Entrevista a BEATRIZ PAREDES RANGEL, ASPIRANTE A LA PRESIDENCIA NACIONAL DEL PARTIDO REVOLUCIONARIO INSTITUCIONAL

La reconciliación devolverá la competitividad al PRI

Sugiere insertar el país en la globalización, "sin subordinaciones"

La política tlaxcalteca revisa, entre otros temas, las condiciones en que se encuentra el tricolor tras dos derrotas consecutivas en los comicios presidenciales, y llama a asumir una oposición responsable ante el segundo gobierno federal panista

CIRO PEREZ SILVA

Cualquier intento por hacer que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) vuelva a ser competitivo pasa, necesariamente, por la reconciliación de los priístas, por que la dirigencia reconozca que las bases son superiores a las elites y por que este instituto político recupere la ética pública, aseveró Beatriz Paredes Rangel, aspirante a la presidencia nacional del tricolor.

Del análisis conceptual que permitiría al PRI recuperar lo que llamó "perfil institucional del partido", la presidenta de la Fundación Colosio tocó uno de los aspectos que, luego de la falta de cortesía política para con los militantes, más han lastimado a sus correligionarios: la falta de claridad en el manejo de los recursos económicos de este partido.

"Espero transparentar las finanzas del partido; creo que tiene que quedar muy claro cuál es el origen de los recursos que se utilizan para campañas"; me parece importante el financiamiento público manejado con absoluta pulcritud y transparencia. Y ello por una razón de principios", enfatizó Paredes Rangel.

La ex gobernadora, ex senadora y ex diputada federal, consideró que, en términos del Estado democrático, la aportación de financiamiento público a los partidos garantiza la autonomía de los mismos de grandes intereses fácticos. "Es un asunto de principios. Y, por otra parte, creo que los dirigentes deben transparentar también sus recursos y sus finanzas, y además de ello estimular una muy clara convocatoria a la ética pública de quienes resultan postulados y electos con las siglas del partido", subrayó.

En entrevista con La Jornada, la política tlaxcalteca revisó las condiciones en que se encuentra su partido, luego de dos derrotas consecutivas en las elecciones presidenciales, en contiendas locales donde las victorias se dieron por la mínima diferencia y en una legislatura donde los priístas fueron relegados hasta el tercer lugar.

Habló también de su propósito hacia el relevo de la dirigencia que encabeza Mariano Palacios Alcocer y el papel del tricolor ante el segundo gobierno federal del Partido Acción Nacional.

"Creo que tenemos que reconciliarnos hacia el interior del PRI; hay que hacer un esfuerzo de reconciliación, y creo que la argamasa y cementante que nos va a reconciliar son los valores, y compartir una visión de país. Creo que debemos evitar las facciones", insiste cuando se le interroga sobre el reto inmediato de su partido.

"Me parece que un mérito de la construcción institucional del PRI es que trascendió los grupos ligados a caudillos o personajes y pudo vincularlos a grandes propósitos, a segmentos gremiales o a visiones de país. Entonces, creo que hay que recuperar el perfil institucional del partido. Por otra parte, me parece que es muy importante recuperar el valor de la ética pública. Creo que es un asunto relevante no sólo para el PRI, sino para la política", señala desde su oficina en el primer piso de la Fundación Colosio.

Esto, subraya, "porque es muy difícil que uno demande a la sociedad o a la ciudadanía confianza, si la ciudadanía no tiene claro cuáles son los parámetros éticos de quien le demanda confianza".

Interrogada sobre la ruptura de militantes con su partido, luego de que se sintieron traicionados en sus aspiraciones durante la elaboración de las listas de candidatos al Congreso, o por no encontrar ya en el PRI una vía para su desarrollo, Paredes Rangel admitió que al cambiar el sistema político mexicano, cambió también su partido como el escenario natural donde las personas que querían hacer política encontraban un espacio.

"Al cambiar el sistema político mexicano y dejar de ser el PRI la única vía de ascenso al poder, se multiplicaron estos espacios. Entonces, de manera natural, quienes habían arribado al PRI sólo con afán de ascenso político existiendo otras opciones políticas, lógicamente buscaron alternativas. Y por otra parte, me parece que hubo momentos en que la cerrazón priísta afectó a cuadros muy valiosos", comentó la ex gobernadora de Tlaxcala.

"Creo que es muy importante por eso reconciliar al priísmo; todos los priístas son valiosos. Y, en ese sentido, siempre es crucial tener una actitud incluyente, una actitud de suma y no una actitud de división y mucho menos de resta", reiteró.

­Frente al gobierno de Felipe Calderón, ¿cuál debe ser el papel del PRI? ­se le preguntó.

­Es indispensable que en el país los partidos políticos, todos, actuemos con responsabilidad. Y es indispensable, por el bien de los mexicanos, que actuemos con responsabilidad. Entonces yo he calificado eso de oposición responsable; ser muy claros en cuáles son las cuestiones del país que nos interesan; nuestra óptica sobre ellas; la óptica de los priístas sobre los temas trascendentes y actuar cuidando los intereses del país y de las mayorías.

Agregó que el planteamiento hecho hasta ahora por el presidente del PRI, Mariano Palacios Alcocer, corresponde, en sentido estricto, a lo que se desprende de los documentos básicos y del sistema constitucional mexicano, que no prevé gobiernos de coalición. "Es evidente que tal vez lo que necesitemos en el país sea una reforma de Estado", aunque la situación no es privativa de México, sino que se reproduce en toda América Latina.

Estudiosa de las transformaciones políticas, Paredes Rangel explica que el sistema presidencialista latinoamericano, y con mayor énfasis en México, era un sistema concebido para titulares del Ejecutivo que tendrían las mayorías en las cámaras. Cuando eso no se presenta, la tensión en el sistema político es muy alta, y en algunos países llega a niveles dramáticos.

"Lo que está evidenciándose es que la profundización democrática y la existencia de mayorías divididas y de sistemas multipartidistas, no son funcionales con el presidencialismo clásico del siglo xx en América Latina y que es fundamental que haya una revisión del Estado, una profunda revisión del Estado, y México no se escapa a esta necesidad", asevera.

­Cuando se habla de esta evolución, ¿es posible preguntarse si también hay que ajustar principios?

­Yo creo que esos son falsos debates para polarizar a la sociedad mexicana. Francia, que es un país absolutamente globalizado, que está participando activamente en la Unión Europea, es un país que defiende estrictamente su soberanía; Estados Unidos defiende verdaderamente en proporciones incomensurables su soberanía.

"Entonces me parece que tenemos que ser muy claros, pues si nosotros queremos una participación eficiente en la etapa contemporánea de la globalización, esa participación eficiente no significa subordinación. Significa reconocer un mundo global, pero no insertarnos en él de manera subordinada. Significa tener un proyecto muy claro de cómo la nueva realidad mundial respeta a un país con nuestras características y cómo nuestra inserción no es subordinada. Y si tenemos alianzas, las alianzas tienen que ser equitativas, no de subordinación", apuntó.

­Finalmente, cómo prevé la elección interna en su partido, luego de que el grupo que apoya a otro aspirante, Enrique Jackson, han empezado a señalarla a usted y a gente cercana a usted como responsable de una campaña contra él.

­Las personas cercanas a mí casi todas son muy amigas de Enrique Jackson. Yo soy amiga de Enrique Jackson. Y todas las personas cercanas a mí, verdaderamente cercanas, casi todas tienen una relación cercana con Enrique Jackson. Yo, en todos los momentos reiteraré mi aprecio por Enrique Jackson, por Javier Oliva, por el señor Alejandro Gárate, pues soy una persona que sé competir. Jamás he utilizado ni la descalificación ni el golpe bajo. Creo que quienes hagan esa apreciación simplemente no tienen una información exacta.