Grupo de jóvenes mexicanos crean ''quijotesco y romántico'' colectivo itinerante
Taller de modernos amanuenses busca recuperar el sabor perdido de los libros
El objetivo es hacerlos a la antigüita, recuperando las viejas técnicas, dice Javier Ledesma
En presentación que devino performance lanzaron El arte de fumar en pipa, de Joaquín Verdaguer
Ampliar la imagen Utilizando un ingenio, los amanuenses cortan los cantos de los libros hasta dejarlos parejos, después de coserlos a mano Foto: Imágenes cortesia del colectivo
Ampliar la imagen Un grabado de Rosángela Pérez Mendoza incluido en el libro El arte de fumar en pipa Foto: Imágenes cortesia del colectivo
Concebido como "un proyecto quijotesco y romántico", un grupo de jóvenes amantes de las letras y las artes plásticas han creado el Taller Itinerante de Amanuenses, con la finalidad de hacer libros "a la antigüita".
Es su peculiar manera de combatir lo que llaman "libros casi de plástico, que han perdido el sabor", y recuperar las viejas técnicas de las artes gráficas, además de difundirlas ya que "muy pocas personas saben cómo nace un libro", explican.
Encabezados por Javier Ledesma, los integrantes de este colectivo presentaron hace unos días el libro El arte de fumar en pipa, de Joaquín Verdaguer, durante una velada en la que llamaron al público a participar en la confección artesanal de los volúmenes.
Los modernos amanuenses llevaban ya pliegos y forros impresos con el irónico texto que comienza así: "Vea usted su recién adquirida pipa. Es ahora blanca como la leche, pero dentro de algunos días tomará un tinte de crema; varios meses después será rubia dorada, y un día muy lejano, dentro de un año o quizás dos, tendrá su pipa un hermoso color castaño dorado. No hay porqué decirle que entonces usted será admirador entusiasta de su pipa; soñará en ella; la enseñará ufano a sus amistades con el loable propósito de darles envidia. La extraerá de vez en cuando y a hurtadillas de su estuche para extasiarse en su contemplación; fumará en ella como quien celebra el más solemne de los ritos; y así las cosas, un día u otro, ¡plam! Se le caerá al suelo y se le quebrará."
Pero aún faltaba la encuadernación; es decir, era necesario coser las páginas para convertirlas en cuadernillos, refinar éstos y pegar las pastas. Así, la presentación devino performance.
Todo el trabajo es hecho prácticamente a mano, pues las herramientas utilizadas son antiguas; por ejemplo, un ingenio, instrumento con el que cortan los cantos de los libros hasta dejarlos parejos.
Tras un rato de faena, Ledesma advirtió a los presentes: "ésta no es una presentación tradicional, en la que escucharán las sesudas reflexiones del autor del libro y sus invitados", y explicó que la idea era más bien difundir la forma en que el colectivo elabora a mano los volúmenes, en los que dejan su propio sudor.
Añadió que la creación de cada libro les lleva por lo menos 15 horas de labor, lo cual contrasta con los grandes tirajes de los gigantes editoriales, cuyos títulos se han convertido, en algunos casos en "literatura chatarra".
Ciertos espectadores reconocieron la importancia de esta forma de trabajar con lentitud al forjar libros, la cual compararon con el movimiento gastronómico slow food, que cada día gana más adeptos en el mundo.
El tiraje de El arte de fumar en pipa es de sólo 50 ejemplares, numerados, elaborados todos con cuerpo y alma, de colección. Cuenta con grabados originales, toda una experiencia para los bibliófilos.
La idea surgió en 2005, a propósito de los 400 años de la publicación de El Quijote, cuando Ledesma visitó en Madrid una exposición que presentaba una reproducción histórica de las prensas de madera.
En entrevista, el joven "amanuense" señala: "este trabajo está dedicado a quienes amamos los libros. Nos ha sorprendido que a muchas personas les causa curiosidad el saber cómo se elabora un libro y que, a veces, no tienen idea de cómo es el proceso. Nos han dicho que deberíamos ir a las ferias de libro para mostrar cómo trabajamos, también nos piden: 'déjame coser un libro'."
Los primeros títulos elaborados por el taller fueron Juegos de feria, de Ledesma, un poemario de Santiago Ortega, así como agendas de fotografía y cuadernos. A largo plazo, estos amanuenses pretenden llegar a los tipos móviles, a formar en plomo.
Por lo pronto, preparan su siguiente edición, el poema Huitzilopochtli de Heinrich Heine, traducido en Buenos Aires, con un prólogo de Jorge Luis Borges.
El Taller Itinerante de Amanuenses está conformado por Javier Ledesma, Santiago Ortega, Adriana Bellamy y Virginia Barragán. Informes al teléfono 5676-4710.