Apremia a instaurar programas éticos de migración
Señala académica crecimiento exponencial de fuga de cerebros
La emigración de talentos mexicanos a otras naciones ha aumentado exponencialmente porque en el país no se reconoce la importancia de la ciencia, la tecnología y la educación superior para un futuro mejor, afirmó la secretaria de Innovación Educativa de la Coordinación de Universidad Abierta y Educación a Distancia
de la Universidad Nacional Autónoma de México, Judith Zubieta García.
Adelantó que frente a esta problemática ya comenzaron los esfuerzos para crear un proyecto de red de talentos del Instituto de los Mexicanos en el Exterior, con el propósito de evitar la fuga de cerebros. Son "decenas de miles" los que ya se han ido, lo que "ha dañado al país y disminuido su posibilidad de participar en condiciones competitivas en la economía globalizada".
Zubieta García subrayó la necesidad de que este tema se incorpore en las agendas de negociación bilateral y multilateral de los países expulsores del Sur y las naciones receptoras del Norte, con el objetivo de que se instauren políticas y programas éticos.
Aunque en México no existen cifras reales sobre la emigración de talentos, los connacionales se van principalmente a Estados Unidos y, en menor cantidad, a Inglaterra, Francia, Alemania y Canadá, señaló.
Explicó que los países expulsores sufren una doble pérdida: la de la inversión del Estado en sus recursos humanos, que terminan en un mercado laboral de otra nación, y la de la expectativa de que estos cuadros puedan generar cambios positivos en las sociedades a que pertenecen.
Recordó que las naciones africanas han señalado la falta de probidad de los estados receptores industrializados que, a pesar de que conocen el impacto negativo de su reclutamiento de profesionales de la salud, lo siguen realizando.
Sudáfrica ha podido contener parcialmente la pérdida de su capital intelectual mediante la firma de acuerdos y convenios internacionales en los que se establece con toda claridad la prohibición o condiciones que debe regir la contratación de médicos y enfermeras de ese país, afirmó.
Destacó que los países del Norte reciben ya formados o becados por sus sociedades de origen a profesionales de primer nivel, a quienes ofrecen oportunidades de empleo o de utilización de infraestructura.
En México, lamentó, no ha habido un esfuerzo sistemático de las instituciones nacionales por cuantificar la fuga de talentos, a lo cual se suma la problemática de que existen bases de datos incompletas por la falta de seguimiento de programas.
Destacó que si se pretende ser un país soberano, independiente y autónomo, es necesario proporcionar condiciones para que sus talentos no se queden en el exterior.
Para ello, es fundamental crear un mayor número de instituciones de educación superior, abrir nuevas plazas e impulsar que la industria incorpore a los científicos mexicanos y asuma el reto de las innovaciones tecnológicas.
En la medida en que México esté supeditado a la tecnología extranjera, dejará más espacios para invasión y penetración de otros valores, aseveró.