"La verdad es que ya éramos un estorbo para la ciudadanía", admite alto mando
Abandona PFP el zócalo de Oaxaca; resguardan la zona policías estatales
Ampliar la imagen Cuarenta y tres personas detenidas en Oaxaca el pasado 25 de noviembre y trasladadas a Nayarit fueron liberadas ayer bajo caución Foto: Jesús Narváez Robles
Oaxaca, Oax., 16 de diciembre. A más de mes y medio de su arribo, la Policía Federal Preventiva (PFP) se retiró la madrugada de este sábado de la Alameda de León y las calles del centro histórico de la ciudad de Oaxaca, donde había establecido retenes.
Las fuerzas federales dejaron también el parque Juárez, conocido como El Llano, donde se situaron tras el último enfrentamiento con seguidores de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), el 25 de noviembre pasado.
Las bocacalles quedaron bajo resguardo de elementos de las policías municipal, preventiva del estado y auxiliar, bancaria, industrial y comercial. Los agentes oaxaqueños colocaron vallas metálicas en cada una de las esquinas.
En tanto, miembros de la policía ministerial del estado, algunos con rifles de asalto, a pesar que supuestamente la Secretaría de la Defensa Nacional revisa todo el armamento a su disposición, realizan patrullajes por toda la ciudad.
"La verdad es que ya éramos un estorbo para la ciudadanía", admitió un oficial de alto rango de la PFP que pidió no ser identificado.
En un comunicado, el gobierno del estado explicó que la salida de los policías federales del centro histórico fue "con el fin de que los oaxaqueños y visitantes puedan disfrutarlo".
El gobernador Ulises Ruiz Ortiz agradeció y reconoció "el esfuerzo de las fuerzas federales, así como el apoyo del gobierno federal, para contribuir a la recuperación del primer cuadro de la ciudad y devolver a la capital la paz que fue violentada por el conflicto reciente".
A su vez, Florentino López Martínez, vocero de la APPO, desestimó la salida de la PFP del centro de la ciudad, pues "aún permanece el estado de excepción de facto y la represión" contra el pueblo.
"No debemos dar ni un paso atrás hasta la caída del tirano, la libertad de nuestros presos políticos y la salida de las fuerzas de ocupación", asentó.
Tras salir del centro histórico, la PFP se acantonó en el gimnasio Ricardo Flores Magón, ubicado a unas 10 calles del centro de la ciudad, así como en el estadio de futbol Benito Juárez y en la Base Aérea Militar número 15, ubicados en los municipios de Santa Lucía del Camino y Santa Cruz Xoxocotlán, conurbados a Oaxaca.
Además un convoy de unos cinco camiones de la PFP salió de la ciudad la noche del viernes por la carretera internacional Cristóbal Colón que comunica con Veracruz y Chiapas.
Según el oficial de alto rango que pidió el anonimato, "no fue un retiro, sino solamente un relevo de personal". Subrayó que las fuerzas federales "estarán pendientes para cualquier cosa", porque "solamente fue un cambio de posiciones".
Insiste SNTE en que se reanude el diálogo
La sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) insistió en demandar a la Secretaría de Gobernación la reinstalación de la mesa negociación, para que se dé cumplimiento a los acuerdos con el gobierno federal anterior sobre la cancelación de todas las órdenes de aprehensión y la liberación de todos los presos.
"Es una preocupación constante y permanente en la dirección seccional la liberación inmediata e incondicional de los compañeros que están en la cárcel", afirmó el secretario de Organización de la sección 22, Ezequiel Rosales Carreño.
En tanto, miembros del Movimiento Nacional Independiente Aquí Estamos, de 13 estados de la República, encabezados por Benito Mirón Lince, iniciaron una visita a la entidad para solidarizarse con la APPO y respaldar sus demandas.
"No habrá paz ni justicia en Oaxaca mientras Ulises Ruiz siga siendo gobernador", señaló Mirón Lince durante una conferencia de prensa.
En el encuentro, Gilberto Hernández Santiago, en nombre del movimiento magisterial y popular, agradeció el respaldo, y subrayó que la liberación de 43 detenidos en el penal de San José del Rincón, Nayarit, "respondió a un elemental sentido de justicia, por ser inocentes".