Medidas extremas luego de la extradición de 15 narcotraficantes a Estados Unidos
Inédito cerco al Centro Histórico para la sesión del Consejo de Seguridad Pública
Participaron en la operación cerca de 4 mil elementos federales, capitalinos y del Edomex
La vigésima primera sesión del Consejo Nacional de Seguridad Pública (CNSP), efectuada por primera ocasión en Palacio Nacional, transcurrió en medio de un inédito operativo de seguridad que incluyó bloqueos a todas las calles que confluyen al Zócalo capitalino, y en el que participaron cerca de 4 mil elementos federales, del estado de México y del Distrito Federal, así como miembros del Estado Mayor Presidencial (EMP).
Las medidas de seguridad para esta reunión, a la que acudieron el presidente Felipe Calderón, los gobernadores del país con la notable ausencia del jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, el procurador general de la República, Eduardo Medina Mora; el titular de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal, Genaro García Luna, así como los procuradores estatales y funcionarios de los poderes judiciales locales, se llevaron al extremo, luego de que el pasado fin de semana fueron extraditados a Estados Unidos importantes capos del narcotráfico.
Los retenes policiacos cercaron los accesos al primer cuadro del Centro Histórico, al que no pudieron entrar personas, y mucho menos vehículos, desde las 7 de la mañana. Inclusive, a diferencia de sesiones anteriores del CNSP, que se efectuaban en el Campo Marte, la reunión de ayer donde se nombró a Roberto Campa Cifrián secretario ejecutivo del organismo se efectuó a puerta cerrada.
Los representantes de los medios de comunicación sólo pudieron escuchar el discurso inaugural de Calderón Hinojosa, y en cuanto el Presidente concluyó su participación fueron retirados del recinto.
Afuera de Palacio Nacional, convertido en un búnker, el Estado Mayor Presidencial colocó vallas metálicas para impedir que las personas se aproximaran al lugar. En los edificios históricos se desplegó a francotiradores y elementos de las fuerzas armadas camuflados y con uniformes negros.
Los elementos de la Policía Federal Preventiva (PFP) y de la Agencia Federal de Investigación (AFI) recibieron el apoyo de granaderos de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal para realizar retenes en el primer cuadro de la ciudad, con los cuales se impidió que cualquier persona que no se identificara como comerciante, funcionario público o representante de algún medio de comunicación, pudiera aproximarse a Palacio Nacional, la Catedral, la Suprema Corte de Justicia o a las oficinas del gobierno capitalino.
Por la tarde, la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSP-DF) informó que en el operativo participaron 350 elementos, a petición del EMP.
Aunque no se reportaron mayores incidentes, el dispositivo provocó caos vial en diversas calles aledañas a la zona, como 5 de Febrero, 20 de Noviembre, Venustiano Carranza, 5 de Mayo, 16 de Septiembre y Francisco I. Madero, las cuales fueron cerradas al tránsito durante casi cinco horas. De hecho, el cerco perimetral de vigilancia que impidió la circulación hacia el Zócalo comenzó desde las calles José María Izazaga, Eje 1 Norte, Eje Central Lázaro Cárdenas y Circunvalación.
A pie se podía llegar hasta el primer cuadro, pero una vez en la plancha del Zócalo el paso era impedido por las vallas metálicas, que además eran custodiados por los agentes policiacos y por el EMP.
También fue cerrada la estación Zócalo del Metro, hasta las 13:30 en que culminó la sesión del CNSP y se retiraron los servidores públicos. Desde el inicio de la sesión, minutos antes de las 10, un grupo de simpatizantes de Andrés Manuel López Obrador forcejearon frente a Palacio Nacional, con la intención de acercarse a una de las puertas del recinto y lanzar consignas en contra del Presidente. Sin embargo, el cerco del EMP y la PFP les impidió el acceso, y los replegó a empujones hasta la plancha del Zócalo.
Los simpatizantes perredistas portaban pancartas en las que se leía: ''Felipe, espurio, nos llenas de repudio'', al tiempo que los elementos policiacos los observaban detrás de las vallas. Al final de la sesión, cuando el presidente Calderón, los gobernadores, funcionarios federales y estatales, así como los invitados especiales, abandonaron Palacio Nacional, el grupo de perredistas intentó impedir que los vehículos salieran del primer cuadro, pero los elementos policiacos intervinieron.
Con información de Alejandro Cruz