Tras un primer tiempo favorable a Toluca, los rojiblancos reaccionaron en el complemento
Chivas logra la undécima estrella y festeja a lo grande su centenario
Coronación de ensueño: eliminó a Veracruz, Cruz Azul, América y Diablos para acabar con nueve años de sequía
Los locales se mostraron conformistas cuando pudieron dar la puntilla
Ampliar la imagen Adolfo Bautista y Oswaldo Sánchez, dos de los pilares del Guadalajara campeón, alzan la copa Foto: Reuters
Toluca, Edomex, 10 de diciembre. Como un auténtico matagigantes, las Chivas Rayadas del Guadalajara avasallaron en la liguilla a tres de los principales equipos: Cruz Azul, América y Toluca, para coronar con la undécima estrella un siglo de historia y ubicarse en solitario en la cúspide como el máximo ganador de campeonatos, tras dar la voltereta y vencer 2-1 (3-2 global) a los Diablos Rojos.
Al minuto 68 el desgarbado Adolfo Bautista apareció con su número 100 en la encorvada espalda, estaba milagrosamente sin marca, y con un tiro que resultó un auténtico rayo coronó el excelente servicio que le retrasó casi desde línea de fondo Alberto Venado Medina.
Entonces el apodado Bofo olfateó la anhelada victoria que acabó con nueve años de sequía y con lágrimas festejó ese histórico tanto mientras en el graderío la mimetizada afición del Rebaño Sagrado surgió por doquier para entonar a todo pulmón el grito de "¡Chivas, Chivas!"
Faltó convicción
Fue un partido de facetas, donde Toluca controló sin la suficiente convicción el primer periodo. Mantuvo a raya al rival y rompió el esquema de los visitantes con marcas personales de José Cruzalta sobre Omar Bravo y de Ha-ssán Viades sobre el Venado Medina. Los compadres sinaloenses estaban incomunicados.
Cuando el Bofo lograba filtrar un pase con aroma de gol apareció puntual el capitán escarlata Paulo da Silva con acertados y pulcros cruces, inclusive a costa de regalar hasta cinco tiros de esquina consecutivos.
Diablos asestó el primer impacto mediante su característico contragolpe al 18 de acción: largo servicio de Ariel Rosada para Vicente Sánchez, quien cedió para el puntual cabezazo de Bruno Marioni, mientras la zaga del Guadalajara se hizo bolas. Tras su festiva pirueta, el Barullo y compañía se mostraron confiados, sin la necesaria decisión para clavar el tanto definitivo.
El juego de los rojos se tornó gris, conformista, mientras Chivas repuso ánimos a base de gritos, sobre todo del Bofo hacia sus compañeros. Pero la principal labor motivacional fue de José Manuel de la Torre en el vestidor, donde convenció a sus pupilos de echar el resto.
Al minuto seis del complemento Ramón Morales cobró un tiro libre por la derecha, nadie se preocupó de marcar al espigado Francisco Javier Rodríguez, quien hizo extraño remate con el hombro y la pelota se incrustó en la portería defendida por Hernán Cristante.
El desconcierto se instaló entre las filas escarlatas. En tanto, el público sacó a relucir su verdadera identidad, pues en apariencia sólo una cabecera estaba ocupada por afición del Guadalajara, pero por los cuatro costados rugió potente el grito de "¡Chivas, Chivas...!", más aún tras un conato de bronca entre Paulo da Silva y Omar Bravo.
El cuadro tapatío se adueñó para siempre del accionar y en una embestida al minuto 66 Medina estrelló la pelota en el poste izquierdo, luego fue un remate de Omar Bravo y enseguida el golazo del Bofo.
A Toluca se le acabó el fuelle, llegó sin aire a las siguientes jugadas. Sinha era un guerrero solitario y sin suerte, igual Ariel Rosada en un cabezazo que mandó a las manos de Oswaldo Sánchez. El técnico de casa, Américo Gallego, hizo cambios en busca de un revulsivo, pero su ataque fue chato, sin convicción, como el grito tibio de "sí se puede" en las tribunas.
El Chepo de la Torre también agotó sus cambios, pero para que sus estrellas Ramón Morales, Venado Medina y Bofo Bautista recibieran merecida ovación.
El colofón, la estampa que dibujó el desvarío e impotencia de los Diablos, fue un trallazo furioso, sin tino, que Marioni envió al graderío, donde noqueó a una aficionada.
El Rebaño Sagrado coronó de esta forma un camino iniciado en la repesca, instancia en la que eliminó al Veracruz.