Calderón y Espino deben tener una plática para evitar desaguisados: Rosario Greeen
Senadores critican el "desafortunado" incidente protagonizado en Madrid
Legisladores panistas minimizan la confrontación y llaman a "dar vuelta a la página"
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El presidente Felipe Calderón Hinojosa con su homólogo español, José Luis Rodríguez Zapatero, durante la conferencia de prensa conjunta que ofrecieron ayer en Madrid, en la cual el mandatario mexicano tuvo que salir al paso de las declaraciones del líder nacional panista, Manuel Espino, quien criticó la política de la Moncloa contra el terrorismo de ETA
Foto: Ap
Mientras senadores del PAN urgieron a "dar vuelta a la página" en el nuevo capítulo del abierto desencuentro entre Felipe Calderón Hinojosa y Manuel Espino, el PRI, en cambio, exigió al jefe del Ejecutivo cumplir su promesa de rencontrar a México con el resto de Latinoamérica, y llamó a ambos panistas a tener una conversación para enmendar el "lamentable incidente" de haberse puesto en evidencia frente al gobierno español.
Al parecer la idea de un necesario encuentro entre Espino y Calderón también se analiza en las propias filas del blanquiazul, con el propósito de "fijar las reglas del juego" y evitar declaraciones contradictorias y "desafortunadas" entre el gobierno y su partido. Tal fue, al menos, el planteamiento del senador Federico Döring.
Sin embargo, hubo otros panistas que minimizaron el desaguisado que resultó de las críticas de Manuel Espino al jefe del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, publicadas en Europa precisamente el día en que Calderón iniciaba, ahí mismo, una visita oficial y se aprestaba a reunirse con su homólogo.
Felipe González, el ex gobernador de Aguascalientes, quien ya en ese encargo concluyó sus estudios de bachillerato, pontificó: "La posición del Presidente de la República es muy adecuada. La otra es la posición del dirigente de un partido, de una corriente ideológica''.
Con todo, coincidió en lo lamentable del hecho de que "una declaración partidista" haya salido a la luz pública cuando Calderón exponía la postura del gobierno mexicano.
Döring llamó a aprender "cómo se tiene que acompañar al gobierno sin cometer los errores del pasado'', para serle útil en lugar de estorbar.
De ese modo, aunque negaron que haya una confrontación entre Felipe Calderón y Manuel Espino, los panistas calificaron de inoportunas y desafortunadas las declaraciones de este último.
La priísta Rosario Green condenó la "desafortunada" crítica de Manuel Espino a la política antiterrorista del gobierno español. "Si hay que leer algo más detrás de este lamentable accidente, cuando regrese el Presidente de la República a México, ambos tendrán que tener alguna conversación", comentó.
Opinó que los desatinos del PAN "son verdaderamente lamentables, desde haber traído a José María Aznar para que, desde su 'altura', nos dijera que a México lo tenía que gobernar el PAN, hasta este otro de un señor que tendría que estar cuidando a su partido y en lugar de eso le dice al presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, cómo debe ser la lucha contra el terrorismo".
Lamentó que los panistas no hayan comprendido, aún en este segundo mandato qué es la figura presidencial. "Ojalá que aprendan, porque en el camino están los más de cien millones de mexicanos que habitamos en este país", expuso.
Además criticó que en esta gira a Europa volviera a aparecer a aparecer el "ping-pong" verbal entre Felipe Calderón y el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, ambos jefes de Estado