Empresas dicen estar sedientas de mano de obra altamente calificada en ingenierías
Calderón llama a invertir en México a firmas que esquiven expropiaciones
A directivos de 36 empresas trasnacionales el presidente Felipe Calderón les abrió las puertas para que traigan sus inversiones a México cuando salgan de países de América Latina cuyos gobiernos expropien o "decomisen" industrias.
En clara referencia a los recientes procesos de nacionalización de sectores estratégicos en Venezuela o Bolivia, les ofreció garantías y marcó distancia de aquellos países que "están pensando cómo expropiar o decomisar sus empresas".
"Qué lastima que en otras partes del mundo ocurra algo que implica pérdidas para el patrimonio de quien invierte, de manera arbitraria. Pero tengan la seguridad de que toda inversión que salga de esas regiones del mundo va a ser bienvenida en México y garantizada con todo el peso de la ley", señaló ante los ejecutivos.
Antes, Julio Armando de Quesada, presidente del Consejo Consultivo de Empresas Globales que agrupa a 36 firmas, entre ellas Pepsico, Microsoft, Ford, Daimler Chrysler, prometió que en los primeros 100 días invertirán 3 mil millones de dólares en el país y trazó la agenda de este sexenio al recomendarle la aprobación de "reformas estratégicas", seguridad pública y "mano de obra calificada".
Emocionado con el anuncio de De Quesada, Calderón ofreció que busquen incorporarse al Programa de Primer Empleo aunque es sólo para empresas mexicanas, pero no se refirió a ninguno de los planteamientos en torno a las reformas estratégicas, seguridad y mejora de la educación.
Los ejecutivos de trasnacionales asentadas en México comieron con el Presidente de la República en el salón Adolfo López Mateos de Los Pinos.
Ahí estaban los directores de empresas energéticas, como Exxon Mobil, British Petroleum, Iberdrola de México y Gas Natural de México; financieras, como BBVA España y Scotiabank Inverlat, y poderosas farmacéuticas como Pfizer y GlaxoSmithKline. En la lista figuran Metalstile, Nestlé, Toshiba, Wal-Mart y otras.
Con Calderón estaban los secretarios de Hacienda, Agustín Carstens; de Economía, Eduardo Sojo, y de Comunicaciones y Transportes, Luis Téllez Kuenzler.
De Quesada expresó que en conjunto generan 400 mil empleos directos, tienen ventas anuales por 86 mil millones de dólares y cuentan con inversiones de 170 mil millones de dólares.
"Ansiadas reformas"
Luego de informar el peso de estas compañías, señaló que están dispuestas a hacer todo por impulsar el desarrollo del país, pero pidió a cambio que se atiendan una serie de "pendientes".
Si bien aplaudió los esfuerzos del gobierno de Calderón en materia de seguridad, señaló que aún "hay mucho por hacer".
Después demandó poner énfasis en el desarrollo de infraestructura, así como en fortalecer la educación. Fue cuando se quejó de que las compañías están "sedientas" de "mano de obra altamente calificada en ingenierías", especialidad que, dijo, ha cedido lugar a las carreras administrativas.
Encomió el "oficio político" del Presidente y se mostró confiado en que pronto vendrán los acuerdos necesarios para lograr lo que calificó de "ansiadas reformas", particularmente en materias fiscal, laboral y administrativa.
En su respuesta, Calderón describió un México ideal para invertir: con estabilidad económica, disciplina en las finanzas públicas, "mano de obra joven", libertades y plena vigencia de la democracia.
Ante los ejecutivos, presumió que nuestro país goza de proximidad con la economía más grande del mundo, la de Estados Unidos, y tiene una vinculación abierta con la cuenca del Pacífico y con la Unión Europea.
Y se enorgulleció de que México es el cuarto receptor de inversión en países desarrollo y ocupa el primer lugar entre las naciones de América Latina, además de ser el décimo exportador en el mundo y el primero en el área latinoamericana.
Calderón afirmó entender que en otras regiones del mundo hoy mismo las empresas trasnacionales se cuestionen la preservación de su patrimonio, pero, agregó, en México no ocurrirá eso, porque existen reglas claras.
El señalamiento del presidente mexicano se da a una semana de que el presidente venezolano, Hugo Chávez, anunció la nacionalización de las empresas estratégicas de telecomunicaciones (entre ellas CANTV), electricidad, agua y los procesos de refinamiento de crudos pesados, hoy en manos de empresas extranjeras.
Todavía al final de su discurso, remarcó que en la disyuntiva que atraviesan los países en desarrollo de mirar hacia atrás y quedar atrapados por el pasado, México está decidido a apostar por el futuro.