Se pretende eliminar la promoción de exportaciones, dice
Necesario, modernizar la banca de desarrollo, considera líder sindical
El financiamiento de la banca comercial al sector privado se redujo de 42.9 a 8.9 por ciento del producto interno bruto (PIB) en los últimos 11 años. Se tata de la cifra más baja de los países que integran la OCDE e inferior a la de las principales economías de América Latina, plantearon los trabajadores del Bancomext.
Por eso es necesaria la modernización de la banca de desarrollo, pero sin llegar a la pretendida fusión que busca el gobierno de Felipe Calderón. Los trabajadores dijeron que se pretende hacer cambios administrativos para quitar al Bancomext la promoción de las exportaciones de México.
El secretario general del sindicato de trabajadores de Bancomext, Alfredo Castro Escudero, afirmó que la designación de Mario Laborín Gómez como director general de esa institución y de Nacional Financiera, es una señal de que el gobierno federal pretende fusionar las dos instituciones.
Informó que a partir de 1989 el Bancomext realiza la labor de promoción comercial y la asistencia técnica especializada con recursos propios, lo que representó un ahorro para el gobierno federal de 788 millones de dólares en los últimos diez años.
En este proceso, la institución generó utilidades por 618 millones de pesos en el periodo enero-septiembre de 2006, y la creación de un fideicomiso implicaría destinar una partida presupuestal para cubrir los gastos correspondientes.
De llevarse a cabo este proyecto, advirtió, se haría a un lado al Congreso de la Unión y se anularía el punto de acuerdo aprobado en 2004, en el que se pronuncia en contra de la fusión de las instituciones señaladas.
Además, recalcó, se contravendrían los mandatos que el artículo sexto de la Ley Orgánica del Bancomext le asigna en materia de promoción y fomento del comercio exterior del país.
Castro Escudero explicó que una acción en ese sentido provocaría el desempleó de más de un centenar de jefes de familia, y no sería congruente con las promesas hechas en campaña por el presidente Calderón a favor de abrir nuevas fuentes de ocupación.
El líder sindical consideró que el problema de la banca de desarrollo en general y del Bancomext en particular, no es de costos, sino de ausencia de políticas públicas para darle competitividad al aparato producto nacional.
Aseguró que el destino de la banca de desarrollo no puede definirse antes de que se determinen en el Plan Nacional de Desarrollo las estrategias que permitan a los productores nacionales medianos y pequeños, vincularse eficientemente a los sectores y empresas exitosas en las exportaciones.
Dijo que tales definiciones deben darse como parte de una política de estado, lo que implica la participación de todos los sectores interesados, la búsqueda de acuerdos y no la exclusión de nadie. El espacio institucional para ello es el Congreso de la Unión.
Finalmente anunció que los trabajadores acudirán al Poder Legislativo para promover un punto de acuerdo a fin de que se detenga cualquier acción administrativa que se oriente a minimizar o eliminar las funciones del Bancomext.