Cientos de personas se sumaron a la exigencia de libertad para los "presos políticos"
Convergen en el Zócalo diversidades artísticas en apoyo a la lucha oaxaqueña
El folclor rural y el urbano confluyeron en un escenario con un objetivo en común: el apoyo a la lucha "pacífica" de los pueblos de Oaxaca y su asamblea popular.
Representados por las tradicionales danzas de la Guelaguetza y diversas bandas de rock, la fusión de ambos elementos organizada por la comisión de cultura de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), logró atraer a cientos de personas al Zócalo capitalino, donde se mezclaron desde familias hasta jóvenes anarquistas y skatos, para sumarse a la exigencia de libertad para los "presos políticos" a raíz del conflicto en la entidad y el cese a la represión del pueblo oaxaqueño.
"La cultura es un arma de lucha", aseguró Nicéforo Urbieta, integrante de la comisión organizadora del acto y agregó que aunque se ha catalogado al movimiento oaxaqueño como "contestatario", la historia de lucha de la APPO está sustentada también en la cultura.
Urbieta señaló que el objetivo del encuentro fue ofrecer, mediante la cultura, el milenario acto de la Guelaguetza a los capitalinos, para que éstos respondan como marca la tradición con apoyo a los pueblos de Oaxaca.
Explicó que el concepto de Guelaguetza se refiere "a la solidaridad sagrada que se brinda la gente de Oaxaca; en la que alguien ayuda a otro y éste contesta de la misma manera: con ayuda"; agregó que son actos de trueque, intercambio y solidaridad sin ninguna intención más que la de ayudar a los semejantes.
Dijo que las danzas que representan hombres y mujeres de las siete regiones del estado retomaron el nombre; lo cual el gobierno estatal convirtió en un show agringado que terminó siendo comercializado. La comercialización "es la idea contraria a la Guelaguetza porque no hay colaboración igualitaria. Los pueblos dan una ganancia al gobierno e imagen al estado (con el espectáculo turístico); y el gobierno debería responder igual; sin embargo, su contestación es la usura y explotación del concepto y el espectáculo pues las ganancias no van al pueblo".
Cientos de personas se congregaron en el Zócalo capitalino ante el espectáculo artístico y cultural convocado por la APPO. Muchos apoyaron con víveres, ropa y mantas para la lucha popular oaxaqueña; otros donaron en el clásico boteo a cargo de mujeres triquis.
La Plaza de la Constitución se convirtió en testigo del híbrido en que se transformó el público espectador, pues entre ellos asomaban los extravagantes peinados en punta de los punks; las blusas de manta de oaxaqueños radicados en la capital; las lentes fotográficas curiosas de extranjeros que permanecieron asombrados ante el colorido de las danzas; los bigotes de padres de familia; la moda holgada de los skatos; y las sombrillas para mitigar el calor de decenas de mujeres. Actitudes e ideas comenzaban a fundirse.
La vistosidad de los bailes representados por alumnos del ballet de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca lograron mantener al público expectante, curioso y en sus lugares, e incluso bailaron con ellos. Casi nadie se movía, algunos realizaban sus compras o paseos dominicales y retornaban al lugar de la presentación. "Cómo no mantenerse por acá; no cualquiera tiene la lana para ir a Oaxaca a ver la Gueleguetza; además, sé que es carísimo", expresó un hombre que cargaba a su hijo en hombros para que el niño no perdiera detalle.
Aprovechan la experiencia de la represión del 25 de noviembre
El mensaje político corrió a cargo de Macario Otalo, concejal de la APPO, quien reveló que la represión del 25 de noviembre no sólo dejó cientos de detenidos e infundió miedo en la población del estado; sino que también "nos sirvió para darnos cuenta de los errores que hasta entonces habíamos cometido".
Algunos de esos errores, aclaró, fue el que "ese día caímos en la provocación de las autoridades y contestamos las agresiones; fuimos incapaces de controlar al enorme contingente. Hubo infiltrados y el ataque policial derivó en detenciones". Otra de las equivocaciones de la APPO, dijo, fue priorizar la movilización sobre la organización, por ello, ahora se ha comenzado a trabajar con asambleas en las diversas regiones y comunidades del estado, para impulsar la discusión y fundamentos desde las bases, con objeto de fortalecer el movimiento para crear "el embrión de un nuevo sistema de gobierno".
Advirtió que en el concejo estatal de la APPO se discute la reforma del estado, misma de la que está exento Ulises Ruiz y se basará en la opinión ciudadana; así como la postura de la asamblea ante las elecciones para renovar el Congreso local y ayuntamientos el próximo agosto.
Desmintió que el estado navegue en la normalidad: "Oaxaca es como un río caudaloso. En la superficie se ve en calma; pero en el fondo trae una fuerza que en algún momento irrumpirá. Eso pasa con la APPO".
Entre los invitados quienes no cobraron por su participación estuvieron el grupo de sones jarochos Arcadio Hidalgo, del Conservatorio Nacional de Música, quienes expresaron que la creatividad artística está ligada a la vida y a la lucha social, y al igual que éstas, suma las divergencias para crear fortaleza y unidad.
Cientos de jóvenes se dieron cita para ver en acción a bandas como la Sonora Skandalera, Sargento Mostaza, Escasa Libertad, entre otras. En su turno, los integrantes de Sargento Mostaza advirtieron que el rock surgió como un movimiento contestatario que ahora debe apoyar a los pueblos que están en la lucha por la justicia. Además, exhortaron a la ciudadanía a colaborar no sólo con insumos o apoyo económico, sino con acción.