Usted está aquí: domingo 4 de febrero de 2007 Deportes Dos amigos, un mexicano y un convicto

Dos amigos, un mexicano y un convicto

DPA

Miami, 3 de febrero. El Supertazón que se disputa este domingo en Miami para definir al campeón de la temporada de futbol americano estará lleno de vivencias que van más allá del deporte y de quién pierda o gane.

Por primera vez en los 41 años de historia de este juego los dos equipos, Indianápolis y Chicago, estarán dirigidos por entrenadores afroamericanos: Tony Dungy, de Potros, y Lovie Smith, con Osos.

Estará presente un jugador de origen mexicano, Roberto Garza, quien ve materializados en el encuentro los esfuerzos de sus padres por establecerse en Estados Unidos, y que siente detrás de él a millones que, como sus progenitores, emigraron al norte y luchan por sacar adelante a sus hijos.

Garza, tackle ofensivo de Chicago, afirmó sentirse orgulloso de tener sangre mexicana y de representar a la comunidad latina. El jugador, nacido en Río Hondo, Texas, agregó que para él sería motivo de mucho orgulloso ser recibido por el presidente mexicano si logra ganar el Supertazón.

"Serviría para demostrar a mis compatriotas lo que puede alcanzar una familia de migrantes cuando se trabaja duro", precisó.

También estará en el terreno de juego Reggie Wayne, quien perdió a su hermano en septiembre y quiso retirarse, pero regresó a la alineación de Potros gracias al apoyo de Dungy, pues sabe de cerca lo que es sufrir la pérdida de un familiar.

El hijo de Dungy, James, de 18 años, se suicidó hace 13 meses, y estuvo a punto de poner fin a la carrera del técnico.

"Sé que mi hijo me está mirando desde el cielo y estará orgulloso de que su padre dirigirá en un Supertazón", dijo recientemente.

"Ojalá pueda ganar para dedicarle el triunfo", aseguró Dungy, quien buscará el primer título para Indianápolis en 36 años.

Para ello contará con su estelar quarterback Peyton Manning, el jugador de futbol americano mejor pagado, con 42 millones de dólares al año, sin ceñirse aún la corona.

Sin embargo, si Dungy gana estará triste también, pues habrá derrotado a su alumno y amigo Lovie Smith, el mentor de Osos de Chicago.

Dungy es un ejemplo en la liga, un hombre muy religioso y fuerte promotor de la contratación en la NFL de representantes de las minorías.

Por su parte, Tank Johnson, defensa de Chicago, podrá jugar la final gracias a una disposición judicial en Miami.

El jugador de 25 años cumple en libertad condicional una condena de 18 meses de cárcel.

Johnson fue detenido el pasado 12 de diciembre. La policía local halló en su auto seis armas de fuego y 500 cartuchos, sin tener permiso para ello.

Ese mismo día, un amigo de Johnson fue asesinado en Miami. El nada tuvo que ver con el crimen, pero había salido con la víctima momentos antes. El 16 de febrero deberá comparecer de nuevo ante el tribunal.

 
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