Sólo tomaron ejemplos aislados sin conocer a fondo su contenido, responde

Descalifica presidente de la Corte críticas de ministros al Código de ética del PJF

El libro corre el riesgo de operar como instrumento inquisitorio y de censura, reprochan

JESUS ARANDA

El ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Mariano Azuela Güitrón, descalificó las críticas de los ministros de la primera sala del tribunal sobre el contenido del Código de ética del Poder Judicial de la Federación (PJF), del que es coautor, al cuestionar que hayan tomado "ejemplos aislados de algunas de sus páginas", sin conocer a fondo su contenido.

En una carta fechada el pasado 7 de diciembre, de la cual La Jornada tiene copia, Azuela responde a la misiva de sus compañeros de la primera sala en la que le reprochan que un proyecto "con motivaciones legítimas" corra el riesgo de operar "como instrumento inquisitorio y de censura hacia la vida privada y la legítima diversidad de opiniones que los servidores públicos pueden tener respecto de asuntos ajenos a sus responsabilidades profesionales".

En una de las reflexiones que hace el libro, con un tiraje de 30 mil ejemplares ­además de un manual sobre el tema con un tiraje similar­ se señala: "una secretaria particular de un órgano jurisdiccional o unidad administrativa asiste a su trabajo vestida con minifalda, escotes pronunciados y/o ropa transparente. ¿La vestimenta cumple con la virtud del decoro?". En el que la respuesta es no.

Así como otro ejemplo en el que se censura a los funcionarios judiciales que asisten a los llamados table dance.

En respuesta a los señalamientos de los ministros, Azuela les envió una carta, con copia para los integrantes del pleno ­incluido el ministro en retiro Juan Díaz Romero­ en la que responde: "al proceder sus conclusiones de una lectura dinámica, previsiblemente no profundizaron, ni mucho menos estuvieron en aptitud de hacer un estudio analítico y relacionado de todo su contenido".

La misiva empieza con un sarcástico "recibí su comunicación en la que de la manera más atenta me expresan su opinión respecto de los contenidos de las obras Código de ética del PJF y Manual para la aplicación del Código de ética que fueron distribuidos entre el personal de la Corte.

En el mismo tono expresa su reconocimiento, "pues como coautor de esas obras (junto con Guadalupe M. Ortiz Blanco ­hija del ministro Guillermo I. Ortiz Mayagoitia­ y Adriana Garduño Rebolledo) me resulta especialmente gratificante que en pocos días no sólo las hayan leído, sino que se hayan podido reunir para comentarla y discutirla" al grado de que emitieron un escrito en el que enjuiciaron su contenido. "Además, me resulta especialmente satisfactorio que le reconozcan una potencialidad extraordinaria en cuanto a la influencia que puedan tener entre sus lectores".

Sostiene que respeta la libertad de opinión y de manifestación de las ideas de los ministros, pero que con igual respeto "me atrevo a manifestar que pienso que al proceder sus conclusiones de una lectura dinámica, previsiblemente no profundizaron, ni mucho menos estuvieron en aptitud de hacer un estudio analítico y relacionado de todo su contenido". Y les reprocha que "tomar ejemplos aislados de algunas de sus páginas, para mí, lo demuestra claramente". Aunque reconoce humildemente: "admito que puedo equivocarme".

Azuela Güitrón reconoce que algunas de las partes del libro y el manual él las redactó: "hice el diseño del esquema esencial y revisé íntegramente las aportaciones de las coautoras. Añade que no comparte los planteamientos de los ministros de la primera sala y que espera que durante las vacaciones decembrinas tenga tiempo suficiente para responderles y ampliar así esta breve respuesta (de dos cuartillas)".

Ello con el propósito de "convencerlos de que ningún mal se puede seguir de éste esfuerzo y, posiblemente, se obtengan algunos frutos".

Resulta que ante la edición del libro y el manual ­editado por la Dirección de Comunicación Social del Consejo de la Judicatura Federal, el cual presidirá Azuela hasta el próximo 31 de diciembre­, los ministros de la primera sala, Olga Sánchez Cordero, Juan N. Silva Meza, Sergio Valls Hernández, José de Jesús Gudiño Pelayo y José Ramón Cossío, censuraron en una misiva fechada el 29 de noviembre que, el formato utilizado en el libro ­que incluye caricaturas, crucigramas, laberintos, juegos de flechas y relatos­ "termina por caricaturizar un tema de la mayor importancia".

La carta agregaba que son cuestiones estrictamente privadas: "las actividades de entretenimiento en días y horarios fuera de la jornada de trabajo, cuestiones relacionadas con la vestimenta, la forma de hablar en contextos coloquiales, la utilización o no de agendas para la planeación de actividades pendientes, la manera de actuar ante los comentarios de terceros sobre la institución, la educación cívica de los hijos, etcétera".