en el caso El Encino, donde demostró la ilegalidad del desafuero en contra de ex jefe de Gobierno de la ciudad, sí se reunió, por única vez, el 29 de noviembre con el ex procurador Bernardo Bátiz, en un hotel de la colonia Polanco, y es sabido, como se dijo en este espacio, que allí pidió se diera de alta en la policía judicial a quienes le servían como escolta. Petición que rechazó Bátiz en los términos que explicamos en la entrega anterior, esto según los comentarios que al respecto ha hecho el propio ex procurador.
De cualquier forma, Félix Cárdenas asegura que en la reunión se trataron asuntos de información vinculada al cambio de dirección de la misma PGJDF, y niega haber pedido la alta en la judicial de 30 elementos de su escolta, como también dice desconocer que existan demandas en contra de la dependencia por despidos injustificados.
Pero a todo esto la pregunta que sigue en el aire es: ¿cuál será el rumbo que tomará la PGJDF en lo sucesivo? Es claro que la mirada panista de lo legal y lo justo ha sido un desastre. Las pruebas están a la vista. Desde que Carlos Salinas incluyó a los azules en las tareas de procuración de justicia, una y otra vez los fracasos han sido muy sonados.
Y no sólo se puede hablar de la injusticia en contra de López Obrador que documenta profusamente el procurador en el libro, editado por Porrúa, Caso El Encino: ¿Delito?, que él coordinó y donde también escribe, sino de otros desastres totales como el inmoral enriquecimiento de Diego Fernández de Cevallos, que evitó el pago de impuestos de una firma de jugos, o más recientemente la represión en Oaxaca, sólo por poner algunos casos. Ni ley ni justicia sirven para evitar el rumbo panista.
Por eso, hoy que debe quedar claro el rumbo de la justicia en el Distrito Federal, la vocación corrompida del panismo en este tema, está a la vista y las acciones de Rodolfo Félix Cárdenas serán las que nos digan hacia dónde se dirige. El tiempo nos dará las pruebas.