Evocó a John Lennon, el viernes pasado en el Metropólitan
Melancólico culto de Tony Sheridan
Cuando Tony Sheridan cantó My Bonnie, el pasado viernes en el Teatro Metropólitan, fue como si un resorte hiciera a decenas levantarse de sus asientos. Acompañado por la Orquesta Liverpool Ensamble, el inglés, llamado Maestro de los Beatles, dio una muestra de lo que es dirigir a un grupo con pocos días de ensayo. En este caso, sólo cuatro. Es un tirano; por momentos clavaba la mirada en los músicos, lo que bastó para que se coordinaran.
Sheridan recordó en varios momentos cómo se tocaba en esos días de principios de los años 60, en los clubes de Hamburgo, Alemania. Había que echarle ganas, mover al público. Por eso, My Bonnie, de 1961, fue más que nostálgica: llevó a esos días de aprendizaje de los que luego serían The Beatles.
El concierto se dio con motivo del 26 aniversario luctuoso de John Lennon. Sheridan lo había advertido en entrevista previa: "No esperen oír Hey Jude". Los Beatles de entonces fueron su grupo de acompañamiento, ni más ni menos. El fue un solista y, más que eso, un solitario, como se definió. Comenzó con una balada y arremetió con Fever, que hizo chasquear. Se auxilió de un saxofonista mexicano al que aplaudió.
Johnny Cash y su ritmo frenético, en la versión de Sheridan. Exigió al público que participara. Este obedeció. "Oh, right now!" "Viva México, cabrones", dijo. "I believe in Eric Clapton, I believe in Little Richard".
Lucía una gorra roja con el estampado "The Cavern", sitio donde los Beatles agarron fuelle. Fue al blues, uno de sus elementos. Del viejo Chuck Berry interpretó Johnny be good. Cerró con Yeah, yeah, yeah!
Soy la morsa
Antes, el grupo mexicano Morsa metió al respetable en la efeméride del día: el 26 aniversario luctuoso del beatle pacifista con I am the walrus, Strawberry fields forever. Del 25 de junio de 1967, All you need is love. Siguió la que para muchos es la mejor composición de Lennon: Happiness is a warm gun. Del viaje a India, Across the Universe.
Revolution en su versión lenta. La composición que Lennon hizo siendo beatle y que incluyó en su disco Imagine: Jealous guy. Un rock que influyó a sus contemporáneos: Come toge-her; una palabra hecha canción: How. Stand by me, un deseo.
"No quieran que siga siendo el acróbata de sueños falsos": Love. "Soy nefasto porque me defiendo": Watching the wheels. "Algún día, cuando la guerra termine, te abrazaré, si es que aún tengo brazos": Imagine. Todo finaliza con Just like starting over, de 1980, año de su fatídica muerte.
Tal fue el recuerdo de Lennon en la capital, cuyo club de fans cuenta con 20 mil afiliados, pero de los cuales sólo unos diez se reúnen de manera sistemática. Ahora se comunican por Internet, y saben santo y seña del músico que deseó la paz desde una cama.