Científicos israelíes apuestan por un método alterno a la medicación tradicional
Estimulación magnética, nueva estrategia contra la depresión
Impulsos eléctricos en la cabeza de los pacientes ayudan a enfrentar daños cognitivos
Hod Hasharon, Israel, 1° de enero. Los científicos en Israel están buscando en lo profundo de las mentes de las personas deprimidas clínicamente para tratar de levantarles el ánimo.
Usando una actualización de la terapia de Estimulación Magnética Transcraneana (EMT) desarrollada localmente, ahora pueden enviar corriente eléctrica inducida mediante la alternancia de campos magnéticos de hasta ocho centímetros de profundidad en el cerebro para estimular partes que habían estado fuera de alcance.
La nueva tecnología fue desarrollada en 2002 por científicos israelíes, conducidos por Abraham Zangen del Instituto Weizmann de ciencia y descrita ese mismo año en un artículo en la publicación de neuropsicología clínica.
En el artículo, Zangen y sus colegas investigadores dijeron que esperaban lograr una "profunda estimulación cerebral" sin la necesidad de incrementar la intensidad de la corriente.
Los doctores israelíes están ahora conduciendo un ensayo clínico en el Centro Shalvata de Salud y Cuidado Mental en la ciudad de Hod Hasharon para evaluar el dispositivo en pacientes por primera vez.
Esperan que sus descubrimientos persuadan a que la Administración de Drogas y Alimentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) apruebe el uso de EMT para tratar la depresión. El efecto a largo plazo del método, que fue desarrollado en 1985 y ha sido usado y probado en todo el mundo, sigue siendo desconocido.
"Es como rehabilitación para el tejido cerebral dañado", dijo Eran Harel, un siquiatra que dirige los tratamientos experimentales, que comenzaron en mayo. Participan en ellos unos 30 voluntarios, la mayoría de los cuales sufre de depresión profunda.
El siquiatra Hilik Kevkovtz, director del Centro Shavata, dijo que los resultados preliminares en las instalaciones han sido alentadores.
"Muchos pacientes evolucionaron con el tratamiento, en la función del sueño, el apetito y el estado de ánimo", dijo.
"Los daños cognitivos desaparecieron y un paciente se sintió lo suficientemente bien como para volver a trabajar. Algunos pacientes informaron dolores de cabeza, mareos. Pero para la mayoría es muy conveniente", agregó.
Los científicos que participan en el estudio creen que la terapia EMT mejorada también podría ayudar a las víctimas de un derrame o a controlar varias adicciones más eficientemente que las drogas y tratamientos quirúrgicos convencionales y con menos efectos colaterales.
"No es dolorosa. Hay un poco de sensaciones raras en un principio pero (los pacientes) se acostumbran a ella muy rápidamente", señaló Harel.
Previamente, los impulsos electrónicos generados por el EMT podían penetrar sólo 1.5 centímetros en el cerebro, según los científicos que participaban de las pruebas.
Casco cableado
Durante los tratamientos experimentales con EMT, los pacientes son sentados en una silla y se les pone un casco hecho de cables, atado bajo su pera.
Un doctor coloca una espiral cerca de la cabeza y administra un impulso eléctrico de dos segundos, que suena como una ametralladora, periódicamente por 15 minutos.
Los voluntarios participan de 20 sesiones como esa durante un mes. Durante ese lapso, se les retira la medicación anterior usada para tratar sus enfermedades siquiátricas.
Los directores del Centro Shalvata no tuvieron pacientes disponibles para ser entrevistados por Reuters.
Pero en una entrevista reciente con el periódico Haaretz de Israel, Richard Hopkins, un británico de 35 años que participó en los ensayos clínicos después de leer sobre los avances del EMT en Internet, dijo que su depresión mejoró después del tratamiento.
"El cambio comenzó después de la primera semana", dijo. "Estaba más relajado y un poco más feliz. Estaba esperando el próximo tratamiento. Hoy me siento más positivo, con confianza en mí mismo y energía."
Los pacientes en los ensayos clínicos, de entre 18 y 65 años, fueron elegidos porque no habían respondido bien a los antidepresivos y otras drogas.
Sin embargo, Harel dijo que al final de su terapia de un mes, muchos volvieron a caer en sus estados anteriores de depresión y se les recetó medicación.
Señaló que eso indicaba que los pacientes de EMT podrían requerir tratamientos continuos.
Los investigadores habían probado la terapia EMT en voluntarios saludables antes y planean llevar a cabo mayores evaluaciones clínicas que involucren a cientos de personas que sufran de depresión.