2007 será difícil, les advierte en comida de fin de año
Calderón demanda a su equipo resultados pronto
Pide el mandatario que procedan con ética
Presume el yerno incómodo su "muy buena" relación con el michoacano
Ampliar la imagen Felipe Calderón, el pasado martes, cuando desayunó con integrantes de la Marina en las instalaciones de Cuemanco Foto: José Antonio López
A los nuevos miembros de la clase política mexicana, integrada por secretarios de Estado, subsecretarios y directores de dependencias, Felipe Calderón les advirtió que 2007 será difícil, les exigió resultados pronto y que se conduzcan bajo principios éticos.
En la comida de fin de año se mezclaban desde los elbistas como el polémico Fernando González, Miguel Angel Yunes y Roberto Campa, los más cercanos al mandatario Juan Camilo Mouriño y Germán Martínez, los panistas de cepa Luis H. Alvarez y ex priístas Jesús Reyes Heroles; era un abanico de políticos.
De todos ellos el que atrajo más los reflectores fue Fernando González, el recién nombrado subsecretario de Educación Básica y Normal. Del brazo de la ex diputada Maricruz Montelongo Gordillo (hija de Elba Esther Godillo Morales), salió de la casa presidencial y, sonriente, presumió tener una "muy buena" relación con el Presidente de la República.
El funcionario es parte de los nuevos rostros del gobierno calderonista que ayer celebraron en la residencia oficial de Los Pinos el inicio de esta administración ya sin las dificultades del 1º de diciembre y las fiestas decembrinas.
Poco antes de las dos de la tarde, frente a la puerta cuatro comenzó el desfile de camionetas con vidrios polarizados seguidos de autos con guardaespaldas; eran los secretarios de Estado que entraron directo al estacionamiento de dicho acceso y se libraron de los pases de lista.
En el jardín de la hondonada estaban todos los integrantes del gabinete, con excepción del secretario de Hacienda y Crédito Público, Agustín Carstens, que a esa hora estaba ocupado con "sus muchachos" en las negociaciones del presupuesto, según comentó la subsecretaria del Trabajo, Patricia Espinosa.
De autos Malibú, Honda, Mercedes Benz, Cadillac, Altima, Accord... bajaron los rostros que se estrenan en el poder.
Con menos comodidades que los titulares de las secretarías, los subsecretarios y directores de paraestatales, que iban acompañados de sus esposas, fueron dejados por sus choferes en la entrada y todavía tuvieron que hacer cortas filas en espera de que el Estado Mayor Presidencial revisara que sus nombres aparecieran en las listas y luego pasar por los arcos detectores de metales.
Mientras esperaban su turno, algunos se saludaban afectuosamente o platicaban de sus nuevos puestos, como Antonio Morales, director de la Profeco, y Mario Laborín, ratificado en la fusionada Nafin-Bancomext.
Otros, como Germán Martínez, secretario de la Función Pública, bromeaba: "Vamos a tomar un refresco sin impuestos", en alusión al fracasado gravamen propuesto por el gobierno federal.
Como Campa Cifrián aún tiene que ser ratificado por los gobernadores en el cargo de secretario ejecutivo del Sistema de Seguridad Pública, se disculpó y señaló que hasta enero podrá hacer declaraciones oficiales. Mientras tanto, comentó sonriente que la oficina heredada por Yunes Linares "quedó bien limpiecita".
En esta pasarela coincidieron una diversidad de nuevos políticos: el ex futbolista Carlos Hermosillo, director de la Conade, el presidente del Conaculta, Sergio Vela, y el titular de la Conagua, José Luis Luege.
Luego se dispusieron a comer sopa de tortilla y ternera. Dos horas después, comenzó otra vez el movimiento de autos y camionetas en el exterior de Los Pinos.
Uno de los primeros en salir fue Luis H. Alvarez, el recién nombrado titular de la Comisión para los Pueblos Indígenas. A decir del panista, Calderón señaló que espera de todos los servidores públicos "entrega total y que asuman la responsabilidad que les corresponde".
Luego Juan Carlos Romero Hicks, titular del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, explicó que, en su mensaje, Calderón les pidió tener congruencia en su línea de trabajo y que den "resultados y más resultados". Como casi todos los funcionarios iban con sus esposas, Calderón acompañado de su cónyuge Margarita Zavala también les habló sobre la importancia de la familia, según comentó el ex gobernador de Guanajuato. Lo que confirmaría después Fernando González, el llamado yerno incómodo de Gordillo. "Fue una convivencia tranquila, muy grata, familiar".
El subsecretario de Educación Básica aprovechó para minimizar las críticas que suscitó su nombramiento. "Las considero normales, son parte del debate público".
Eludió hablar sobre el grupo que dentro del SNTE se opone a Gordillo: "Mejor pregúntenle a la maestra".
¿Se siente firme en su puesto?
Como ha dicho la secretaria (de Educación, Josefina Vázquez Mota), todos estamos sujetos a ser evaluados por resultados, por todo eso, ¿no? Eso tiene que ser siempre.
¿Estará a la altura de subsecretarios como Olac Fuentes Molinar?
Mi trabajo hablará de eso. No me gustaría compararme con nadie. Además son personas que respeto mucho, son maestros, son especialistas que hay que consultar.
Después él y su esposa se despidieron de los reporteros con un "gracias, hasta luego, felicidades" y abordaron una camioneta Volvo v8.
Antes, Calderón, según Patricia Espinosa, planteó que los servidores públicos deben cumplir con su deber y trabajar con empeño para dar respuestas prontas.
Hizo un reconocimiento especial a los integrantes del gabinete de seguridad, porque las primeras tareas de su administración se han concentrado en ello.
Contento, el creelista Armando Salinas Torre, subsecretario de Enlace Legilstivo de Gobernación, calificó el encuentro de "muy afectuoso; todos estábamos hasta fraternos".
Antes de esta comida, el michoacano emitió un mensaje en el que reiteró su compromiso con la libertad de expresión, con el derecho de opinar y de disentir.
Aseguró que la labor periodística contribuye a la rendición de cuentas, al ejercicio claro de gobierno y a la participación de la ciudadanía.