Usted está aquí: miércoles 17 de enero de 2007 Política Lanza Felipe Calderón su agenda mesoamericana

Lo relevante es la democracia, dice al desdeñar el Alba

Lanza Felipe Calderón su agenda mesoamericana

Recibe aplausos en El Salvador tras el fiasco en Nicaragua

CLAUDIA HERRERA BELTRAN ENVIADA

Ampliar la imagen Felipe Calderón, con sus pares de Guatemala, Oscar Berger; de El Salvador,Antonio Saca; de Honduras, Manuel Zelaya, y de Nicaragua, Daniel Ortega, ayer en San Salvador Foto: Ap

San Salvador, El Salvador, 16 de enero. El Presidente de México, Felipe Calderón Hinojosa, lanzó una agenda mesoamericana y aprovechó para dirigir un mensaje a los gobiernos de izquierda. Advirtió que la orientación ideológica es irrelevante; lo importante es que prevalezca la democracia y evitar una vuelta al pasado, a regímenes dictatoriales o autoritarios que lo mismo han sido de izquierda o de derecha.

Al referirse al avance de la izquierda en la región y en particular a la Alternativa Bolivariana para las Américas (Alba), integrada por Venezuela, Bolivia, Cuba y Nicaragua, tanto el mandatario mexicano como su homólogo salvadoreño, Antonio Saca ­ambos de partidos de derecha­, coincidieron en restar importancia a las tendencias ideológicas de los gobiernos de la región.

Después, como orador en la ceremonia oficial que recordó los 15 años de los acuerdos de paz en El Salvador, propuso establecer lo que bautizó como "agenda mesoamericana", con lo que pareció tomar distancia de las iniciativas promovidas por el presidente de Venezuela, Hugo Chávez que impulsa una suerte de socialismo en su país.

Calderón planteó a "amigos y socios mesoamericanos" cuatro puntos: cooperación para impulsar el desarrollo humano, un programa de integración energética mesoamericana que conlleve el relanzamiento del Plan Puebla-Panamá (PPP), colaboración en el tema migratorio y formación de un frente común contra la delincuencia, el tráfico ilícito de armas y de drogas.

Lejos estuvo de la experiencia en la asunción del presidente Daniel Ortega en Nicaragua, cuando Chávez se llevó las palmas y el mexicano fue relegado. Calderón gozó de un mejor recibimiento. Ambos se encontraron, se saludaron, compartieron lugares en el estrado, aunque separados por tres mandatarios.

Cuando el mexicano tomó la palabra en la Feria Internacional se escuchó un largo aplauso y la mitad de los asistentes se puso de pie. En la memoria de los salvadoreños congregados en la celebración oficial todavía está presente el papel protagónico que tuvo México en la suscripción de los acuerdos de paz.

Rememoraban así el 16 de enero de 1992 en la ciudad de México, en el Castillo de Chapultepec, cuando se firmó este pacto que puso fin a 12 años de guerra, 75 mil muertos y 7 mil desaparecidos.

Ausente Chávez, Calderón se veía más contento e involucrado en la ceremonia. Cuando el nuncio apostólico, Luigi Pezzuto hizo una invocación ecuménica, mantuvo la cabeza baja y al final dijo amén. Además la recepción de su amigo Saca fue excelente; incluso se colocaron letreros dándole la bienvenida.

En esta ceremonia, que los críticos del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) llamaron "fiesta rosa" por la insatisfacción que han producido los acuerdos de paz, Calderón pronunció un discurso acorde con la posición oficial: dio como positivos los resultados de 15 años de paz, pero también señaló que esto no basta para alcanzar la prosperidad y la justicia.

Ante cientos de asistentes, señaló que, así como México se comprometió con la paz en El Salvador, también lo hará en la reducción de las terribles desigualdades en las sociedades latinoamericanas.

Horas antes, en busca de materializar su "agenda mesoamericana", convocó a presidentes que conforman el Sistema de Integración Centroamericana a realizar el primer trimestre del año en México una cumbre del Mecanismo de Tuxtla y revisar el mecanismo del PPP.

A su llegada lo primero que hizo fue entrevistarse con el salvadoreño Antonio Saca, ambos acompañados de sus comitivas. Destacó en el caso de México la presencia del secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, y del procurador general de la República, Eduardo Medina Mora, además de la secretaria de Relaciones Exteriores, Patricia Espinosa Cantellano, y del jefe de la Oficina de la Presidencia, Juan Camilo Mouriño.

En medio de los festejos impulsados por el sector oficial y cuestionados por la izquierda, el FMLN, sobresalían las medidas de seguridad para el ingreso a la casa presidencial. Todas las maletas de los reporteros fueron revisadas con perros.

Tras el encuentro, los mandatarios ofrecieron una rueda de prensa, en la que se les preguntó con insistencia su opinión sobre la reciente integración de la Alba y la estrategia que tomarán gobernantes de derecha, como ellos.

Al principio, Saca, el cuarto mandatario surgido del partido Alianza Republicana Nacionalista, eludió responder y habló largo de la integración latinoamericana. Luego dijo que sin importar el signo ideológico de los gobiernos, lo más importante es que sean democráticos no sólo al momento de la elección, sino de ejercer el poder. En esta línea, dijo que los temas sociales no son de izquierda ni de derecha. Y veladamente se deslindó del discurso de los gobernantes que apoyan la alternativa bolivariana al declararse defensor del libre comercio, la apertura económica y la gobalización.

Esto dio pie a la respuesta de Calderón en el sentido que, más allá de signos ideológicos de los gobiernos latinoamericanos, lo importante es que el pueblo pueda elegir libremente a sus gobernantes.

Insistió en que debe prevalecer la democracia y no darse una vuelta al pasado, mensaje que hizo recordar su discurso de campaña contra su ex contrincante por la Presidencia Andrés Manuel López Obrador.

Producto de la plática, los gobiernos de México y El Salvador acordaron integrar una comisión binacional de alto nivel para intercambiar información, estrategias y programas para garantizar la seguridad.

Por México se integraron García Luna, Medina Mora y Espinosa Cantellano, y por El Salvador el canciller Francisco Laínez, el ministro de Seguridad Pública y Justicia, René Figueroa, la dirección de la Policia Nacional Civil y la fiscalía general de la República.

En este país, donde existe un programa de seguridad denominado "Súper mano dura" y otro "Mano amiga del plan súper mano dura", con el que se pretende rehabilitar a los integrantes de las maras, Calderón elogió estos esfuerzos y dijo que será una experiencia muy útil para México.

El michoacano cerró su estancia tras una cena que Saca ofreció en ocasión del festejo del día. Ahí pudo convivir con personalidades como el ex secretario general de la Organización de Naciones Unidas Javier Pérez de Cuéllar y el ex presidente de El Salvador Alfredo Cristiani, partícipe del proceso de paz.

 
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