Usted está aquí: domingo 31 de diciembre de 2006 Mundo Con la muerte del ex presidente iraquí no acabará la violencia, admite Bush

Mutismo de Tony Blair ante el ajusticiamiento del depuesto mandatario

Con la muerte del ex presidente iraquí no acabará la violencia, admite Bush

Rechazan gobernantes de Argentina, Perú, Brasil y Venezuela la medida; silencio mexicano

AFP, DPA, REUTERS

Ampliar la imagen Chiítas iraquíes ahorcan en Ciudad Sadr una réplica del derrocado presidente de Irak Foto: Ap

Ampliar la imagen Miembros de Baaz en el exilio, el partido de Hussein, escuchan noticias del ajusticiamiento en la sede de la organización en Ammán, Jordania Foto: Ap

Washington, 30 de diciembre. Haber llevado a "Saddam Hussein a la justicia no acabará con la violencia en Irak", reconoció el presidente George W. Bush en un comunicado difundido hoy aquí, en que se congratuló de que el mandatario al que derrocó en marzo de 2003 "haya recibido un juicio justo".

El mandatario, según el vocero adjunto de la Casa Blanca, Scott Stanzel, se despertó con la información de que Hussein murió en la horca en Bagdad mientras él dormía en su rancho de Crawford, estado de Texas, tal como sus asesores le anticiparon poco antes de ir a la cama.

El consejero de seguridad presidencial, Steven Hadley, comunicó por teléfono a Bush a las 18:15 del viernes los preparativos de la ejecución, con base en información que le transmitió desde Bagdad el embajador estadunidense, Zalmay Jalilzad.

El juicio contra Hussein "es un testamento para la decisión del pueblo iraquí de avanzar tras décadas de opresión, que (...) haya recibido un juicio justo. Esto no habría sido posible sin la determinación del pueblo iraquí de crear una sociedad gobernada por el imperio de la ley", añadió el gobernante estadunidense.

A diferencia de Bush, el primer ministro de Gran Bretaña, Tony Blair, que acompañó a Washington en todo el proceso de ocupación de Irak, se enteró de la ejecución en el momento mismo de que la noticia fue difundida a escala mundial, según un despacho de la agencia alemana Dpa.

Blair, de vacaciones en Estados Unidos, recibió la noticia antes de irse a la cama, y no emitió declaración sobre el hecho.

Sin embargo, la secretaria de Asuntos Exteriores de Gran Bretaña, Margaret Beckett, dijo estar "complacida" por "el hecho de que Hussein haya sido enjuiciado por una corte iraquí", y destacó que aunque "pagó sus cuentas", el gobierno británico está en desacuerdo con la pena de muerte.

Gran Bretaña mantiene a 7 mil 200 soldados de ocupación y ha sufrido la muerte de 124 militares en tres años y nueve meses, periodo en el que Estados Unidos ha mantenido a una fuerza de 140 mil hombres y ha perdido a casi 3 mil militares.

En previsión a una eventual reacción de simpatizantes de Hussein, el Departamento de Estado advirtió a los jefes de las misiones diplomáticas en el extranjero que deben "revisar sus medidas de seguridad.

En América Latina ­donde sólo El Salvador apoya la ocupación de Irak con tropas­, las reacciones sobre el ahorcamiento surgieron sólo desde Argentina, Brasil, Perú y Venezuela, mientras que el gobierno de México guardó silencio sobre el tema.

"No sé si fue justicia o una venganza", dijo el presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, al responder a reporteros. "Los que ocupan Irak deben tener conciencia de que ese país solamente encontrará la paz cuando permitan que las divergencias internas las resuelva el pueblo".

"Creo que le quita mucho de juridicidad y de justicia que esa ejecución se haya llevado a cabo cuando un país está ocupado por fuerzas extranjeras", dijo a su vez el presidente peruano, Alan García.

Desde Buenos Aires, el presidente Néstor Kirchner sostuvo en un comunicado que "la ejecución no contribuirá al proceso de pacificación ni ayudará a promover la reconciliación entre las distintas comunidades que conforman la sociedad iraquí".

En Caracas, la comisión de política exterior de la Asamblea Nacional de Venezuela repudió la muerte de Hussein, a la que consideró una "violación a los derechos humanos" en virtud de que fue resultado de un "juicio amañado".

En Europa, la Unión Europea y los gobiernos de Alemania, España y Francia, entre otros, hicieron pronunciamientos.

"Respetamos el veredicto de la condena de Saddam, pero es público que Alemania está en contra de la pena de muerte. Deseo al pueblo iraquí que encuentre su camino sin violencia", dijo la canciller federal alemana, Angela Merkel, ante la prensa.

España, que durante el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero ha promovido el programa de entendimiento internacional "Alianza de Civilizaciones", lamentó la ejecución del ex mandatario, "en congruencia con su posición y la de la Unión Europea contra la pena de muerte".

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Francia ­país que se opuso a la invasión encabezada por Estados Unidos y Gran Bretaña­ emitió una declaración oficial en la que se limitó a señalar que "toma nota" de la ejecución e instó a los iraquíes a mirar "hacia el futuro y trabajar por la reconciliación y la unidad nacional".

Una declaración similar fue hecha por el gobierno de Canadá, cuyo primer ministro, Stephen Harper, hizo votos por "un futuro de paz y prosperidad en Irak".

La prensa del mundo, en general, reprobó la pena de muerte contra Hussein.

El diario británico The Independent, en su edición de este domingo, señala que "una de las esperanzas de un iluminado imperio de la ley internacional es dejar en el pasado la pena de muerte, incluso en los casos más serios de genocidio.

"Desde los juicios de Nuremberg de 1945 y 1946 hasta las acciones para lidiar con crímenes de guerra en la Corte Internacional de La Haya, uno de los cambios profundos en actitudes legales ha sido el abandono gradual de la pena capital. Inclusive Israel, que ejecutó a Adolf Eichmann en 1962, no ha vuelto a recurrir a la pena de muerte", señaló el periódico londinense en un comentario editorial.

En Medio Oriente, la muerte de Hussein suscitó reacciones antagónicas: Israel e Irán hablaron de un castigo justo, mientras Egipto y Arabia Saudita deploraron que hubiera sido ahorcado el día de la celebración de Aid al Adha, la Fiesta del Sacrificio, que conmemora la muerte de Abraham.

"Egipto lamenta que las autoridades iraquíes hayan aplicado la sentencia (...) y se haya producido en el primer día del Aid al Adha", declaró el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Alaa Hadidi. "La elección de esa fecha no tomó en consideración los sentimientos musulmanes y el carácter sagrado de este día del perdón".

El portavoz del movimiento de resistencia islámico Hamas, que dirige el gobierno palestino, Fawzi Barhoum, denunció un "asesinato político" que "viola todas las leyes internacionales que supuestamente protegen a los prisioneros de guerra".

Libia, que denunció esta semana el juicio contra el ex mandatario iraquí, decidió decretar tres días de duelo nacional "por el prisionero de guerra Saddam Hussein" y canceló los festejos de Aid al Adha.

Por su parte, el dirigente kurdo Masud Barzani se congratuló por la ejecución y recordó la necesidad de que prosiga el juicio de Anfal, en que el ex presidente estaba acusado de genocidio contra los kurdos.

Entre las organizaciones de derechos humanos, la única que se pronunció fue Human Rights Watch, que reiteró que el juicio estuvo "marcado por carencias".

 
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