Fueron aplazadas las ejecuciones de Barzan Tikriti y Awad Bandar, informa Bagdad
"Atacar sin piedad" a tropas de ocupación de EU, pide el partido Baaz de Saddam Hussein
Atentados en Bagdad y Kufa dejan 73 muertos; diciembre, mes con más bajas estadunidenses
Bagdad, 30 de diciembre. Las cadenas televisivas árabes mostraron hoy imágenes del momento en que el derrocado presidente Saddam Hussein es conducido a la horca y cuando su cadáver yace envuelto en una sábana blanca, mientras el partido Baaz exhortó a los iraquíes a "atacar sin piedad" a la ocupación estadunidense y a Irán para vengar la ejecución del ex mandatario, al tiempo que la violencia dejó hoy 73 muertos y diciembre se convirtió en el mes con mayores bajas para las fuerzas de Estados Unidos.
Dos hombres encapuchados le pusieron la soga al cuello al ex mandatario, quien se veía robusto a sus 69 años; se rehusó a ser encapuchado o a la intervención de un clérigo, pero dijo una breve oración antes de caer inconsciente rápidamente en la horca, usada alguna vez por su policía secreta.
Poco antes de ser ejecutado, el derrocado líder se dijo así mismo: "No temas, Dios es grande. El país saldrá victorioso. Palestina pertenece a los árabes", las que fueron sus últimas palabras. Algunos testigos declararon: "Escuchamos cuando su cuello tronó instantáneamente".
Las imágenes de baja calidad de Biladi, canal de televisión chiíta, mostraron luego a Hussein tendido con el cuello torcido y con lo que parecía sangre o un hematoma en su mejilla izquierda, y posteriormente cuando es cubierto con una sábana blanca.
"Subió con calma al patíbulo, resuelto y valiente", relató el consejero de Seguridad Nacional, Muafaq Rubai, testigo de la ejecución. No dio "ninguna señal de arrepentimiento. Alababa a los mujaidines, a los jihadistas. Insultaba a los persas y también a Occidente", contó Rubai a la televisión gubernamental Iraqia.
"No trató de resistir y no pidió nada. Tenía en sus manos un ejemplar del Corán, que deseó enviar a una persona. Alguien tomó el nombre del destinatario y prometió cumplir el pedido", abundó.
La ejecución por ahorcamiento tuvo lugar en uno de los centros de tortura utilizados por el gobierno de Hussein en Kadhamiya, al norte de Bagdad, que actualmente funciona como cuartel de los servicios de inteligencia iraquíes.
El primer ministro iraquí, Nuri Maliki, se felicitó por la "ejecución del criminal", aunque lanzó un llamado a la reconciliación de los partidarios del ex presidente cuyas "manos no estén manchadas de sangre".
Luego su cuerpo fue trasladado a Awja, aldea natal cerca de la ciudad de Tikrit, y su familia dijo que será enterrado en el bastión de la insurgencia sunita de Ramadi, sin precisar cuándo, aunque es costumbre musulmana sepultar al muerto dentro de un día.
Las autoridades impusieron un toque de queda para evitar reacciones violentas tras la muerte del derrocado presidente.
Hussein, quien dirigió Irak con mano de hierro casi 25 años, de 1979 a 2003, fue condenado a morir en la horca el 5 de noviembre por la matanza de 148 aldeanos chiítas en el poblado de Dujail, en represalia por un atentado frustrado en su contra en 1982.
También era procesado por el asesinato de al menos 180 mil iraquíes kurdos en las denominadas "campañas de Anfal", entre los años 1987 y 1988.
Detenido el 13 de diciembre de 2003 cerca de Tikrit, al norte de la capital, por soldados estadunidenses que lo hallaron en un escondite subterráneo, pasó los dos últimos años detenido en un lugar secreto.
La ejecución de los dos coacusados del ex presidente, su medio hermano Barzan Tikriti y el ex presidente del tribunal revolucionario, Awad Bandar, fue aplazada en el último momento para destacar la muerte de Hussein, explicó Rubai.
Los coacusados recibieron con calma la noticia de la ejecución del ex mandatario. Respecto del futuro de los ex funcionarios, Rubai precisó que "serán ejecutados después del Aid al Adha", la fiesta musulmana del sacrificio, que termina el jueves.
El partido Baaz, de Hussei, exhortó a los iraquíes a "atacar sin piedad" a la ocupación estadunidense y a Irán para vengar la ejecución del ex presidente iraquí, pero advirtió a sus seguidores de que no sumerjan al país en una guerra civil.
Varios cientos de iraquíes se manifestaron contra la ejecución de Saddam Hussein en Tikrit, su ciudad natal, coreando y gritando consignas en favor del ex presidente. Las manifestaciones tuvieron lugar frente a la mezquita Saddam y se desarrollaron en forma pacífica sin intervención de las fuerzas de seguridad.
En contraste, la ejecución de Hussein fue acogida con disparos de alegría por una multitud congregada en la zona céntrica de Najaf, al sur de Bagdad, y en la capital se escucharon brevemente algunas ráfagas de metralleta también en los barrios con mayoría de población chiíta.
Por otro lado, cuatro coches bomba en barrios chiítas de Bagdad y en la ciudad de Kufa, al sur de la capital iraquí, provocaron hoy 73 muertos, horas después que el antiguo mandatario fue ejecutado, en medio de temores de represalias por parte de sus seguidores árabes sunitas.
Además, diciembre se convirtió en el mes con mayores bajas para las tropas estadunidenses en Irak en dos años, después de que el ejército invasor reportó hoy la muerte de otros seis soldados, lo que la cifra de militares abatidos se ubicó en 2 mil 998.