Usted está aquí: jueves 1 de febrero de 2007 Política Convoca AMLO a la movilización pacífica para frenar escalada alcista

Propone exigir aumento salarial de emergencia y apoyo a productores de básicos

Convoca AMLO a la movilización pacífica para frenar escalada alcista

Plantea impedir la entrada en vigor del capítulo agropecuario del TLCAN

FABIOLA MARTINEZ, PATRICIA MUÑOZ, MATILDE PEREZ

Ampliar la imagen Andrés Manuel López Obrador, acompañado por Alejandro Encinas, Javier González Garza y Pablo Gómez, durante la marcha en defensa de la economía popular Foto: Carlos Ramos Mamahua

Andrés Manuel López Obrador, "presidente legítimo" de México, hizo un llamado a la movilización popular pacífica, ante el embate de 24 años de políticas neoliberales y, en particular, para contrarrestar las recientes medidas tomadas por el gobierno "usurpador" de Felipe Calderón Hinojosa.

"Ya estamos viviendo las consecuencias de la imposición de un gobierno dominado por delincuentes de cuello blanco", advirtió ayer.

Una vez más, el líder perredista logró reunir a miles de personas que llenaron el Zócalo, y presentó un plan de acción, de resistencia, sustentado en cinco puntos:

Aumento salarial de emergencia; programa de apoyo a los productores de alimentos básicos; impedir la entrada en vigor ­el año próximo­ de la cláusula del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) que permite la libre importación de maíz; subsidio urgente para reducir el precio de la tortilla, y aprobar de inmediato la ley sobre precios competitivos, presentada por el PRD en la Cámara de Senadores.

La derecha, dijo, todo lo deshumaniza. Ellos sí son un peligro para México (...) "¡Al diablo con las hipocresías!, ¡no les va a salir su numerito ni su forma de tratar de imponerse como un presidente pelele", expresó en su discurso, minutos antes de las siete de la noche, dos horas y media después de haber arrancado, al pie del Angel de la Independencia, una concurrida marcha "en defensa de la economía popular".

Un lentísimo recorrido en la misma ruta de la resistencia civil, en la lucha poselectoral de 2006. Rodeado por los suyos, simpatizantes y militantes del PRD que querían acercarse al "presidente legítimo" a como diera lugar. Mujeres que se abalanzaban contra la valla de seguridad en afán de saludar a su líder, tocarlo, besarlo.

Con esas muestras de apoyo, el eje discursivo de López Obrador fue nuevamente la transformación del país mediante la resistencia popular, delineada ésta como una serie de movilizaciones de los ciudadanos lo mismo para contrarrestar la campaña mediática contra el "gobierno legítimo" que para rescatar a la República.

"Aunque parezca una utopía, este es el camino a seguir, y quiero expresar con todo realismo y objetividad que hay condiciones inmejorables para llevar a cabo este camino de fondo (...) principalmente por el apoyo de la gente y con la autoridad moral que tenemos" para luchar contra la corrupción.

Como acción inmediata, llamó a participar en la convención nacional democrática a realizarse del 21 al 24 de marzo.

El país necesita, dijo, "una transformación de las dimensiones del movimiento de Independencia, del movimiento de Reforma y de la trascendencia de la Revolución Mexicana".

Mañana, expresó desde el templete ocupado horas antes por organizaciones campesinas y sindicales, posiblemente tengamos la necesidad de volver a movilizarnos (para) que no se abandone por completo la educación pública; impedir la privatización de la seguridad social, y la entrega a particulares ­nacionales o extranjeros­ de la industria eléctrica o el petróleo. "Ya ven que anda Francisco Labastida Ochoa (senador priísta) muy afanosito haciéndole el trabajo sucio a la derecha", dijo.

El ideario juarista estuvo presente en el mitin. "La patria no se vende, se defiende", afirmó.

Y, como en tiempos de campaña en pos de la Presidencia de la República, repitió la consigna de Benito Juárez: "vamos a rescatar a México como se pueda, con lo que se pueda y hasta donde se pueda".

Recordó la anécdota cuando Juárez y su gabinete esperaban noticias de una batalla de liberales contra conservadores. Al llegar el parte militar ­relató­, Juárez lo leyó, y aunque las fuerzas liberales habían perdido esa batalla, se volteó y les dijo a los miembros de su gabinete: "señores, les informo que sólo le han quitado una pluma a nuestro gallo".

Atendamos ese ejemplo, insistió el "presidente legítimo", acompañado en el templete por integrantes de su gabinete y dirigentes de su partido: "¡Hay que seguir adelante porque está en juego la transformación del país".

En su mensaje, López Obrador emitió argumentos que sustentan su plan de acción inmediato, desde ahora criticado por funcionarios del gabinete económico del presidente Calderón y por directivos de organismos financieros, como el Banco de México.

El tabasqueño dejó en claro que es urgente un aumento salarial, porque en sólo dos meses del gobierno "usurpador, espurio", el minisalario amentó un peso con 90 centavos al día, es decir, un "raquítico" 3.9 por ciento, mientras los precios de la mayoría de los productos básicos se han incrementado 26 por ciento.

En consecuencia, alertó, es impostergable recuperar al menos esa pérdida del poder de compra y hacer valer el derecho constitucional a un salario justo y remunerador que garantice a las familias de los trabajadores del campo y la ciudad la satisfacción de sus necesidades básicas.

Sobre el segundo punto, relativo a productores de alimentos básicos, López Obrador dijo que el país requiere precios de garantía o de referencia porque, en la actualidad, el campesino tiene que vender barato todo lo que produce y comprar caro todo lo que necesita.

"¡Que coman los que nos dan de comer!", soltó ante la multitud reunida en la Plaza de la Constitución, donde muchos de los asistentes no dejaron de gritar "¡Presidente, Presidente!, ¡Es un honor, estar con Obrador!, ¡Taco por taco, tortilla por tortilla. No queremos PAN, queremos tortilla!"

Como tercer punto, convocó a impedir que se concrete la libre importación de maíz ­derivada del TLCAN, en vigor desde 1994­, porque eso significaría un "golpe definitivo" a 4 millones de familias campesinas. "¡Si es necesario, aquí nos volveremos a reunir para impedirlo!", exclamó.

La movilización y la resistencia popular convocadas por el perredista irán de la mano ­como admitió después del mitin el dirigente nacional del PRD, Leonel Cota Montaño­ con acciones en el Congreso de la Unión, porque en el caso particular del punto cuatro, López Obrador urgió a impulsar un subsidio al precio de la tortilla, "más allá de la concepción tecnocrática que sataniza los apoyos y los subsidios".

Esto, señaló, porque mientras en el mundo se protege a los productores y a los consumidores, aquí se deja de lado el derecho a la alimentación de todos los mexicanos.

En el quinto punto del plan de acción señaló que con la aprobación de la ley sobre precios competitivos los legisladores estarían beneficiando a millones de consumidores mexicanos, quienes obtendrían ahorros equivalentes a más de 10 por ciento de sus ingresos. "Ya es tiempo de que los integrantes del Poder Legislativo dejen de actuar en la esfera de los poderosos y se conviertan en auténticos representantes del pueblo", manifestó.

"Tengo motivos suficientes ­agregó­ para sostener que nuestro país no podrá salir del atraso en que se encuentra, ni mucho menos frenar el empobrecimiento de la mayoría de los mexicanos, si no cambiamos el actual régimen político de corrupción y privilegios, y llevamos a cabo una renovación tajante en todos los órdenes de la vida pública."

López Obrador no alcanzó a participar en el mitin convocado por las organizaciones sociales, porque otros grupos de simpatizantes y militantes del PRD prácticamente le cerraron el paso, por más que el encargado del micrófono en el camión que trataba de abrirle paso conminaba a los asistentes a caminar más aprisa. "Dile al de adelante que camine un poco más rápido, todos queremos llegar al Zócalo", repetía el hombre desde el templete móvil.

Cuando el tabasqueño apenas dejaba Paseo de la Reforma para enfilarse a la avenida Juárez, a un lado de la Alameda Central, el mitin de sindicatos y organizaciones campesinas había terminado.

Por fin, minutos antes de las siete de la noche López Obrador inició su discurso, los llamados a la resistencia, las críticas a la política económica que privilegia la derecha y para poner de manifiesto su solidaridad con el pueblo de Oaxaca.

Hoy, insistió el "presidente legítimo", debemos mantener nuestras convicciones y actuar con perseverancia y terquedad. "Esta lucha ­agregó­ no es de un día, nos va a llevar tiempo, pero vale la pena para construir una nueva República.

"Es tiempo de seguir adelante, de no dar un paso atrás ni siquiera para coger impulso; cumplamos nuestra tarea donde quiera que estemos; convoquemos a amigos y familiares, mandemos cartas y participemos en los medios de comunicación para contrarrestar la guerra sucia; sigamos adelante, porque está de por medio el futuro del país."

 
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