Se le acusa de ocho homicidios y varias desapariciones
Detienen a figura clave de la Alianza Anticomunista Argentina
Buenos Aires, 9 de enero. Juan Ramón Morales, figura clave de los escuadrones de la muerte de la Alianza Anticomunista Argentina (Triple A) en la década de los años 70, fue detenido aquí en las últimas horas, lo que no sólo permitirá avanzar en los juicios contra los responsables de los crímenes de esa organización, sino también en los cometidos durante la pasada dictadura (1976-1983) y su intervención en la Operación Cóndor y sus preliminares, como Colombo.
La justicia argentina espera la extradición desde España de otra figura clave de la Triple A, como lo fue el ex subcomisario Rodolfo Almirón, quien estuvo casado con una hija de Morales, por lo cuál no sólo eran una "familia" para el crimen.
Morales, de 88 años, quien permanecerá en prisión domiciliaria mientras dure el proceso, se negó a declarar en la vieja causa de 1984, reactivada ahora, en la que se les acusa de ocho homicidios y varias desapariciones, como delitos de lesa humanidad y por tanto imprescriptibles.
Más de mil 500 personas fueron asesinadas entre finales de 1973 y 1975 por la Triple A, que actuó desde el poder ya que José López Rega, su fundador, era ministro de Bienestar Social; la ayuda de esta organización criminal fue de extrema utilidad para la pasada dictadura.
De hecho, la CIA colaboró con la Triple A, como lo hizo con la dictadura, enviando sus largas listas de espionajes a figuras del peronismo revolucionario y de la izquierda, "enemigos" en el contexto de la Doctrina de Seguridad Nacional de Estados Unidos.
Almirón y Morales tenían un juicio abierto en 1984, causa que Oyarbide encontró archivada cuando saltó a luz pública en España la presencia del primero en Valencia.
López Rega y sus hombres más cercanos debieron dejar el gobierno de la presidenta María Estela Martínez de Perón cuando comenzó el descalabro oficial, a mediados de 1975, para escapar a "refugios seguros", pero el "nido de víboras" quedó intacto aquí.
En 1986, el entonces joven fiscal Aníbal Ibarra pidió la reclusión perpetua de López Rega, quien fue extraditado a Argentina, acusado de varios homicidios perpetrados por la Triple A, pero falleció en 1989 antes de la sentencia definitiva.
Una cantidad de informaciones antiguas y revelaciones del libro escrito hace tiempo por Ignacio González Jantzen, periodista radicado en México, resurgen ahora, y Página 12 reflotó la historia de Felipe Romeo, uno de los más activos hombres de la Triple A, quien editaba la revista El Caudillo.
Como recuerda el periódico, la revista apareció el 16 de noviembre de 1973 y en sus páginas había listas de militantes y recuadros con fotografías con los zurdos (izquierdistas) "buscados". Todos sabían que esto era una condena de muerte.
La matanza de dirigentes del peronismo revolucionario y progresista así como de militantes de izquierda fue el objetivo de la Triple A, lo que continuó ya abierta y sistemáticamente la dictadura pasada.
Miles de personas, entre ellos dirigentes sindicales, abogados, estudiantes y artistas, debieron buscar asilo en el exterior. Los cadáveres arrojados en diversos lugares de esta capital con las manos atadas y señales de torturas y el asesinato en las calles a balazos eran el sello de la Triple A.
También han surgido en los últimos años, en las investigaciones sobre los crímenes de la Operación Cóndor y sus antecedentes, las vinculaciones de la Triple A con la dictadura chilena de Augusto Pinochet y la paraguaya de Alfredo Stroessner.
Después de más de 22 años de olvido de estas causas abiertas en 1984, llegó el turno de la verdad y la justicia.