"Insuficiente", la medida del Consejo de Seguridad, afirma EU; "ir más allá", exige
Impone la ONU sanciones no militares a Irán a causa de su programa nuclear
Demanda a Teherán "suspender todas sus actividades atómicas sensibles"
Ampliar la imagen Los miembros permanentes y rotatorios del Consejo de Seguridad de la ONU aprueban las sanciones a la república islámica Foto: Reuters
Nueva York, 23 de diciembre. Con el consentimiento de las cinco potencias poseedoras de armamento atómico (Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Rusia y China), el Consejo de Seguridad de la Organización Naciones Unidas (ONU) impuso hoy sanciones no militares a Irán por rehusarse a suspender el enriquecimiento de uranio, uno de los elementos básicos para la producción del combustible nuclear, y para detener el desarrollo de sus sistemas de misiles balísticos.
Las sanciones tienen el objetivo central de impedir al gobierno iraní la adquisición de todo tipo de materiales y tecnologías destinadas a su programa de desarrollo nuclear, que pese a que Teherán defiende por sus fines pacíficos, orientados a la generación de electricidad, ha sido puesto bajo sospecha por parte de Washington, París, Londres y Berlín.
"Irán debe, sin mayor demora, suspender todas sus actividades nucleares sensibles en términos de proliferación, como el enriquecimiento de uranio y el reprocesamiento, incluidas la investigación y el desarrollo, de manera verificable", señala el texto, aprobado por los cinco miembros permanentes (las potencias atómicas armadas y los 10 integrantes rotatorios).
A pesar de que la resolución 1737 no incluye acciones militares específicas, prevé que el órgano ejecutivo de la ONU "adoptará medidas más apropiadas bajo el artículo 41 del capítulo siete" de la carta del organismo, que implica el uso de la fuerza.
Dos meses transcurrieron desde que Gran Bretaña, Francia y Alemania copatrocinaron y entregaron al Consejo de Seguridad el primer borrador de resolución, reformulado en varias ocasiones a petición de Rusia y China, que tienen nexos comerciales con Irán, además de que entidades rusas colaboran incluso en la construcción de instalaciones iraníes.
Previamente, también después de una serie de negociaciones entre las potencias armadas, el órgano ejecutivo aprobó el 31 de agosto la primera resolución sobre el caso iraní, que simplemente pedía a Teherán suspender su programa de producción de combustible nuclear, como paso previo a la imposición de sanciones.
La documentación sobre el caso iraní fue transferida al Consejo de Seguridad a mediados del presente año, después que el Consejo de Gobernadores de la Agencia Internacional de Energía Atómica pidió a Irán que detuviera "actividades sensibles" tendientes al enriquecimiento de uranio.
Según el periódico francés Le Monde, en una nota del 26 de agosto pasado sustentada en fuentes iraníes e internacionales, las instalaciones nucleares de Irán son las generadoras eléctrica de Ahvaz, actualmente en construcción, y Bushehr; los centros de investigación de Bonab, Isfahan, Karaj y Teherán; la planta de transformación de uranio de Natanz, las minas de uranio de Saghand y Yazd y los laboratorios de Arak, donde hay un pequeño reactor de agua pesada, destinado a la investigación científica, así como equipos para la transformación de uranio.
Aunque no existe confirmación sobre las actividades en la base militar de Lavisan-Shian, el rotativo de París también la mencionó como parte del conjunto nuclear iraní.
A principios del presente año, Irán dio a conocer que había logrado enriquecer uranio en bajas cantidades en su planta de Natanz, en una primera línea de centrifugadoras. El 27 de octubre pasado fue puesta en actividad la segunda cascada para la transformación del elemento radiactivo.
El 22 de agosto, la república islámica respondió a una oferta de cooperación económica y militar de las potencias sustentado en la compra de tecnología occidental a cambio de la cancelación del enriquecimiento de uranio.
* El enriquecimiento de uranio continuará, dice el país islámico
AFP, DPA Y REUTERS
Washington, 23 de diciembre. El gobierno de Estados Unidos consideró hoy que la resolución 1737 del Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) sobre Irán es "insuficiente", por lo que pidió a la comunidad internacional "ir más allá".
La posición adoptada por Washington y expuesta por el secretario de Estado adjunto para Asuntos Políticos, encargado del caso iraní, Nicholas Burns fue similar a la reacción de Tel Aviv, en el sentido de que el texto aprobado este sábado en la ONU" es un primer paso", pero "la comunidad internacional debe actuar con rapidez y decisión" en caso de que las sanciones no surtan efecto, señala un comunicado de la cancillería israelí.
Rusia, de su lado, se declaró "satisfecha" con el texto aprobado. El embajador Vitaly Churkin destacó que "todas las preocupaciones y posiciones en asuntos clave de la parte rusa fueron tomadas en cuenta e incorporadas".
Sin embargo, según la cadena noticiosa CNN, fuentes oficiales de Moscú dijeron esperar que el texto de la ONU no redunde en que, posteriormente, se haga uso de la fuerza contra Teherán.
Según fuentes oficiales de Moscú y Washington, los presidentes Vladimir Putin y George W. Bush hablaron por teléfono antes de que el documento fuera votado, a fin de mantener en la ONU una "posición común".
Pese a las sanciones, Teherán anunció la continuación de su programa nuclear y su proyecto de instalar 3 mil centrifugadoras, antes de marzo de 2007, para el enriquecimiento de uranio.
"El Consejo de Seguridad de la ONU impone sanciones a un signatario del Tratado de No Proliferación Nuclear que, al contrario de Israel, nunca ha atacado o amenazado con atacar a otro miembro", dijo el embajador iraní ante el organismo internacional, Javad Zarif, quien subrayó además que Teherán "es castigado por ejercer sus derechos inalienables".