El CAP rechaza que el tabasqueño y el FAP participen como oradores
Debaten campesinos y sindicalistas por asistencia de AMLO a la marcha
La UNT analizará la situación
"No buscamos presidir nada", afirma Cota Montaño
La indignación contra el alza en los precios de productos básicos es unánime, como lo es la necesidad de manifestarse para demostrar la inconformidad; sin embargo, la convocatoria a la marcha del próximo 31 de enero comenzó a mostrar fisuras por motivos logísticos y, en particular, por el papel que desempeñaría Andrés Manuel López Obrador.
Al término de una reunión del Congreso Agrario Permanente (CAP), el coordinador Gerardo Sánchez García fue explícito en su postura de sujetar su participación a la no intervención del ex candidato presidencial ni del PRD como oradores: "Si López Obrador, el PRD y otros partidos quieren participar, deberán sujetarse a los reclamos generales y sumarse a las causas de la sociedad, las cuales no pueden ceñirse a los partidos o a las ideas de un hombre. Ellos serán bienvenidos siempre y cuando se pongan en la fila del contingente y no pretendan encabezarlo".
Asimismo, en la Unión Nacional de Trabajadores (UNT) la participación de López Obrador en la marcha generó tensión, al considarse que con su presencia se "partidiza" la protesta, lo que generó incomodidad, principalmente, entre los gremios del Congreso del Trabajo.
Pocas horas después, en una reunión entre dirigentes de la UNT y del Frente Amplio Progresista (FAP), el dirigente perredista, Leonel Cota, y el representante de Convergencia, Dante Delgado, descartaron que pretendan adueñarse de la protesta e insistieron en que no es momento de dividir.
Delgado Rannauro afirmó que López Obrador "no necesita el foro del día 31 para hablarle a la nación; lo hace todos los fines de semana recorriendo el país". En tanto, Jesús Ortega, coordinador nacional del FAP, confirmó que el tabasqueño asistirá a la marcha que saldrá del Angel de la Independencia, y subrayó que el frente "no tiene intención de protagonizar nada".
A su vez, Cota Montaño indicó que "lo importante no es quién sea orador u oradores, sino que la sociedad tenga foros de expresión contra medidas que afectan la economía popular. No buscamos presidir nada, sólo estamos siendo congruentes con nuestra propuesta política".
En igual sentido se pronunció el diputado local Agustín Guerrero, quien explicó que con la asistencia de López Obrador a la marcha no se pretende disputar el micrófono. Quien organiza lleva mano, eso es así, por tanto, vamos a sumar al partido pero no vamos a pelear.
En la polémica sobre el papel que jugará el ex candidato presidencial, líderes obreros y campesinos guardaron su distancia. Francisco Hernández Juárez, uno de los dirigentes de la UNT, aseguró ayer por la mañana que López Obrador tenía el derecho de participar, pero no encabezaría la movilización ni sería orador.
Con el paso de las horas y después del encuentro con los dirigentes del FAP, matizó su postura en conferencia de prensa conjunta: "Desde que supimos que López Obrador participaría no hemos puesto inconveniente, es bienvenido, si eventualmente encabeza algún contingente será el del FAP".
Hernández Juárez insistió en que si el FAP considera que el tabasqueño debe ser orador, será una comisión amplia la que evaluará la eventual petición y remarcó que hasta el momento 21 organizaciones han solicitado tomar la palabra. Dejó en claro que la relación con el FAP "es moderna, pues los partidos no se montan sobre los eventos de los sindicatos ni éstos son apéndices de los partidos".
La participación de López Obrador también fue tema de discusión en la reunión del CAP. Sánchez García dijo que se reconoció el trabajo político que ha realizado el tabasqueño, su lucha por las causas sociales, pero "esta movilización tiene como propósito presionar al gobierno para que cambie su política para el campo y todos los participantes deben reconocer el esfuerzo que se hará para que cientos de campesinos estén en la ciudad de México".
Los campesinos, agregó, pugnarán porque en esta movilización prive la cordura, la madurez y los puntos de coincidencia. La movilización que se pretende supere a la efectuada el 31 de enero de 2003 no es producto de la casualidad ni de la ocurrencia, sino una manifestación social de enojo, porque la solución de fondo a los problemas del campo sigue en la lista de espera del gobierno federal.