Nueva crítica de la Defensa japonesa al gobierno de Bush
Tokio, 28 de enero. El ministro de Defensa de Japón, Fumio Kyuma, criticó nuevamente a Estados Unidos, esta vez por el despliegue programado de marinos en Okinawa, en el sur del país, en su segundo ataque al gobierno de George W. Bush en una semana.
El ministro acusó el sábado a Estados Unidos de querer desplegar una de sus bases militares en el archipiélago estratégico de Okinawa sin consultar a los habitantes y al gobernador de la región.
Si bien ambos gobiernos llegaron a un acuerdo sobre la reubicación de la base estadunidense en la isla de Okinawa, Kyuma dijo el sábado que Washington no entiende la necesidad de lograr la cooperación del gobernador del lugar para que el trato se lleve a cabo. "Estados Unidos no comprende nada del trabajo preparatorio", sostuvo.
La reacción del gobierno japonés a las declaraciones del ministro no se hizo esperar.
"Hay que recordar que hay otro actor en esta historia, Estados Unidos", recordó un alto funcionario. "El primer ministro Shinzo Abe también está molesto", agregó la fuente, que pidió el anonimato.
Kyuma, que acaba de ser nombrado responsable del recién creado Ministerio de Defensa, criticó hace pocos días a Bush por su estrategia en Irak.
Tras el discurso de Bush sobre el estado de la Unión, el martes pasado, Kyuma afirmó que el presidente estadunidense cometió el "error" de lanzar una guerra contra Irak en 2003.
No obstante, poco después se retractó y dijo que se trató de una opinión personal. Asimismo, indicó que su comentario pareció más duro que el original debido a la traducción, pero que sería más cauteloso sobre sus declaraciones en el futuro.
Pero su comentario no cayó bien en el Departamento de Estado, que de acuerdo con la agencia de prensa Kyodo, protestó ante el embajador japonés en Estados Unidos.
Asimismo, el director de la Oficina de Asuntos Japoneses en el Departamento de Estado, James Zumwalt, afirmó que otro comentario crítico desde Japón podría dificultar la realización de la próxima ronda de negociaciones entre ambos países, que involucra a los ministros de Relaciones Exteriores y Defensa.
La opinión del ministro contrasta con la postura oficial del gobierno japonés, que siempre apoyó la intervención estadunidense en Irak.