Usted está aquí: jueves 25 de enero de 2007 Economía Crecimiento de 3.5%, un punto menos que en 2006, prevé Ortiz

Efecto de la pérdida de impulso de la economía de EU

Crecimiento de 3.5%, un punto menos que en 2006, prevé Ortiz

REUTERS

Davos, Suiza, 24 de enero. La economía mexicana debería crecer entre 3.5 por ciento y 3.6 por ciento en 2007, una desaceleración de más de un punto porcentual respecto a 2006, a medida que la actividad en Estados Unidos pierde impulso, dijo en esta ciudad el gobernador del Banco de México (BdeM), Guillermo Ortiz.

''En 2006 la economía mexicana creció entre 4.7 y 4.8 por ciento, lo que es un número bueno'', expuso el funcionario en el encuentro del Foro Económico Mundial (FEM). Este mes Ortiz comentó que una desaceleración estadunidense podría hacer bajar el crecimiento mexicano a 3.25 o 3.75 por ciento.

En octubre, la economía de México creció 5.2 por ciento en términos anuales, alimentada por un auge de la construcción y el incremento de la producción agrícola, además del fuerte consumo, lo que según se prevé mantendría la actividad interna.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha proyectado que la solidez de la inversión privada y del consumo debería ayudar a que la economía de México consiga un crecimiento de 3.5 o 4 por ciento en los próximos dos años.

A nivel global, Ortiz prevé que en la economía mundial continúe la abundancia de dinero barato para financiar el crecimiento. ''Las condiciones de liquidez abundante seguirán por algún tiempo'', sostuvo.

Sin grandes ajustes en el horizonte

El funcionario observó que los inversionistas no prevén un grado significativo de ajuste monetario de los principales bancos centrales en este momento.

Los mercados financieros anticipan que la desaceleración de Estados Unidos hará que la Reserva Federal mantenga o posiblemente recorte sus tasas dentro de unos seis meses.

Al mismo tiempo, se prevé que el Banco Central Europeo aumente sus tasas en 25 puntos básicos o 50 puntos base más este año.

En Japón, el banco central se abstuvo la semana pasada de elevar las tasas, contra las previsiones de muchos analistas que esperaban un aumento.

 
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