Acusan a Pedro Joaquín Coldwell y a panistas de armar complot contra Sara Latife

Golpes bajos entre Jackson y Paredes, la tónica en la campaña por el tricolor

CIRO PEREZ SILVA

La guerra entre los grupos de priístas que apoyan tanto a la fórmula que encabeza Beatriz Paredes Rangel como a la de Enrique Jackson, ambos aspirantes a la dirigencia nacional del tricolor, se convirtió ayer en la divisa de la incipiente campaña, cuando se vinculó a Pedro Joaquín Coldwell ­ex secretario de Turismo en el sexenio de Carlos Salinas­ y a militantes del PAN en Quintana Roo con el anuncio de que la compañera de fórmula de Jackson, Sara Latife, es la propietaria de un table-dance en Cozumel.

Ayer en las instalaciones del PRI nacional y bajo la premisa de que en política "no hay nada gratuito ni nada fortuito", seguidores de ambos candidatos, incluidos funcionarios de sus respectivas campañas, quienes pidieron omitir sus nombres, se enfrascaron en acusaciones mutuas.

De una parte, militantes que apoyan a Jackson advirtieron que Sara Latife "hará precisiones respecto de la información difundida este miércoles, en la que se asegura que es propietaria de dicho negocio", además de subrayar que de resultar cierta la participación del ex titular de Turismo o de personas cercanas a él, se confirmaría la intromisión del PAN en la campaña de aspirantes a la directiva priísta.

Explican que la información sobre el "escándalo" en el que se pretende involucrar a Latife provendría del alcalde de Cozumel, Gustavo Ortega Joaquín, quien al igual que la hermana del ex secretario de Turismo, Addy Joaquín Coldwell, militan en las filas del PAN, luego de que ésta renunciara al tricolor al no conseguir la candidatura por este partido a la gubernatura de Quintana Roo.

Como contendiente por el PAN en ese proceso, Addy Joaquín Coldwell perdió ante el priísta Félix González Canto, con quien, a su vez, Sara Latife guarda una estrecha relación.

Aunque en la oficina de prensa de Jackson se informó que no habría respuesta a la información difundida, en entrevista radiofónica Sara Latife subrayó que el table-dance Black and White no es suyo, sino propiedad de su familia, y dijo estar dispuesta a que se inicie una investigación sobre este asunto, luego de señalar que sólo puede responder por sus actos.

Mencionó que no se trata de información nueva, ya que la misma fue parte de una campaña en su contra cuando compitió por la diputación federal el pasado 2 de julio, y consideró que sería lamentable si, como se sugiere, los ataques provinieran, entre otros, de militantes de su propio partido.

Mientras tanto, ayer en conferencia de prensa Javier Oliva Posada, también aspirante a la directiva, adelantó que no declinará en favor de ninguno de los otros aspirantes, esto al ser interrogado sobre la posibilidad de que, como lo propusieron varios gobernadores del tricolor, se pudiera construir una candidatura de unidad en la que participen Beatriz Paredes y Enrique Jackson.

Oliva Posada enfatizó que la contienda por la dirigencia priísta es de proyectos, no de apellidos, por lo que, insistió, habrá de concluir su campaña y llegará hasta el final en el proceso electoral.

Ayer Jackson Ramírez estuvo de gira por Tamaulipas, donde se refirió a los operativos en contra del crimen organizado y aseguró que en la lucha contra el narcotráfico y la delincuencia es muy importante que el Ejército Mexicano reciba todo el respaldo de las autoridades y de la sociedad, luego de convocar a los mexicanos a hacer saber a los soldados que estamos con ellos porque están de nuestro lado. Jackson consideró al Ejército como "una de las mejores instituciones del Estado, de las más confiables y respetadas".

También de gira, pero por Aguascalientes, Beatriz Paredes y Jesús Murillo expusieron que el principal objetivo de su propuesta de trabajo es reconstruir el PRI para insertarlo adecuadamente en el siglo XXI y lograr resultados electorales victoriosos.