La BCT informa que lentamente se recuperan las poblaciones amenazadas
Libros y películas de terror casi le cuestan la vida a los murciélagos
Cambios en los métodos agrícolas y la ignorancia humana fueron su principal flagelo
Campañas de información en Gran Bretaña intentan modificar su imagen de monstruos
Ampliar la imagen Su puesto en la cadena alimenticia y los rumores desatados a partir de libros y películas que los presentan como chupadores de sangre pusieron en peligro a los murciélagos Foto: Archivo
Tras décadas de ir en descenso, las poblaciones británicas de murciélagos más amenazadas parecen estar recuperándose. Desde que Bela Lugosi agitaba su capa y volaba por las noches como el conde Drácula, el humilde murciélago ha sufrido un problema de imagen de proporciones casi catastróficas.
Gracias a Bram Stoker y al Hollywood de los años 30, estos mamíferos, muy sensibles a sus condiciones ambientales, han sufrido las consecuencias de su mítica representación como criaturas sobrenaturales.
Durante el siglo XX, las 17 especies de murciélagos que existían en Reino Unido disminuyeron dramáticamente como resultado de cambios en los métodos agrícolas, la pérdida de su hábitat y la ignorancia humana.
Sin embargo, según las más recientes cifras del Fondo para la Conservación del Murciélago (BCT, por sus siglas en inglés), parece ser que estas pequeñas criaturas al fin se están deshaciendo de su imagen monstruosa.
Extraños huéspedes
Por medio de un esfuerzo consistente para concientizar al público de que los murciélagos son criaturas nocturnas inofensivas, la protección de sus lugares de reproducción y mejoras en las prácticas agrícolas, el BCT asegura haber detectado un leve incremento poblacional en al menos cuatro especies de murciélagos: el Herradura menor, el de Daubenton, el Natterer y el Pipistrella.
Voluntarios del BCT dan asesoría gratuita a personas que encuentran murciélagos dormidos colgando del techo en sus áticos y tienen un servicio telefónico continuo que ofrece información y consejos sobre murciélagos que promueve un mayor entendimiento de la especie y su conservación.
"Estas son buenas noticias para algunos de nuestros murciélagos y el testamento del enorme esfuezo de miles de voluntarios en todo el país que trabajan para salvarlos", dijo Amy Coyte, presidenta ejecutiva del BCT.
"Estos excelentes datos estadísticos comprobables nos permiten medir el resultado de nuestros esfuerzos por conservar a estos maravillos animales que tanto contribuyen a nuestro patrimonio natural".
En un esfuerzo por educar al público, el BCT ha trabajado para mostrar que son falsas las creencias populares de que todos los murciélagos son vampiros, se le meten en el cabello a la gente y que son portadores de la rabia.
"Mucha gente les tiene miedo, sobre todo cuando los encuentra en sus casas, porque creen mitos como el de que son ciegos, que se entierran en el pelo o que chupan sangre", aseguró a su vez Jaime Eastham, vocera del BCT.
"Los murciélagos no son ciegos y tienen muy buen sentido de orientación. Los únicos murciélagos que se alimentan de sangre viven en Sudamérica y se alimentan del ganado, rasguñando la piel del animal y lamiendo; ninguno chupa sangre".
Con todo, el BCT, que ha monitoreado las poblaciones de murciélagos desde 1997, cree que aún falta mucho para que estos animales estén fuera de peligro.
Indicador ambiental
"Los murciélagos británicos decayeron mucho el último siglo y los incrementos en sus poblaciones son pequeñísimas comparadas con las pérdidas Seguimos muy preocupados por muchas especies, particularmente el murciélago café de orejas largas que tememos ya ha mostrado signos de posible extinción", señaló Coyte.
"Es vital que sigamos monitorieando las poblaciones de murciélagos, las tendencias poblacionales a largo plazo ayudan al trabajo de conservación y nos dan una idea más clara del estado de los murciélagos en nuestro país y de nuestro medio ambiente".
El fondo cree que los murciélagos son un importante indicador del estado ambiental, pues son los principales predadores de insectos nocturnos comunes, muy sensibles al uso de insecticidas y pesticidas, usos agrícolas, calidad del agua y temperaturas nocturnas.
"Los murciélagos son muy delicados y es tan probable que haya menos, en vez de más, a menos que sigamos con nuestro trabajo", señaló Chris Packham, presidente del fondo.
"Es bueno adjudicarse un éxito de conservación, pero no podemos dejarnos llevar por la complacencia, particularmente con animales como los murciélagos, que están muy cerca de la cima de la cadena alimenticia", agregó.
© The Independent
Traducción: Gabriela Fonseca