Pakistán tolera bases rebeldes, señala EU; aumentan hostilidades en el país invadido
Talibanes ocupan zona de Afganistán en respuesta a bombardeo de OTAN
Ampliar la imagen El embajador estadunidense en Pakistán, Ryan Crocker (centro), durante la entrega en Rawalpindi de ocho helicópteros al país asiático para combatir a talibanes. Lo flanquean los paquistaníes Tariq Waseem Ghazi, secretario de la Defensa (con anteojos), y el general Maj Gen Javed Foto: Ap
Kandahar, 2 de febrero. Una pequeña región del sur de Afganistán y su capital, Musa Qala, fue ocupada por comandos talibán en el sur del país la noche del jueves, cuando sólo han transcurrido tres meses desde que el ejército británico se retiró de la zona, que forma parte de la provincia de Helmand.
"Tenemos informes acerca de que un número desconocido de talibán ingresó la noche del jueves en la capital del distrito", confirmó el portavoz del ejército extranjero de ocupación, Tom Collins.
La ocupación insurgente en Musa Qala es la respuesta de las fuerzas rebeldes expulsadas del poder con la invasión de noviembre de 2001 al bombardeo lanzado por las fuerzas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en el sur de Hellmand, la semana pasada.
En las últimas horas, milicianos del talibán y agentes de seguridad de Musa Qala intercambiaron disparos, mientras algunos civiles abandonaron la localidad, indicó el portavoz del Ministerio del Interior, Zamarai Bashary, quien recientemente afirmó que grupos insurgentes constituían una amenaza a la seguridad regional.
Bashary también dio cuenta de combates en la región occidental en la provincia de Farah, donde la policía afgana reportó la muerte de 20 rebeldes, que atacaron este viernes un convoy policial.
Los enfrentamientos en el sur y el oeste del país confirman un aumento de las hostilidades en Afganistán, adonde la OTAN enviará refuerzos este año, según anunció la alianza militar la semana pasada.
Estados Unidos atribuye el incremento de las acciones de guerra en Afganistán a la tolerancia del gobierno de Pakistán a bases rebeldes en las áreas montañosas donde se ubica la frontera.
El presidente paquistaní, Pervez Musharraf, reconoció hoy que el ejército de Islamabad se hizo de la vista gorda en muchas ocasiones, cuando tuvo conocimiento de que grupos armados del talibán reingresaban al territorio afgano.
Musharraf expresó que con el fin de fortalecer la colaboración con las fuerzas extranjeras establecidas en Afganistán, su gobierno comenzó a cerrar puestos fronterizos, pero advirtió la necesidad de que la OTAN fortalezca también su presencia en la región limítrofe.
Musharraf enfrenta actualmente la presión del Congreso de Estados Unidos, que el mes pasado aprobó una iniciativa de ley que pretende condicionar la cooperación militar con el gobierno paquistaní a que éste presente evidencias claras de su colaboración en la contención de fuerzas rebeldes afganas. La legislación debe aún ser aprobada por el Senado.