México ''no aparece'' en la región, opina catedrático
Chávez, la falta de energéticos y el terrorismo, peligros para AL
Davos, 24 de enero. La falta de energéticos, Hugo Chávez y el terrorismo internacional son las mayores amenazas para América Latina, consideraron expertos de la región reunidos en el Foro Económico Mundial (FEM). ''Chávez acapara la atención porque ni Brasil ni México, los principales países de la región, están trayendo un liderazgo'' y ''no han desarrollado un discurso alternativo'', estimaron los especialistas.
''La falta de abasto energético es el mayor riesgo económico de América Latina, y el mayor riesgo para la seguridad es el terrorismo internacional'', resumió el moderador de la conferencia, Rabel Fernández de Castro, jefe del Departamento de Relaciones Internacionales del Instituto Tecnológico Autónomo de México y director de la revista Foreign Affaires en español.
Las nacionalizaciones que afectan al sector energético latinoamericano ''son políticas de los años 60'', resultan ''regresivas'' y son ''un desastre para el crecimiento'', estimó en su oportunidad Felipe Larraín, profesor de Economía de la Universidad Católica de Chile.
Además, ''Chávez acapara la atención porque ni Brasil ni México, los principales países de la región'', están trayendo un liderazgo'' y ''no han desarrollado un discurso alternativo'', estimó. ''México no aparece en Latinoamérica'' y Lula ''no tiene una política seria, no ayuda a Colombia en el proceso de paz'', está ''cansado de los problemas en el Mercosur'' y ''mira a India, China y Sudáfrica'', alegó.
Sin embargo, según un reciente informe del FEM sobre cómo hacer frente a los riesgos mundiales en el futuro, uno de los escenarios imaginados es un ataque terrorista a yacimientos petroleros en Asia en 2008, que pone el barril de crudo a 150 dólares, tras lo cual se crea una alianza a la que llaman ChvPEP (de Hugo Chávez y la OPEP), resultante del mayor poder político que acaparan los países petroleros.
Volviendo al plano político, en América Latina ''no hay una línea divisoria entre derechas e izquierdas, sino entre gobiernos responsables y populistas'', con los mandatarios de izquierda de Brasil y Chile como responsables, y México en la centroderecha, según Larraín.