Rhythms del mundo Cuba fusiona el rock y pop anglosajones con los ritmos caribeños
Sting, U2 y Coldplay cantan al son del Buena Vista Social Club
Proyecto altruista para apoyar a víctimas de desastres naturales y alertar del cambio climático
Ampliar la imagen Orlando Cachaíto López, Manuel El Guajiro Mirabal, Omara Portuondo, Eliades Ochoa e Ibrahim Ferrer. Imagen tomada en 2002 Foto: Roberto García Ortiz
La Habana, 30 de diciembre. Para paliar el dolor humano y proteger el medio ambiente, integrantes del Buena Vista Social Club grabaron un álbum con estrellas anglosajonas del rock y el pop.
El productor británico Kenny Young logró juntarlos en el disco Rhythms del mundo Cuba, que ya está a la venta. El fin es recaudar fondos para las víctimas de desastres naturales, como el tsunami asiático (2004) y el huracán Katrina (2005) que arrasó el sur de Estados Unidos, además de advertir sobre la amenaza del cambio climático.
"Los temas ambientales son muy importantes para la vida, y es algo hermoso que, aunque sea cantando, podamos proporcionar bienestar al alma de los necesitados", aseguró la cantante cubana Omara Portuondo, considerada la diva del Buena Vista.
Otra figura de la constelación isleña, el timbalero Amadito Valdés, explicó que participó en el disco porque "tiene que ver con la protección del medio ambiente, y yo soy amante de esas causas, pues creo que todos tenemos el deber de sanar nuestra casa común, el planeta".
Fue precisamente el compromiso del productor y su sello, Artists' Project Earth (APE), con el medio ambiente lo que unificó a los artistas para que participaran en el álbum.
El director de orquesta y trombonista cubano Demetrio Muñiz, arreglista junto con su coterráneo Miguel Patterson de los temas del disco, comentó que la causa ambientalista constituyó "una fuerte motivación" para este trabajo inédito.
"Llamar la atención sobre el nefasto calentamiento global y otros daños ecológicos que sufre la Tierra hizo que las estrellas extranjeras y las de nuestro país aceptarán sin reservas participar en el disco", recalcó.
Al menos dos libras esterlinas (unos cuatro dólares) por cada disco vendido serán donadas a APE, la organización encargada de canalizar la ayuda a los damnificados de las catástrofes.
El laudista Barbarito Torres, otra estrella del Buena Vista, dijo que cuando conoció los objetivos del proyecto contestó: "estoy de acuerdo, y si se hacen 10 más yo participó, porque esta es una labor de amor, de solidaridad y de humanidad".
Decálogo ecológico
Una peculiaridad que hace de Rhythms del mundo Cuba una creación sui generis es el cuaderno de presentación del compacto, que es al mismo tiempo un manual de ecología.
Así, en vez de detenerse en las reconocidas y antológicas piezas a base de ritmos cubanos, el texto contiene un decálogo sobre el cambio climático y las acciones que cada persona puede llevar a cabo para revertirlo:
"Apague los equipos eléctricos que no esté usando; deje su auto en el estacionamiento; haga compras locales; tome vacaciones en su propio país; ducha, no baño; abonar y reciclar; use bombillas ahorradoras (de bajo consumo)". También hay advertencias tan reales y dramáticas como: "estamos en el proceso de destruir el mundo natural".
Elogios de la crítica
Desde su salida al mercado internacional en 57 países simultáneamente en noviembre pasado, Rhythms del mundo Cuba acaparó elogios de críticos y amantes de la música, tanto por la iniciativa humanitaria, como por la excelente calidad de los temas y el impresionante conglomerado de celebridades.
Además de Portuondo, Valdés y Torres, por el Buena Vista participan el fallecido Ibrahim Ferrer, Orlando Cachaíto López, y Manuel El Guajiro Mirabal.
En tanto, entre los solistas y grupos de rock y pop anglosajones destacan los ingleses Sting, Coldplay, Arctic Monkeys, Radiohead, Dido and Faithless y Kaiser Chiefs; el grupo irlandés U2; los estadunidenses Maroon 5, Jack Johnson y Aquila Rose, además de Vanya & Quincy y los escoceses de Franz Ferdinand.
Muñiz subrayó la complejidad de los arreglos, pues tuvieron que trabajarse sobre bandas sonoras originales de británicos y estadunidenses, especialmente en las voces, que se mantuvieron la mayoría de canciones.
"Es un trabajo que ni Miguel ni yo habíamos hecho. Creo que muy poca gente ha hecho ese trabajo de conservar las voces, los coros y los ambientes de grabación originales de géneros muy diferentes de los que les incorporamos más tarde, y luego fusionarlos con música grabada aparte por nuestros músicos", valoró.
La mezcla funcionó y el disco ya se proyecta como una joya musical que nos sorprende con temas como Better Together convertidos en un auténtico son cantado por Jack Johnson.
Una transformación similar se escucha en Fragilidad, de Sting, y en One step too far, de Dido and Faithless, devenidos en chachachá con ritmo afro de tambores batá, o en el mítico As time goes by, "naturalizado" como bolero en las voces de Omara e Ibrahim.
Múltiples reseñas del álbum aseguran distinguir en los diferentes cortes el sonido de Buena Vista Social Club, pero Muñiz rechazó esa percepción. "El concepto sonoro no tiene nada que ver con aquel disco, no por bueno o malo, sino porque es sencillamente diferente", dijo.
Cubanía anglosajona
Cada una de 16 piezas que integran el disco compacto transitan por el son, el bolero, la conga y el chachachá cubanos, con predominio de este último género.
Valdés añadió que es un género lleno de "cubanía". "Incluso digo que la palabra salsa no pudo absorber al chachachá, al que todo el mundo tuvo que seguir llamándolo por su nombre sin incluirlo en la etiqueta", ponderó.
"El disco es una criatura felizmente atípica y eso te llena de alegría. Es difícil encontrar un proyecto nuevo que valga la pena, y en este caso fue maravilloso, una locura feliz", señaló Muñiz.
En 2007 se celebrará el décimo aniversario del premio Grammy obtenido por el disco Buena Vista Social Club.