La reducción de la ''economía informal'', otro de los objetivos de la reforma fiscal

Ampliar la base de contribuyentes reducirá los impuestos: Carstens

''No se puede hablar de terrorismo, sino de que el sistema sea más equitativo'', dice en San Lázaro

ROBERTO GONZALEZ AMADOR

Entre los objetivos de la reforma fiscal que el gobierno federal comenzó a negociar con el Congreso esta semana, están reducir la ''economía informal'' y ampliar el padrón de contribuyentes, ''para que los impuestos sean más bajos'', aseguró ayer Agustín Carstens, titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), momentos antes de reunirse con coordinadores de grupos parlamentarios en la Cámara de Diputados. ''No se puede hablar de terrorismo fiscal, sino de que el sistema sea más equitativo'', apuntó.

También insistió en que el gobierno federal no considera por ahora que sea necesario recortar el presupuesto para 2007 por la baja, que calificó de ''temporal'', en la cotización del petróleo. Apuntó también que la reciente alza en el precio de tortilla, leche y autopistas no va a detonar una espiral inflacionaria.

''No tenemos ninguna idea preconcebida sobre la reforma fiscal; vamos a escuchar al Poder Legislativo, a diversos sectores de la sociedad, y por esa línea avanzaremos'', afirmó Carstens durante una reunión con integrantes de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra).

''Agil interacción'' gobierno-Legislativo

El funcionario hizo pública su confianza de que la experiencia de la reciente discusión del paquete económico de 2007, aprobado por todos los partidos en ambas cámaras del Poder Legislativo, abre la posibilidad de que una reforma fiscal de amplio alcance sea concretada este mismo año.

Dijo que ''el gobierno tiene una interacción muy ágil con el Legislativo, como se vio en la aprobación de la Ley de Ingresos y el Presupuesto de Egresos para 2007'', agregó. ''Notamos una gran responsabilidad de las cámaras de Diputados y de Senadores''.

Uno de los puntos que el funcionario mencionó durante su participación en la asamblea del organismo industrial fue el combate a la informalidad, actividad que de acuerdo con una evaluación hecha por el Fondo Monetario Internacional (FMI), en octubre pasado, moviliza cada año recursos por el equivalente a un tercio del producto interno bruto (PIB), unos 300 mil millones de dólares.

''Lograr un régimen fiscal competitivo será importante en la reforma fiscal que se espera sea lograda este año'', añadió. Se buscará, dijo, ''que la informalidad sea menor y que haya más equidad entre los agentes económicos''.

La intención de la Secretaría de Hacienda en cuanto a la modificación del actual régimen tributario es, señaló, ''ampliar la base de contribuyentes'' y que el cobro de los tributos sea más equitativo. ''Buscamos bases más amplias e impuestos más bajos'', añadió.

El titular de Hacienda no mencionó en su discurso ante los afiliados a la Canacintra, y tampoco lo hizo en una breve sesión de preguntas y respuestas al término de su intervención, si habrá de parte del gobierno algún planteamiento para revivir viejas propuestas, como aplicar el impuesto al valor agregado (IVA) a medicinas y alimentos, que hizo naufragar negociaciones fiscales durante los dos gobiernos anteriores.

Carstens aseguró que la idea con que la Secretaría de Hacienda parte al inicio de la negociación con el Congreso es ''que el que tenga que pagar, que pague, y en esto hago referencia tanto a los agentes económicos más pequeños, como a los más grandes''. Añadió: ''No se puede hablar de terrorismo fiscal, sino de que el sistema sea más equitativo''.

Las alzas en básicos no crearán inflación

En el mismo foro, el titular de Hacienda rechazó que el reciente incremento en el precio de algunos productos básicos, como leche, tortilla y huevo, o bienes y servicios, como gasolina o peajes, provoquen un repunte en la inflación.

''Si bien hemos tenido variaciones en algunos precios muy importantes recientemente, esas son variaciones en precios relativos y no son aumentos sostenidos'', aseguró. ''Esos movimientos no van a tener un impacto en la inflación hacia delante'', dijo.

A la vez manifestó, como lo había hecho el jueves pasado en una conferencia en el Instituto Tecnológico Autónomo de México, que el gobierno federal no considera por ahora que exista el riesgo de recortar el gasto de 2007 por la reducción en los precios internacionales del petróleo.

La exportación de crudo aporta un tercio de los ingresos fiscales. Para 2007, en el presupuesto se consideró un precio de 42.80 dólares por barril. La semana pasada la mezcla mexicana de exportación cerró en 42 dólares por barril.

''Ha habido cierta intranquilidad por la reducción en el precio del petróleo'', comentó. ''Pero se han tomado medidas para hacer frente a esos efectos''. Entre ellas citó que el precio de la mezcla ya no es objeto de negociación política, sino producto de un cálculo que toma en cuenta el precio de los 10 años anteriores y el previsto para los cinco siguientes, además de que se han creado fondos de estabilización para hacer frente a los compromisos de gasto si hubiera un menor ingreso.

''Es anticipado empezar a hablar de ajustes fiscales en función del movimiento del precio de petróleo de dos días'', concluyó.