Repudio en Madrid a la visita del Ejecutivo a España
Con gritos de "fraudulento" y "represor" reciben al mexicano
Ampliar la imagen Protagonistas de la protesta contra Felipe Calderón en Madrid Foto: Armando G. Tejeda
Madrid, 30 de enero. El fantasma del fraude electoral y de la violación a los derechos humanos en las crisis de Oaxaca, Chiapas y San Salvador Atenco volvió a agriar la primera gira por Europa del presidente de México, Felipe Calderón, quien fue recibido en Madrid con gritos de "represor", "fraudulento" y "asesino".
Igual que ocurrió en Berlín y Londres en días pasados, activistas internacionales y ciudadanos mexicanos decidieron salir a las calles de Madrid para denunciar la "ilegitimidad" del mandatario y repudiar, con igual contundencia, los atropellos sistemáticos a los derechos humanos y a las convenciones internacionales en México.
En el hotel Villamagna, donde Calderón se reunió con destacados empresarios españoles, unos 20 jóvenes no podían ser más, porque la legislación de este país marca que para realizar una manifestación más grande es necesario pedir autorización previa desplegaron una enorme pancarta contra el mandatario mexicano. El cartel rezaba: "Presidente de México+empresarios españoles. El saqueo continúa".
Unas horas después, centenares de personas se concentraron ante la sede del Ministerio de Asuntos Exteriores para repudiar la visita de Calderón a España, a quien tildaron de "aliado de los grandes capitales" y "enemigo de la mayoría de los mexicanos".
Con gritos de "Oaxaca, escucha, estamos en tu lucha", los jóvenes españoles y mexicanos sacaron unos machetes de cartón con las inscripciones "Atenco", "EZLN" y "Oaxaca", lo cual provocó nerviosismo evidente entre los numerosos agentes secretos y antidisturbios desplegados en la zona.
A pesar del reducido número de manifestantes, a los cinco minutos llegaron dos furgonetas con más policías, que pidieron su documentación a los jóvenes activistas y los instaron a recorrerse metros para atrás, para evitar que el mandatario mexicano los viera a su salida del hotel.
Después de una hora de gritar consignas, finalmente el coche oficial del mandatario mexicano un Mercedes Benz azul claro salió del estacionamiento del hotel madrileño. Fue entonces cuando los manifestantes alzaron aún más la voz para espetarle: "Calderón, asesino", "fraudulento" y "represor".
Los manifestantes no culminaron ahí sus protestas, ya que se trasladaron a un puente por el que tenía que pasar la comitiva oficial para dirigirse al aeropuerto, donde desplegaron una pancarta de 20 metros de largo que rezaba: "Presidente de México, asesino. Oaxaca, resiste". Esta pancarta estuvo expuesta al paso de los vehículos durante más de seis horas.