Diez esculturas que se mueven a placer del visitante
Profesión, ama de casa, muestra de Gissel Rascón en el FIAOT
Alamos, Son., 24 de enero. Inmóviles y silenciosas, sólo se limitan a observar el constante ir y venir de la gente. Unos pasan de largo, mirando de reojo. Otros se detienen y observan con burla, curiosidad o simpatía. ¿Quiénes son, de dónde vienen, a dónde van? ¿Qué hacen ahí tan dignas con sus delantales y su indiferencia? Hay quienes las abrazan y se toman fotos con ellas. Un hombre se queda largo rato frente a una, como preguntando, como platicando, háblame, dime algo. Se acomoda el sobrero, se rasca la cabeza, luego mira otra y a otra y a otra, y vuelve a su diálogo silencioso con la primera. Más tarde un trío de mujeres adolescentes las empujan jugando. Ellas siguen imperturbables.
Son 10. Ciertamente lucen extrañas, enigmáticas, ahí paradas, distantes, con esos letreros en sus delantales: "espero", "siento", "sueño", "creo", "aspiro", "existo", "amo", "anhelo", "acepto", "deseo".
En un círculo blanco de acrílico de metro y medio de diámetro, depositado sobre el adoquín cédula ambulante que el viento o los transeúntes llevan de allá para acá, un texto de la pintora alemana-chilena Helga Krebs responde en nombre de Ellas algunas de las interrogantes:
"¿Ocupación? Ama de casa. Y ella luego dice: 'No, no trabajo. Tú sabes: los niños, el marido, la cocina, las obligaciones de la casa no me dejan tiempo ni fuerza'. Pensamos entonces que ella y sus hermanas fantasmas se mueven durante interminables horas dentro de su encierro. Anhelando, soñando, deseando otras vidas, tal vez van tejiendo una rara asfixia a lo largo del hilo de la memoria de los días y los años que se van escurriendo."
Sabemos entonces que Ellas son esculturas hechas por la artista Gissel Rascón (Hermosillo, 1976) para la muestra-instalación Profesión, ama de casa, que se exhibe en el atrio lateral de la parroquia de la Inmaculada Concepción de Alamos, como parte de la Ruta del arte, dentro de las actividades del Festival Internacional Alfonso Ortiz Tirado 2007 (FIAOT).
Esculturas con almas de madera, envueltas atrapadas en una red de rafia negra, como orugas de mariposa en el capullo. Están colocadas sobre plataformas rodantes, por eso quien quiera las puede mover a dónde le plazca dentro del área de exposición.
Continúa el texto de Helga Krebs: "Sospechamos que dentro de su territorio particular se ven sumergidas en una presunta seguridad, automimadas y seducidas por cierto orgullo mezclado con ansiedad. Encadenadas a sus pequeños secretos y fetiches, van ejecutando sus labores diarias donde coexisten y rivalizan entre sí diversos estratos de percepciones y sentimientos: existir, amar, creer... y tal vez algún día aceptarse a sí mismas".
Reconocimientos a Rascón
Rascón pertenece a la primera generación egresada de la licenciatura en artes de la Universidad de Sonora. Recibió mención honorífica en la primera Bienal de Escultura en Pequeño Formato del Noroeste 2005. Fue seleccionada en la cuarta y quinta bienal estatal de Artes Plásticas, en la décima Bienal de Artes Plásticas del Noroeste 2005 y en el Concurso Estatal de Fotografía Creativa 2005 y 2006. También es integrante del colectivo hermosillense de artistas visuales Proyecto Chamizo, fundado el año pasado por el pintor Natchío. Chamizo toma su nombre de la maraña de abrojos y ramas secas que el viento lleva rodando por el desierto.
Con Profesión, ama de casa, la escultora quiere llamar la atención sobre la importancia del trabajo doméstico y, a su modo, hace un reconocimiento a esas mujeres inmersas en la rutina y, a menudo, en la explotación de las llamadas "labores del hogar".
Helga Krebs resume en su reflexión: "Frente a las otras, aquellas que avanzan fuera del hogar en profesiones remuneradas, consideradas social y económicamente útiles, Ellas, estas fantasmas respiran alrededor del pequeño escenario humano donde día con día y noche con noche el reloj va dejando un difuso rastro de ilusión y paciencia".