El domingo Osos jugará la final de la Conferencia Nacional contra Nueva Orleans
Gol de campo de Gould dio el triunfo 27-24 a Chicago sobre Seattle en tiempo extra
Conectó la patada de 49 yardas a los cinco minutos del periodo suplementario
Ampliar la imagen Brian Urlacher (54) y Chris Harris (izquierda), de Chicago, impiden que Darrell Jackson (82) reciba un pase, en jugada del segundo cuarto Foto: Ap
Chicago, IL., 14 de enero. Robbie Gould se vistió de héroe al conectar gol de campo de 49 yardas en tiempo extra, que dio el triunfo a Osos de Chicago 27-24 ante Halcones Marinos de Seattle.
En un dramático final, el pateador de Osos puso a los más de 60 mil aficionados que abarrotaron el Soldier Field al filo de sus asientos, al colocar entre los postes el ovoide, cuando ya se habían jugado cinco minutos del tiempo suplementario.
El primer triunfo de Chicago en playoffs desde 1994 abrió las puertas a la final de la Conferencia Nacional (NFC) que jugará el siguiente domingo contra Santos de Nueva Orleans, en la disputa por el boleto al 41 Supertazón en Miami, el próximo 4 de febrero.
El partido comenzó con un ataque terrestre de Chicago, que lució arrollador con un Thomas Jones que aprovechó los huecos que le proporcionó su línea ofensiva, para abrir el marcador con acarreo de nueve yardas.
La primera jugada del segundo cuarto trajo el empate para los Halcones Marinos, subcampeones en 2006, quienes pudieron avanzar 71 yardas ante la férrea defensiva de Chicago, para llegar hasta las diagonales con envío de 16 yardas de Matt Hasselbeck a Nate Burleson.
Pero los Monstruos del Midway respondieron inmediatamente y de forma espectacular para recuperar la ventaja. Rex Grossman quemó a la defensiva secundaria de Seattle, con bombazo de 68 yardas para localizar a Bernard Berrian, quien llegó hasta la zona de anotación ante la locura de los aficionados.
Error de Grossman
Grossman cometió un grave error al querer correr y evitar la captura, pues en su afán por quitarse la tacleada soltó el ovoide, recuperado por el ala defensivo Chartric Darby, quien dejó en la yarda 27 de Chicago a su equipo.
Cinco jugadas más tarde la falla de Grossman fue capitalizada, en una cuarta y pulgadas para el primero y gol, Halcones Marinos fueron por todo con un acarreo de Shaun Alexander, quien corrió por el lado derecho del tacle para llegar a tierra prometida y empatar el juego a 14 puntos.
Con dos minutos por jugarse en la primera mitad y después del golpe en su contra, Osos recuperó la delantera en una serie de 57 yardas que culminó en una cuarta oportunidad y centímetros, en corrida de Thomas Jones de siete yardas para el 21-14.
Al regreso del medio tiempo, Alexander pudo mover las cadenas hasta llegar al campo de sus rivales, y dejar la mesa puesta para que viniera Josh Brown con gol de campo de 40 yardas que acercó a los emplumados en la pizarra.
Seattle dio la vuelta al marcador con acarreo de 13 yardas de Alexander, quien silenció por completo el estadio al sorprender a una defensiva que esperaba pase en tercera y 10, en una serie donde la ofensiva superó con facilidad a Osos.
Después de los intercambios de ovoide, Chicago pudo empatar la pizarra; cuando quedaban cuatro minutos por jugarse en el partido, Robbie Gould hizo bueno intento de gol de campo de 41 yardas para el 24-24.
Los nuevos Monstruos del Midway respondieron en el mejor momento y cerraron la puerta para evitar el gol de campo que le pudiera dar la victoria a Seattle, pues capturaron detrás de la línea a Hasselbeck para que el poco tiempo restante se consumiera.
Dramatismo en el Soldier Field
El dramatismo del tiempo extra se vivió al máximo en el Soldier Field, donde los seguidores de Chicago vieron a su defensiva detener el ataque de Seattle, y Rex Grossman metió a sus compañeros hasta territorio enemigo.
Fue entonces cuando apareció Robbie Gould para convertirse en el héroe del partido, al conectar el gol de campo de la victoria de 49 yardas, el más largo de su carrera, ante la algarabía de los aficionados de Chicago que pintaron de negro y naranja el legendario cubil de Osos.
Grossman tuvo altibajos, pero pudo romper una racha de dos derrotas consecutivas en juego divisional por parte de Chicago, al completar 21 pases de 38 intentos para 282 yardas, un envío de touchdown y una intercepción.
Bernard Berrian, receptor de Chicago, fue el mejor hombre del legendario conjunto fundado por George Hallas, al acumular 105 yardas en cinco recepciones, una de ellas para touchdown en un perfecto arcoiris de 68 yardas.
Hasselbeck realizó una discreta actuación al concretar 18 de 33, 195 yardas, una anotación y le interceptaron un pase; mientras Alexander fue la figura de Seattle, al sumar 108 yardas corridas y dos touchdowns en 26 acarreos, ante una de las mejores defensivas de la liga.