Nicolás Aguilar se reunió hace 14 días con otro sacerdote en Izúcar de Matamoros
En Puebla, cura acusado de pederastia; lo buscan autoridades desde hace 9 años
Puebla, Pue., 22 de enero. Mientras la Procuraduría General de Justicia de Puebla (PGJ) no ha explicado por qué en nueve años no ha podido detener al sacerdote Nicolás Aguilar Rivera, acusado de haber violado a más de 100 niños en México y Estados Unidos, el presbítero circula sin problemas por territorio poblano. Hace apenas dos semanas fue visto en las inmediaciones del municipio de Izúcar de Matamoros por otro tonsurado, Gilberto Nájera, quien es su amigo de la infancia.
Nájera declaró que encontró a Aguilar en un camino de Izúcar y que le entregó documentos de seguridad social, pues el supuesto pederasta padece un mal de la próstata. En la plática, ambos hablaron de El manto púrpura, libro de la periodista Sanjuana Martínez, en el cual se ponen al descubierto los abusos sexuales contra infantes, cometidos en el seno de la Iglesia católica.
Nájera, quien oficia misas en Santa Clara y Santa Cruz Huitziltepec, así como en la comunidad de Dolores Hidalgo, el centro de la entidad poblana, fue entrevistado el sábado anterior por Marisol Córdoba, corresponsal de Radio 13, quien accedió a que el diálogo fuera publicado en La Jornada de Oriente.
Nájera asegura que las acusaciones de pederastia contra Aguilar son totalmente falsas, y que su amigo sufre una "persecución" del arzobispo de Puebla, Rosendo Huesca y Pacheco, quien ha hostigado al supuesto cura violador desde hace años sin motivo aparente.
Según él, el tonsurado ultrajador de menores teme ser asesinado y utiliza varios chips para que su teléfono celular no pueda ser identificado.
En la plática que tuvo con Córdoba, Nájera reprochó que los periodistas estén enfocados a publicar "mentiras" sobre Nicolás Aguilar Rivera y no investiguen "la verdad" sobre su vida. En esa lógica, criticó el trabajo de Sanjuana Martínez la periodista que ha puesto mayor acuciosidad a investigaciones sobre los abusos sexuales del clero en México, porque según él lo entrevistó y no puso una palabra de sus declaraciones en El manto púrpura.
También manifestó que, en su momento, el actual ex diputado federal priísta Jesús Morales Flores conoció el caso de Nicolás Aguilar y se percató de que "era inocente", al grado de recomendarle que se defendiera. Sin embargo, en la declaración de Nájera hay equivocaciones, pues dijo que Morales fue procurador de Justicia en Puebla, pero sólo ha ocupado el cargo de secretario de Educación Pública.
Gilberto Nájera añadió que Nicolás Aguilar Rivera estuvo hospedado con él durante ocho meses, convaleciente de unas intervenciones quirúrgicas. La estancia contó con la anuencia del arzobispo de Puebla.
"Es inocente"
A continuación, parte de la entrevista entre Córdoba y Nájera:
¿Conoce a Nicolás Aguilar?
Lo conozco desde niño. Se ha levantado una polvareda nacional e internacional y es imposible, digamos a simple lógica, aceptar todo lo que se dice. (Aguilar) estuvo conmigo, aquí, ocho meses. El arzobispo de Puebla le dio facultades. Se trataba de una convalecencia, pues tuvo dos operaciones
"El arzobispo de Puebla lo ha perseguido desde que era adolescente. El es él factor principal de la persecución desde que era seminarista. Es triste decirlo, pero después se va a investigar más. El recurso ya está en Roma. El señor Huesca encabeza la diligencia, pero no quiere que se investigue, (quiere) que se le dé su retirada, y así, pues, va contra toda justicia.
"A Rosendo le queda mes y medio para dejar el cargo, y creo que se va para finiquitar, según él, verdad, pues esta persecución injusta que él (Aguilar) ha recibido; ha habido escritos que aseguran que en Estados Unidos violó a no se qué tantos, cuantos, creo que 26, pero no hay pruebas.
"El (Nicolás Aguilar) ha huído porque en Cuacnopalan quisieron matarlo. Lo golpearon. Entonces, para que su muerte quedara justificada, algunos agitadores entrenados en Cuba empezaron a molestarlo. A quienes me han preguntado les he dicho: 'investiguen a las autoridades.'"
Nájera agregó que los problemas en Cuacnopalan, para Aguilar Rivera, comenzaron cuando él abogó por una familia que fue despojada de sus predios. Les ayudó a entablar un juicio, y logró la devolución de las tierras.
"Entonces, esas personas (las que perdieron el proceso judicial) vieron a unos agitadores para molestarlo, de tal manera que tuvo que intervenir el procurador de Justicia Chucho (Jesús Morales Flores), hermano de Melquiades (Morales Flores, ex gobernador y actual senador de la República), y en ese entonces él tomó un legajo de papeles y le dijo: 'padre, defiéndase', pero algunos periodistas tienen línea (...) Hay personas, periodistas, que han venido para pedir entrevistas, pero no lo publican porque es un asunto muy espinos, y ahí están involucradas muchas personas. Vino una periodista y le di todos los datos. Le dije todo, y no ha publicado nada. Me dijo que estaban preparando un libro. Ya salió, y se llama El manto púrpura. El padre Nicolás me enseñó ese texto.
¿Cuándo fue la última vez que vio al padre Nicolás?
Le entregué unos papales del Seguro. Se los entregué en el camino rumbo a Matamoros. Allá, en el camino, le dije: 'mira, aquí están tus libros', y me respondió: 'mira, aquí está este libro'.
¿Hace cuánto lo vio?
Hace 15 días.
¿Está enfermo el padre Nicolás?
No, ya está bien. Ya le dije que el padre iba a ser operado de la próstata. ¡Mire, cómo un hombre enfermo de la próstata puede ahí, en Tehuacán, seguir haciendo esas cosas. Todo eso es saña!
¿Cada cuándo lo ve? ¿Lo ve en algún lugar y se va?
No, esta es la última vez, porque le di unos papeles de su Seguro Social, porque yo no tengo seguro sacerdotal.
Entonces, ¿él tiene?
Lo tuvo un tiempito, pero ya lo perdió. Ahorita tiene Seguro Social. Entonces, yo tenía esos papeles y le dije: 'si te enfermas puedes hacer esto, pero nos vemos en el camino'. Y allí, efectivamente, por el camino, él regresó. Yo nunca le he preguntado ni cuál es su teléfono. Es más, yo entiendo que tiene muchos chips de celular para tener protección. Muchos preguntan que por qué se esconde, pero es que lo querían matar desde un principio.
"Yo, a Rosendo (Huesca), le dije que más de mil familiares están dispuestos a dar la cara, pero a su tiempo. Ahorita no, porque todavía tiene jurisdicción don Rosendo, para que se empiecen a manifestar y decir cómo ha sido todo eso."
¿Qué motivos llevarían al arzobispo a perseguir a Nicolás?
Hubo un sacerdote llamado Benjamín Vega. Vino, trajo título, se graduó en música por los años 60. Entonces, él tuvo debilidad, o no sé si franqueza, para decir en Roma que Rosendo no podía ser obispo de Puebla o arzobispo, porque una persona así no podía ser. Que podía ser obispo de otras diócesis, pero no de Puebla. Eso irritó mucho a Rosendo cuando era el último de los superiores de los seminarios. Nicolás, junto con otros seminaristas, pertenecía al Orfeón. Entonces, Huesca, con un grupito de seminaristas, amigos suyos, íntimos, enfrentaron a 17 seminaristas pertenecientes al Orfeón, porque eran amigos de él y del coro.
"Nicolás Aguilar tuvo que huir, porque Rosendo Huesca llegó a ser rector. Se fue al seminario de Mérida. Entonces, Rosendo dejó informes malos para que Nicólas no fuera aceptado. El padre Benjamín, quien era el padre espiritual, los vio verídicos. Esa es la razón".