Usted está aquí: lunes 29 de enero de 2007 Política Ratifica juez condena de prisión por 40 años a Gutiérrez Rebollo

Probados, los delitos del militar, asegura el magistrado

Ratifica juez condena de prisión por 40 años a Gutiérrez Rebollo

ALFREDO MENDEZ

Un magistrado federal ratificó el fin de semana una condena de 40 años de prisión y una multa de 24 millones 716 mil 820 pesos en contra del general de división Jesús Gutiérrez Rebollo, ex comisionado del desaparecido Instituto Nacional para el Combate a las Drogas (INCD), detenido en 1997 por vínculos con el fallecido Amado Carrillo Fuentes, fundador del cártel de Juárez.

En cumplimiento de un amparo que obtuvo el militar ­que canceló temporalmente la sentencia mencionada­, el magistrado Ricardo Paredes Calderón, titular del segundo tribunal unitario penal, consideró que sí hay pruebas determinantes para considerar penalmente responsable al militar de los delitos de delincuencia organizada, contra la salud y cohecho.

Este diario difundió la semana pasada información exclusiva sobre el amparo que concedió en diciembre pasado el primer tribunal colegiado penal, en el cual se ordenó al segundo tribunal unitario que "fundara y motivara" legalmente su sentencia condenatoria.

Al confirmar su fallo, Paredes Calderón justificó su argumento con el hecho de que la protección que dio el militar al capo del cártel del Golfo fue cuando era comandante de región y que también lo protegió durante su desempeño como de servidor público de la Procuraduría General de la República (PGR).

Gutiérrez Rebollo tiene pendiente el cumplimiento de otra sentencia de 31 años, 10 meses y 15 días de reclusión, por los delitos de acopio de armas de fuego de uso exclusivo del Ejército.

Además enfrenta un proceso en el juzgado tercero con sede en Nayarit por el delito de transportación de armas prohibidas.

El 21 de agosto de 1989, elementos de la Novena Zona Militar con sede en Culiacán, Sinaloa, que entonces encabezaba Gutiérrez Rebollo, detuvieron a un sujeto de 34 años identificado como Amado Carrillo, quien fue internado en el Reclusorio Sur del Distrito Federal, de donde salió dos años más tarde.

A partir de allí, al señor de los cielos le bastó un lustro para edificar una de las redes delictivas más extensas en el continente americano, la cual llegó a introducir unas 180 toneladas mensuales de cocaína a Estados Unidos y obtener 150 millones de dólares semanales en utilidades, según estimaciones de la DEA.

Su captor en 1989, Gutiérrez Rebollo, terminó preso en el penal federal del Altiplano, acusado de protegerlo.

El 3 de noviembre de 2002, Alfredo Hodoyán Palacios, El Lobo, sentenciado a 50 años, acusado de ser sicario del cártel de los hermanos Arellano Félix, declaró ante un juez federal que cuando fueron perseguidos en el sexenio pasado, Gutiérrez Rebollo confinaba a los miembros de su organización durante meses en el Campo Militar Número Uno.

Según el testimonio de El Lobo, sin orden de aprehensión ni de arraigo, integrantes del cártel de Tijuana llegaron a estar detenidos hasta medio año, y fueron "paseados" por Ensenada, Tijuana y Guadalajara para identificar casas de sus cómplices. Luego eran presentados por la PGR.

"A mi hermano lo trajeron paseando por las ciudades de México y Guadalajara", dijo. Después lo llevaron de nuevo a ese campo militar, "donde había estado detenido. Me dijo que a quien lo puso lo habían matado quienes lo tenían detenido, siendo éstos Gutiérrez Rebollo y su gente".

 
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