Javier Solana rechaza el resultado de la indagatoria realizada por el Europarlamento
Países europeos ocultaron los vuelos ilegales de la CIA: comisión investigadora
Bruselas, 23 de enero. La comisión investigadora del Europarlamento reiteró hoy que la mayoría de los países europeos sabía de las actividades ilegales de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) en Europa y lo ocultó, acusación rechazada por el alto representante de la Unión Europea (UE ) para la Política Exterior, Javier Solana.
Precisamente, Solana es uno de los acusados en el informe final sobre esta controvertida cuestión, que fue redactado por el eurodiputado italiano Giovanni Claudio Fava y aprobado en comisión de la eurocámara.
Según el texto, el alto representante no colaboró del todo en la investigación.
De acuerdo con la indagatoria, la mayoría de los países de la UE conocía la política de traslados y detenciones secretas de presuntos terroristas realizada por la CIA fuera de Estados Unidos, y ocultó estos datos a la comisión del Parlamento europeo.
El caso "más flagrante" de no cooperación fue el de Polonia, ya que los eurodiputados no pudieron reunirse con miembros del gobierno o el Parlamento polacos, señaló el presidente de la comisión, Carlos Coelho.
"Sólo conseguimos tener información por medio de fuentes confidenciales", dijo Coelho, al presentar en una conferencia de prensa en Bruselas el texto que será sometido a votación en el pleno del Parlamento Europeo el mes próximo.
Muchos de esos vuelos sirvieron para trasladar a islámicos detenidos en el contexto de la guerra contra el terrorismo e incluyeron escalas en aeropuertos de países miembros de la UE, entre ellos España.
Ante esta situación, la comisión parlamentaria "espera que el Consejo Europeo inicie sesiones y encargue una investigación independiente sin demora" e imponga "sanciones a los países miembros" en caso de ser necesario.
Por su parte, Human Rights Watch (HRW) acusó a los gobiernos de la UE de minar la prohibición de la tortura mediante la extradición de sospechosos a lugares donde ésta se practica.
"Si Europa es seria sobre su intención de acabar su complicidad con la tortura tiene que acabar con las políticas nacionales que minan la prohibición global de torturar", declaró Holly Cartner, directora de HRW para Europa y Asia Central.
El grupo identificó a Gran Bretaña y Suecia como dos de los principales países que se acogen a las garantías "falsas promesas" de no torturar que ofrecen otros países para enviarles a sospechosos, aunque otros gobiernos, como Austria, Holanda y Alemania también lo han hecho, denunció HRW.