Atribuyen a jóvenes radicales violencia en Euskadi
Reafirma Rodríguez Zapatero que impulsará la paz en el País Vasco
Madrid, 28 de enero. El jefe del gobierno español, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, reafirmó hoy su voluntad de "poner fin a la violencia" en el País Vasco, sin hacer caso de los "insultos" del opositor Partido Popular (PP, derecha) a su política antiterrorista.
De esta manera, Rodríguez Zapatero respondió durante un mitin en Albacete a los nuevos ataques de líderes del PP tras el atentado de ETA, el 30 de diciembre de 2006 en el aeropuerto de Barajas en Madrid, que dejó dos muertos de nacionalidad ecuatoriana.
El ex jefe del gobierno español, el conservador José María Aznar, acusó el viernes a Rodríguez Zapatero de querer mantener el proceso de negociación en el País Vasco dejando creer a la organización armada separatista vasca que "matar y negociar son dos ingredientes que entran en la misma receta".
Esta declaración fue calificada de "miserable" por los líderes del gobernante Partido Socialista Obrero Español (PSOE), que denunciaron la "política basura" de ataques sistemáticos e "hipócritas" del PP contra Rodríguez Zapatero sobre el conflicto vasco.
"No voy a confrontar a Aznar ni a (Mariano) Rajoy", el presidente del PP, dijo este domingo Rodríguez Zapatero, quien añadió que empleará su energía en "trabajar por el fin de la violencia" en el País Vasco, y además confirmó su intención de agotar la actual legislatura, que finaliza en 2008, pese a las peticiones del PP de celebrar elecciones anticipadas.
En tanto, el País Vasco español fue escenario hoy de nuevos actos de violencia urbana, atribuidos a jóvenes independentistas radicales, con ataques contra dos cajeros automáticos y una tentativa de profanación de una tumba de una víctima de ETA, anunció la policía vasca.
Estos nuevos actos de violencia urbana (kale borroka en vasco), atribuidos a jóvenes simpatizantes del grupo armado ETA, se han incrementado desde la decisión del Tribunal Supremo español, el 19 de enero, de calificar de "terroristas" a tres organizaciones de la juventud independentista radical.
Asimismo, la policía española detuvo la noche del sábado a cuatro personas en los altercados ocurridos en el curso de dos concentraciones celebradas en la localidad de Alcorcón, a las afueras de Madrid, pese al amplio dispositivo policial.
Más de 300 agentes impidieron dos concentraciones, la primera antifascista, en favor de la convivencia y contra el racismo, y la segunda, convocada por grupos de ultraderecha, en contra de la inmigración.