A la piedra calendárica se suma la escultura de una sacerdotisa: Guillermo Ahuja

Hallazgos en Tamtoc harán volver los ojos a las culturas del noroeste: experto

Desde el pasado noviembre se muestra al público el monolito descubierto en 2005

''Se abre la posibilidad de replantear el papel de la mujer en el México prehispánico''

CARLOS PAUL ENVIADO

Tamtoc, SLP. Por su importancia, una de las obras de arte prehispánicas que servirá para modificar o replantear la historia inicial de la civilización mesoamericana es la Piedra Calendárica de Tamtoc o Monumento 32.

La mole de 27 toneladas, 7 metros de largo y 4 de altura, desde el pasado 6 de noviembre se exhibe de manera permanente en la zona arqueológica de Tamtoc, en la Huasteca potosina, donde luego de haber sido descubierta en febrero de 2005 y tras año y medio de ser sometida a un proceso de restauración puede ser apreciada por los visitantes.

El acto oficial de presentación, se aprovechó para exhibir también por vez primera al público, una extraordinaria escultura femenina, de un metro 60 centímetros, con escarificaciones (especie de tatuajes en altorrelieve) en hombros, pecho y muslos, que fue recientemente descubierta (agosto 2006) como parte de la ofrenda que se encontraba bajo dicho monumento, con el propósito de sacralizar esa área, la cual era un manantial natural y depósito de agua de aproximadamente 2 metros 80 centímetros de profundidad, 4 metros de largo y 3 de ancho.

Un parteaguas

Con estos descubrimientos, ''de alguna manera la cultura huasteca se convierte en un parteaguas para que se reconsideren una serie de aspectos sobre las culturas del noroeste de México, que han sido olvidadas por los investigadores por más de 100 años", comentó el arqueólogo Guillermo Ahuja, director del proyecto arqueológico Tamtoc.

Hasta hace pocos años, ''los investigadores y muchos de los trabajos que se han hecho, teníamos una visión de las zonas arqueológicas del noroeste del país, en las que se pensaba se asentaron culturas muy tardías, por lo regular las ubicábamos ­explicó el especialista­ hacia lo que es el clásico mesoamericano tardío, por lo que se estaría hablando del año 200 aC.

''Con estos nuevos hallazgos lo que se ha podido localizar es que hubo asentamientos mucho más tempranos de lo que se pensaba. No se esperaba encontrar en el noroeste del país una cultura huasteca de 600 años aC. Lo más que se podía esperar eran 100 años aC."

En ese entendido, se vislumbraba para esa zona, aldeas muy pequeñas, sin embargo, destacó Ahuja, ''lo que se ha ido liberando de 2001 a la fecha, de la etapa preclásica en Tamtoc, nos habla de una ciudad bien estructurada".

Por ejemplo, hasta el momento, entre otras cosas se tienen registrados tres sistemas hidráulicos y junto con el manejo que tenían de la escultura, se nos empieza a descubrir una organización social muy diferente a las que se puedan apreciar en una población del preclásico.

Por si fuera poco respecto de los avances tecnológicos en los aspectos hidráulicos, de igual manera llama la atención el conocimiento que esos pobladores tenían del calendario.

La Piedra Calendárica de Tamtoc o Monumento 32 ''representa el universo mesoamericano". Muestra a tres personajes femeninos, dos de éstos decapitados y colocados lateralmente hacia el Este y Oeste, respectivamente.

De su cuello fluye lo que podrían representar chorros de sangre o líquidos preciosos. Parte de ese fluido se integra a la mujer central, que se ha identificado como la Tierra, el cual lleva como nombre calendárico, aparentemente, 4 hierba. El conjunto de elementos hace referencia al ciclo de la vida, que se genera a partir del agua.

En la parte de abajo, a partir de los cráneos estaría el inframundo. Encima de los cráneos las tres figuras femeninas, representando el plano terrestre. Y en la parte superior se aprecian una serie de símbolos ''en proceso de interpretación, que ya son comunes a la tradición mesoamericana. Dichos símbolos están conformados básicamente por óvalos, círculos, bastones, vírgulas; y por el lugar donde están colocados partimos de asociarlos directamente con el agua, la fertilidad y la lluvia".

Estos elementos hasta ahora lo mismo han sido relacionados con los 13 meses lunares, de allí, ''que en algunos momentos se ha comentado la posibilidad de tener un calendario lunar como solar en la misma pieza".

Sin embargo, apuntó Ahuja, con el fin de tener una mejor interpretación, ''se esta tratando de integrar un grupo de especialistas interdisciplinarios que puedan fortalecer la lectura de esta piedra calendárica".

La escultura femenina encontrada en la ofrenda, es igual de relevante, pues llama la atención que para una etapa tan temprana se pueda manifestar un extraordinario manejo del cuerpo humano tan exquisito, ya que ''se puede apreciar un pulido que no es de la región".

Escarificaciones en el pecho

Entre los elementos que decoran ese cuerpo de mujer destacan las 52 escarificaciones en el pecho, ''lo que al parecer están relacionadas con el calendario mesoamericano. En las piernas presenta 104 escarificaciones, que precisamente marca ''esa diferencia entre el calendario lunar y solar".

Con estos elementos, explicó Ahuja, arqueólogo responsable del proyecto de Tamtoc, se abre la oportunidad de replantear la participación de la mujer en el México prehispánico.

''Estaríamos enfrente no de una diosa, sino de una sacerdotisa sacrificada, lo cual nos indicaría la importancia de la mujer como portadora del tiempo, es decir, la mujer es la que lo porta por naturaleza. A partir de sus periodos mestruales, la mujer tiene la capacidad de ir configurando la contabilidad, a partir de ciclos de 28 días."

La zona arqueológica de Tamtoc abarca hasta el momento 133 hectáreas de las cuales, de acuerdo con el especialista, 25 por ciento se ha trabajado. Se han localizado 250 estructuras y sólo 70 han sido exploradas.