Regular las leyes del mercado, pide Arizmendi
El obispo de San Cristóbal de las Casas, Felipe Arizmendi Esquivel, afirmó que la economía globalizada rebasa la intención del Ejecutivo federal para controlar el precio de la tortilla y de otros alimentos básicos. "Por más buena voluntad que éste tenga de proteger a los pobres, hay mecanismos de libre mercado que se imponen a gobiernos y a pueblos; ante ellos, campesinos, indígenas, obreros y subempleados están desprotegidos. Los que ganan son los acaparadores y los especuladores", denunció.
Al hacer un balance sobre los pro y los contra de la globalización, propuso a gobernantes y legisladores buscar mecanismos, a escala nacional e internacional, que regulen las leyes de mercado y del tipo de economía imperante en el mundo.
Además, pidió a iglesias y ciudadanos con capacidad de liderazgo, impulsar y apoyar programas de desarrollo social para que los pobres sean autosuficientes, y no "eternos dependientes de ayudas privadas u oficiales".
Finalmente, llamó a estos últimos a vencer la tentación del alcoholismo y el consumismo, y organizarse mejor para trabajar. Arizmendi Esquivel apeló a la conciencia de los cristianos, especialmente de los católicos, para combatir aquello que la jerarquía católica ha denunciado, respecto de que "en pueblos de arraigada fe cristiana se han impuesto estructuras generadoras de injusticia".
Dada la situación actual, el religioso se declaró en contra de quienes, "ante las graves injusticias que padecen los pobres y ante el progresivo desorden que impone el sistema económico reinante, de corte capitalista, neoliberal y economicista", han propuesto un nuevo socialismo.
Sostuvo que tampoco debe considerarse al capitalismo como vencedor y pidió, para el caso de México, no negar el esfuerzo del Ejecutivo para intentar regularizar la situación provocada por el "aumento incontrolado del precio de la tortilla y de otros alimentos básicos".