Tengo una enfermedad contagiosa, se llama "necesitar más", bromea Rey del blues
A sus 81 años, B.B. King prepara gira de aniversario; realizará 150 conciertos
Ampliar la imagen B.B. King en imagen de 1992 tomada en el Auditorio Nacional Foto: Fabrizio León
Hollywood, EU, 8 de enero A los 81 años y después de 10 mil conciertos en seis décadas, la emoción sigue latente para B.B. King, el guitarrista y cantautor conocido como el indiscutible Rey del blues que regresa a los escenarios de Estados Unidos en una gran gira aniversario.
Su cronograma de este año redujo a 150 los 240 conciertos que daba anualmente hasta 2005, pero sigue siendo impresionante. King sufre de diabetes crónica y de los riñones da todos sus conciertos sentado, pero no puede imaginar otra vida.
"Tengo una enfermedad que creo puede ser contagiosa", dice King a la AFP mientras se acomoda en el lujosamente equipado bus de giras. Se llama "necesitar más".
"No he tenido éxito musical tras éxito musical a lo largo de mi carrera. Sólo he tenido un éxito que se tocó en todas partes y fue The Thrill is Gone (La emoción se fue). Así que no estoy en posición de retirarme", asegura.
Pero King también se queda porque cree que es la mejor manera de que su música se escuche.
"Con excepción de la radio satelital hoy no escucho blues en la radio", se queja. "Así que una razón por la que viajo mucho es para poder llevar la música a la gente. Porque si no la llevo, no sale al aire".
El siempre jovial octogenario no ofrece una explicación para la gradual desaparición del blues de la radio.
"Es como estar manejando por la ruta", dice. "Ves a alguien caminando y si lo quieres recoger, lo recoges. Pero si no quieres recogerlo, no lo recoges".
Con tantos conciertos en su haber, se podría pensar que King perdió el temor escénico hace mucho. No es así, afirma. Aún hoy se pone nervioso antes de cualquier actuación en vivo.
"Uno nunca sabe con qué te vas a encontrar", dijo momentos antes de subir al escenario del teatro Kodak de Hollywood el sábado. "Para mí es como ir a la guerra. La audiencia sabe más de mí de lo que yo sé de ellos".
"Cuando subo al escenario todavía me siento como un pequeño bote en un océano. Allá afuera, solo. Algunos le llaman pánico escénico. algunos me dicen que es preocupación. Pero yo creo que es como ver a tu familia política por primera vez", dice.
"Y si alguna vez has estado casado sabes cómo es eso. ¡Dios mío!"
Hijo de campesinos nacido en Itta Rena, Mississippi (sur), Riley B. King empezó su vida trabajando en una plantación. Lo hizo manejando tractores, "un muy buen conductor de tractores además, si debo decirlo", cuando en 1948 fue invitado a tocar en un restaurante en West Memphis, Tennesse.
"En la plantación solíamos decir que trabajamos 'de poder a no poder', desde que puedes ver hasta que no puedes ver. Mi salario era de 22 dólares semanales", recuerda.
"Pero cuando toqué por primera vez en el Grill me pagaron 12.50 dólares por noche. Una gran diferencia".
Sesenta años después, King es el músico de blues más renombrado del siglo XX y una importante influencia para miles de artistas, desde Eric Clapton y el ex Beatle George Harrison hasta la banda irlandesa U2.
King lleva prendida con orgullo la Medalla Presidencial de la Libertad, el mayor reconocimiento civil en Estados Unidos, que recibió el año pasado.
"Me pregunto cómo supieron mi nombre, cómo sabían de mí", dijo. "Sabía que en las Fuerzas Armadas si haces algo especial te dan un Corazón Púrpura. Pero no sabía que existía algo similar para los civiles. Así que fue un honor maravilloso".