2007, LA PALETA DE DIEGO RIVERA PINTA EL AÑO

Murales en Francia, exposiciones y publicaciones de libros en el país, entre los actos

Ola de conmemoraciones por los 50 años de la muerte del artista

La fundación Diego Rivera publicará una edición del Popol Vuh ilustrada con acuarelas del artista

Guanajuato prepara varios actos para recordar al pintor nacido en ese estado

ANA MONICA RODRIGUEZ

Una serie de murales que plasmarán varios artistas en Lyon, Francia, además de exposiciones y publicaciones de libros, integran parte de las actividades que se planean realizar a lo largo de 2007 para conmemorar el 50 aniversario luctuoso de Diego Rivera, fallecido el 24 de noviembre de 1957.

Los homenajes al célebre pintor guanajuatense aún se están proyectando en diversas instancias y museos y el mes de noviembre del año que inicia promete ser el de mayor difusión artístico-cultural para recordar a una de las figuras claves de la plástica mexicana del siglo XX.

Guadalupe Rivera Marín, hija del extinto muralista, explicó a La Jornada que la Fundación Diego Rivera coeditará junto con otras instituciones cinco libros que estarán en circulación durante 2007, entre los cuales mencionó Los murales de Diego Rivera en los edificios públicos de México, Cuadernos de apuntes de Diego Rivera realizados en 1906 y una versión del Popol Vuh ilustrada con acuarelas del pintor.

Para febrero, continuó Rivera Marín, la fundación recibirá a un comité procedente de Lyon para firmar un convenio en el que también figura el fideicomiso del Banco de México para realizar el proyecto de que varios artistas pinten murales en ese ciudad francesa en homenaje a Diego Rivera, en los cuales convergerán temáticas sobre la vida, obra y figura del creador del mural Sueño de una tarde dominical en la Alameda central.

"En este proyecto llevamos seis meses trabajando, desde que la fundación organizó el Encuentro Mundial de Arte Mural con la participación de 128 personas de varios países, y este congreso se realizará nuevamente en 2007 para homenajear a mi padre."

Agregó: "también el Fideicomiso del Banco de México tiene programadas varias actividades para finales del próximo año, incluidos los festejos en el 100 aniversario del natalicio de Frida Kahlo en la Casa Azul".

En el Museo Anahuacalli Diego Rivera ­que se encuentra en restauración­ también se prepara un interesante programa de actividades para recordar al artífice de ese lugar.

Asimismo, en Xochimilco, en el Museo Dolores Olmedo, se trabaja para conformar el programa de actividades en torno al cincuentenario de la muerte del muralista y pintor, entre las que sobresale una magna exposición en homenaje a Diego Rivera. Ese recinto además posee un importante acervo con la obra del muralista mexicano.

A propósito del 20 aniversario del Museo Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo también se preparan una serie de festejos entre los que figuran dos exposiciones, con la curaduría de Juan Coronel Rivera, en torno de Diego María Concepción Nepomuceno Estanislao Rivera Barrientos Acosta y Rodríguez, nacido el 8 de diciembre de 1886 en la ciudad de Guanajuato.

Las muestras Diego Rivera. Palabras ilustres y Diego Rivera. Imágenes ilustradas profundizan sobre el arte nacional y europeo del siglo XIX y los encuentros que mantuvo el pintor con los grandes artistas de la época, sus alumnos y jóvenes artistas.

En su ciudad natal también se preparan actividades en lo que fue su hogar, en la calle de Pocitos número 47 y que ahora se conoce como Casa Diego Rivera al igual que en el Museo Mural Diego Rivera, en la Alameda central capitalina.

Diego Rivera estudió en la Academia de San Carlos con Santiago Rebull y José María Velasco. En 1907 decidió viajar a Madrid para perfeccionar sus estudios con Eduardo Chicharro.

Durante los años de estudio y trabajo que pasó en Europa, principalmente en España, Francia e Italia, asimiló las principales tendencias de la época, por ello, sus dos etapas iniciales, paradójicamente, reflejan tanto la influencia realista de Zuloaga y Chicharro, como la cubista de Juan Gris y Picasso.

No obstante, identificado con el movimiento comunista, Diego Rivera renegó a su regreso a México de la educación estética recibida en Europa y, recogiendo la tradición india y negra, aunque sin olvidar la técnica europea, enarboló el muralismo como estandarte de su indigenismo y su ideología marxista.

Con su vigoroso y original estilo representó la resolución y la síntesis de los más distintos movimientos culturales: la técnica europea, a la que debe su sabia estructuración decorativa; el más genuino sentimiento popular, que impregna sus obras de mexicanismo; así como su ideario social, que hace de su arte un vehículo de propaganda.

Hasta antes de su muerte Diego Rivera trabajaba en los muros de Palacio Nacional en donde plasmó la historia de México; dejó otras paredes inconclusas en las que hoy, a 50 años de su ausencia, extrañan sus trazos.