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Cercado por ambulantes, el useo de la Luz celebra 10 años
El Museo de la Luz cumple 10 años. Desde el 18 de noviembre de 1996 este recinto ubicado en el Centro Histórico, hermano menor del museo Universum, ha contribuido a que sus visitantes, de manera interactiva, se acerquen a conocer y experimentar todo aquello relacionado con la luz, ya sea como fenómeno natural o artificial.
La naturaleza de la luz, sus características, cómo se comporta al interactuar con la materia, la importancia de la luz para la vida, el color y la luz, que papel juega en el proceso de la visión, la luz de las estrellas y la luz en las artes, son algunas de las secciones que integran este museo interactivo de ciencias, que en otro momento fuera el templo del Colegio Máximo de San Pedro y San Pablo.
A diferencia de otros recintos con este perfil, en este espacio se combinan el arte y la historia, lo que le ofrece un plus a los visitantes, comentó en entrevista Pilar Contreras, subdirectora del museo.
Aquí, el visitante puede además apreciar la arquitectura, los vitrales y los murales que este edificio histórico de más de 400 años, alberga. Conjuntando así en un solo lugar ciencia, arte e historia, lo que ha permitido ofrecer una visión cultural integral.
Esto es importante, explica la funcionaria, "porque inicialmente el proyecto no contemplaba el arte que propiamente existe en este lugar. Aquí se tienen, por ejemplo, los primeros murales del México contemporáneo: El árbol de la vida, de Roberto Montenegro, Los signos del zodiaco, de Javier Guerrero".
Otra de las actividades que le ha permitido al museo relacionarse con la comunidad y que podría resultar curioso, es que a partir de la Escuela Nacional para Ciegos y Débiles Visuales, que se encuentra muy cerca del edificio, es que se implementó, en el Museo de la Luz, un recorrido precisamente para ciegos y débiles visuales. Se tienen cédulas braille, materiales didácticos y talleres diseñados ex profeso para el disfrute y entendimiento de los conceptos sobre la luz.
Sin embargo, a una década de haber abierto sus puertas, el Museo de la Luz, por su ubicación (San Ildefonso y Del Carmen), continua viéndose afectado su acceso por el ambulantaje de la zona, el cual aumenta en estas fechas.
Su solución, señala Contreras, "es muy compleja. Falta el franco interés de muchas autoridades involucradas para jalar en el mismo sentido. (El ambulantaje) sí nos ha complicado bastante la existencia". Una manera de lidiar con esa problemática es el programa Extramuros, esto es, "llevar a otros espacios una probada del museo, desde escuelas muy cercanas, hasta estados como Durango o Tamaulipas.
Este sábado 18, a partir de las 10:30 horas se realizará una ceremonia por el décimo aniversario del museo, en la que se inaugurarán las exposiciones La casa del viento, de Juan Guzzy y A diez años de la luz en el Centro Histórico, fotografías de Ernesto Navarrete.