El árbitro Gómez no marcó un penal en favor de Chivas
Toluca dio el primer golpe; rescató el 1-1 contra el Guadalajara
Ampliar la imagen El argentino Bruno Marioni echó a perder el festejo del chiverío Foto: Ap
GEORGINA GARCIA SOLIS LA JORNADA JALISCO
Guadalajara, Jal., 7 de diciembre. Con arbitraje polémico de Gabriel Gómez, el Toluca obtuvo valioso empate a un gol ante el Guadalajara, en el partido de ida de la final del torneo Apertura 2006, realizado en un pletórico estadio Jalisco que inició con ánimo festivo y terminó como de funeral.
El silbante Gómez influyó en el resultado, ya que en el primer tiempo no marcó un claro penal a favor de Chivas, además de la consiguiente expulsión del portero Hernán Cristante, pero en el segundo tiempo validó la anotación local que inició con una falta de Diego Martínez.
Para el partido definitivo, el mediodía del domingo en La Bombonera, los equipos están obligados a conseguir la victoria para conquistar el título. El conjunto tapatío no ha ganado en los recientes 11 años en ese sede, en un total de 15 partidos.
Chivas se mostró dinámico desde los primeros minutos. Buscó ir al frente y tapó las salidas a sus rivales, quienes no pudieron quitarse la presión.
El árbitro empezó a influir en el partido al minuto 10. El Venado Medina dio pase de taconcito a Bravo, quien ingresó por el centro y al llegar al área chica fue derribado por Cristante. La acción era un claro penal y expulsión para el guardameta, pero el silbante nada marcó ante las airadas protestas del público.
Los mexiquenses intentaron quitarse el vendaval rojiblanco y tuvieron algunas incursiones.
Otra acción cuestionable
Una jugada polémica fue al 34, cuando José Manuel Cruzalta controló el balón con el brazo derecho, dentro del área, pero el árbitro no marcó penal, ya que el jugador escarlata primero había dominado el esférico con el muslo.
El Guadalajara retomó la supremacía en los minutos finales del periodo, pero sin mucha claridad y más con base en entrega.
El primer gol cayó al 43 y surgió de una falta cometida por Diego Martínez, quien en acción en media cancha levantó demasiado el pie y ganó el esférico, que fue a dar a los pies del Bofo Bautista.
Este de inmediato abrió a la izquierda, donde Ramón Morales mandó un centro medido al área y Bravo le ganó el salto a Paulo Da Silva; conectó sólido testarazo a la izquierda de Cristante, quien se quedó como estatua mientras el estadio Jalisco fue una especie de volcán en erupción.
Para el complemento los locales retomaron la presión y acorralaron a su rival, pero Bautista, Medina y Morales no pudieron aumentar el marcador.
En cambio Toluca empezó a dar avisos. Al 60, Oswaldo Sánchez se ratificó como el mejor hombre de su escuadra al realizar una oportuna salida y detener con el pié un peligroso disparo de Vicente Sánchez. De las tribunas surgió el grito de "¡portero-portero!"
El árbitro empezó a marcar todas las jugadas a favor del cuadro local, quizá ya avisado de que se había equivocado en la jugada del penal de Cristante, por lo que los Diablos Rojos protestaron y fue expulsado Américo Gallego, quien hizo una seña de que Gómez traía una playera rayada.
El dominio del chiverío fue ineficaz y los rojos dieron un aviso al 70, cuando Marioni falló una gran oportunidad al ingresar sin marca por la izquierda.
Pero el argentino logró el 1-1 al 75, en una gran jugada de tres pases. Sinha dio servicio filtrado a Sánchez, quien ingresó por derecha y mandó un centro raso. El balón pasó por toda el área chica y a segundo palo llegó Marioni para dar el pase a la red.
El silencio fue sepulcral y Guadalajara ya no se repuso del golpe. En cambio Toluca controló las acciones y al finalizar festejó alzando los brazos como si hubieran conseguido la victoria.