Autoridades de ambos países buscan el diálogo
Ambientalistas argentinos marcharon en la frontera con Uruguay por papelera
Buenos Aires, 9 de diciembre. Ambientalistas de la ciudad argentina de Concordia (noreste) marcharon el sábado en el paso fronterizo a la uruguaya Salto sin interrumpir la circulación terrestre entre los dos países, en apoyo a los cortes de ruta que realizan vecinos de Gualeguaychú y Colón en rechazo a una fábrica de celulosa.
Unos 200 miembros de la Asamblea Ciudadana en Defensa del Medio Ambiente de la provincia de Entre Ríos cortaron poco después de las 18 horas locales uno de los carriles de la ruta 15 que une Concordia y Salto, y marcharon en el lugar con una bandera argentina de 60 metros de largo.
"Leyeron un petitorio, se manifestaron en uno de los carriles a unos 500 metros del área de control fronterizo y se retiraron sin que se interrumpiera la vía internacional", afirmó Ricardo Canale, jefe del puesto de Gendarmería localizado en el puente internacional "Salto Grande".
Canale explicó que unas 200 personas participaron de la movilización en rechazo de la fábrica de celulosa que la finlandesa Botnia construye en la localidad uruguaya de Fray Bentos, que la protesta duró poco más de una hora y fue custodiada por personal de Gendarmería.
Poco antes de la protesta, Ramón Cabrera, integrante de la Asamblea Ciudadana, había ratificado que cortarían totalmente el paso fronterizo cerca de la represa hidroeléctrica de Salto Grande, lo que hubiera dejado sin vías de comunicación por tierra a ambos países.
La marcha en Concordia se dio en simultáneo con un bloqueo de ambientalistas al paso entre Colón (320 km al norte de Buenos Aires) y Paysandú, y con el corte sin plazo del puente que une la localidad argentina de Gualeguaychú (230 km al norte) con Fray Bentos, en curso desde el pasado 19 de noviembre, y que amenaza extenderse en el verano.
Por su parte, los Vecinos Autoconvocados de Concordia, que días atrás habían anunciado el corte del paso a Salto, desistieron con anterioridad de la protesta, contra la planta que se levanta en la orilla oriental de un río de soberanía compartida, a la que ambientalistas y el gobierno argentino se oponen por considerarla contaminante.
El incremento de las protestas, que por primera vez impedirá la circulación terrestre entre Argentina y Uruguay, se da tras una semana en la que autoridades de ambos países declararon estar dispuestas a dialogar en búsqueda de una salida a la controversia.
Los mensajes conciliadores tuvieron como marco la segunda visita al Río de la Plata del enviado de la corona española Juan Antonio Yáñez como 'facilitador' de la apertura de un diálogo entre las partes, cuya gira sin embargo estuvo rodeada de gran hermetismo.
A su vez, el gobernador de Entre Ríos, Jorge Busti, afirmó que la reunión que mantendrá con el intendente de Fray Bentos, Omar Lafluf, el próximo jueves en Salto, servirá para "crear clima, condiciones y objetivos para un diálogo", en declaraciones a radio Del Plata.
Busti, que como el presidente Néstor Kichner considera negativos los cortes de ruta para la estrategia argentina en el diferendo con Uruguay, señaló que "buscamos una solución en la cual nosotros no tengamos contaminación y ellos puedan llevar adelante el desarrollo que quieren".