Realiza la comisión internacional una visita de observación en la entidad
Grave, no indagar las muertes ocurridas durante el conflicto en Oaxaca: CCIODH
La impunidad imperante nos hacen sentir que los fallecidos son anónimos, señala
Ampliar la imagen Habitantes de Güendulain, poblado que se ubica a 25 minutos de la capital oaxaqueña, en sus actividades cotidianas Foto: Ezequiel Leyva
Pese a la gravedad de lo sucedido en el conflicto de Oaxaca, donde desde hace siete meses imperan las detenciones arbitrarias, malos tratos y violaciones a las garantías individuales, resulta mucho más crítico el que aún no se haya investigando ni encontrado a los responsables de las 17 muertes ocurridas durante los enfrentamientos, aseguró Ignacio García, integrante de la Comisión Civil Internacional de Observación de Derechos Humanos (CCIODH), organismo que se encuentra en ese estado en labor de observación de las garantías fundamentales.
En su séptimo día de trabajos en esa entidad, dicha organización se ha entrevistado con más de 70 personas, ha visitado tres penales: Miahuatlán, Cuicatlán y Cosolapa; y en los próximos días ingresará a la cárcel de Tlacolula, donde hay mayor cantidad de detenidos por el conflicto.
García indicó que al permanecer impunes los homicidios de más de 17 personas en esa ciudad, la mayoría adjudicados grupos paramilitares afines al gobierno estatal, "nos hacen tener una sensación de que los muertos son anónimos", debido a que no se ha hecho tanto hincapié en esos delitos.
Agregó que aunque han sido muchos los testimonios recabados, "la gente aún tiene miedo a darlos", aunque se ha generado gran confianza entre la población. Asimismo, dijo que si bien el clima en el estado está relajado y sin tanta tensión, "la población aún está consciente de que las razones que iniciaron el conflicto están pendientes".
Dijo que la sociedad oaxaqueña ha transmitido a las integrantes de la comisión que en el estado existe una necesidad de cambio, y "aunque después del 25 de noviembre (luego del operativo de la PFP que dejó un saldo de 141 detenidos) las cosas han tomado otro rumbo, destacan que el conflicto permanece ahí, por lo que es necesario el consenso para una solución dialogada".
El integrante de la CCIODH organismo conformado decenas de activistas de nueve países, sobre todo europeos subrayó que con base en sus investigaciones la situación en aquella entidad "es mucho más profunda y grave de lo que imaginábamos".
La comisión se ha entrevistado con autoridades estatales, con actores sociales, con integrantes de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), líderes religiosos y detenidos en diversos penales del estado.
El pasado 24 de diciembre los activistas extranjeros fueron recibidos por el arzobispo de la diócesis de Oaxaca Atenquera, José Luis Chávez Botello; en el reclusorio de Miahuatlán se entrevistaron con las mujeres detenidas y mañana lo harán con los varones presos por el conflicto.
También visitaron la comunidad de San Francisco Cajones en la Sierra Juárez, donde platicaron con autoridades locales sobre la situación de los estudiantes y maestros de esa población que han resultado afectados por el conflicto.
Por mediación de la subsecretaria para los derechos humanos del gobierno estatal, Rosario Villalobos, se inició la agenda de entrevistas con funcionarios gubernamentales, amén de que también se ha gestionado la entrada a los reclusorios.
La CCIODH fue recibida el 26 de diciembre por el consejo general de la APPO para presentarle su metodología de trabajo e invitar a quienes conforman ese movimiento a dar su testimonio. Asimismo se han recogido las declaraciones y demandas los habitantes de la ciudad de Oaxaca afectados por los hechos, de asociaciones civiles, transportistas, hoteleros, comerciantes y empresarios.
En los próximos días, las activistas se reunirán con la Asociación Estatal de Padres de Familia, la Barra Mexicana del Colegio de Abogados de Oaxaca, la Comisión para la Reforma del Estado, así como con la Cofraternidad de Pastores Evangélicos de Oaxaca.
"Vamos bien, la gente nos ha abierto su corazón y nos dan sus testimonios con mucha esperanza; eso nos impone aún más responsabilidad", indicó García.