Expertos atribuyen contagios a las pésimas condiciones del hospital de Benghazi
Pena de muerte a cinco enfermeras y un médico por infectar con VIH a niños libios
Condena la UE el veredicto y pide clemencia humanitaria; EU se declara "decepcionado"
Ampliar la imagen El médico palestino Ashraf Alhajouj y Valentina Siropoulo, una de las cinco enfermeras búlgaras que, al igual que el galeno, enfrentan la pena de muerte en Libia acusados de infectar a 426 niños con el virus del sida, ayer al comparecer ante un tribunal de Trípoli Foto: Reuters
Ampliar la imagen El padre de una niña infectada celebra el veredicto Foto: Ap
Tripoli, 19 de diciembre. La justicia de Libia condenó a muerte este martes al médico palestino, Ashraf Alhajouj, y a cinco enfermeras búlgaras acusados de haber inoculado deliberadamente el virus del sida a 426 niños libios, lo que provocó indignación en Europa y "decepción" en Washington.
El veredicto y sentencia dejaron satisfechos a los familiares de los niños afectados que se apostaron fuera del tribunal penal de Benghazi, en el norte de Libia. "Se hizo justicia. Estamos felices", dijo Subhy Abdullah, cuya hija de 7 años murió de sida, enfermedad que contrajo en el hospital de esa localidad donde trabajaban los sentenciados.
Empero, los abogados de los acusados anunciaron que recurrirán a la Corte Suprema, aunque este procedimiento se activa en cualquier caso de forma automática, explicó el ministro de Relaciones Exteriores libio, Abdelrahman Calgham.
Los seis acusados fueron arrestados en 1999 y condenados a muerte en un primer juicio en mayo de 2004, pero el Tribunal Supremo libio ordenó el año pasado un nuevo proceso que comenzó en mayo de este año, al argumentar fallas no especificadas en el caso.
Los seis sentenciados, que comenzaron a trabajar en el hospital de Benghazi en 1998, niegan haber infectado a los 426 niños libios, de los cuales han muerto 52.
Expertos occidentales atribuyen la gran cantidad de contagiados a las catastróficas condiciones sanitarias que imperaban en el hospital antes de la llegada de los extranjeros.
En el primer juicio, Luc Monttagnier, el médico francés que detectó el VIH en los niños, testificó que el virus estuvo activo en el hospital antes de la llegada de las enfermeras, y fue causado probablemente por mala higiene. No obstante, su evidencia fue ignorada.
En un segundo estudio, publicado en el diario científico Naturaleza, concluyó también que el virus arribó al hospital antes de la llegada de las enfermeras, quizá tres años antes, pero el informe sólo fue publicado el 6 de diciembre, demasiado tarde para que la corte considerara estos hallazgos, de acuerdo con The Independent.
El gobierno de Bulgaria se declaró "indignado" por la sentencia, e indicó que buscará el apoyo de la Unión Europea (UE) para que sea revocada, toda vez que el tribunal no tuvo en cuenta "pruebas indiscutibles" de la inocencia de los acusados.
La oficina de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas solicitó a las autoridades libias que no ejecute a los acusados, ante la duda sobre la imparcialidad del juicio al que fueron sometidos.
La Unión Europea, que se opone a la pena capital, condenó el veredicto y pidió una medida de clemencia "humanitaria" para los acusados, mientras el comisario de Justicia de la UE, Franco Frattini, calificó la sentencia de "un paso muy negativo por parte del tribunal de justicia libio", un "gesto peligroso" y un obstáculo para la cooperación.
También Amnistía Internacional condenó los veredictos y acusó a Libia de torturar a las enfermeras para obtener confesiones, en tanto que la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Jacques Chirac, criticaron el veredicto. Estados Unidos, donde existe la pena de muerte, se declaró "decepcionado".