Edomex se deslinda de la pugna por agua
Más de 300 agentes de la Policía Federal Preventiva (PFP) resguardan la planta potabilizadora de Los Berros, perteneciente al Sistema Cutzamala, que estuvo ocupada martes y miércoles por indígenas mazahuas que demandan agua potable en sus comunidades y compensación por los daños que ha ocasionado la operación de este complejo hidráulico.
Los cierres de válvulas, uno a las dos de la tarde y el otro a las nueve de la noche del miércoles, afectaron el suministro de agua a 59 colonias de Toluca y a una docena de municipios del valle de México, reportaron autoridades locales. Pero en ningún momento se suspendió el abasto; sólo se redujo el caudal. ''A las seis de la mañana (del jueves) todo se normalizó; el servicio quedó restablecido'', explicó el secretario de Gobierno de la entidad, Humberto Benítez Treviño.
En los primeros minutos de ayer, y con la llegada de la PFP, los 200 mazahuas que se encontraban en la planta desde el lunes por la noche abandonaron las instalaciones para reiniciar el dialogo con las autoridades. Fuera se quedaron 80 mujeres a la espera de los acuerdos.
Las autoridades mexiquenses indicaron que se mantendrán al margen del conflicto entre los indígenas de Villa de Allende y el gobierno federal. Benítez Treviño dijo que el reclamo de los mazahuas es justo ''porque es una verdadera contradicción que su región sea la generadora de agua para el centro del país y ellos carezcan del liquido''.
La Procuraduría General de la República abrió averiguaciones previas contra los indígenas por la ocupación ilegal de un inmueble federal estratégico para el país, agregó el funcionario.
El Sistema de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento (Sapase) de Ecatepec informó que a pesar de que el abasto se reanudó el restablecimiento del suministro será lento.