Muere Hugo Andrés Cores Pérez, líder y fundador del Partido por la Victoria del Pueblo
Concede juez uruguayo la extradición de 5 ex represores de Cóndor a Argentina
José Nino Gavazzo, Jorge Silveira y Gilberto Vázquez, entre los acusados
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Hugo Andrés Cores Pérez, dirigente y fundador del PVP y defensor de los derechos humanos, murió de un infarto a los 69 años, en Montevideo
Buenos Aires, 7 de diciembre. Bajo algunos condicionamientos el juez uruguayo Juan Carlos Fernández Lecchini concedió la extradición de cinco militares retirados y un policía entre quienes están José Nino Gavazzo, Jorge Silveira y Gilberto Vázquez, entre otras figuras clave de la Operación Cóndor, la coordinadora criminal de las dictaduras del Cono Sur en los años 70-80.
La información que dio a conocer hoy el semanario Búsqueda en Montevideo causó conmoción en los uruguayos residentes aquí y entre los organismos de derechos humanos, a pocas horas de una serie de actos en lo que fuera el Centro de Detención clandestina de Automotores Oreltti de la dictadura argentina, donde estos grupos de militares de Uruguay actuaron en operaciones conjuntas y se llevaron de aquí a varios de los hoy desaparecidos ciudadanos de su país.
También están en la lista los ex militares José Arab, Ernesto Rama y el policía Ricardo Medina, todos acusados de crímenes de lesa humanidad en su país, en Argentina y en otros lugares, y detenidos desde septiembre pasado en la Cárcel Central de Montevideo.
Sin embargo, si esta medida se aplica sólo podrá hacerse efectiva tras cumplir la condena que podría alcanzarlos en las causas en las que están procesados por el juez penal Luis Charles en su país.
Hay una condición que impondría Fernández Lecchini de que si se aplica la extradición, los ex militares no podrán ser condenados a cadena perpetua, lo que es una posibilidad en la legislación argentina.
Esta noticia que esperanzó a muchos de los familiares de las víctimas de Operación Cóndor se vio especialmente oscurecida por el fallecimiento de Hugo Andrés Cores Pérez, dirigente y fundador de Partido por la Victoria del Pueblo (PVP), a causa de un infarto, la medianoche del 6 de diciembre.
Cores, de 69 años, ex diputado del Frente Amplio, un luchador por los derechos humanos, investigador de la Operación Cóndor, periodista y columnista del periódico La República de Uruguay, era una de las figuras más respetadas en su país y en la región. Mañana será velado en la sede del gobernante Frente Amplio.
Durante el régimen militar (1973-1985) estuvo preso en la cárcel de Sierra Chica, en Argentina, posteriormente se exilió en Francia, y tras la caída de la dictadura ocupó el cargo de secretario político del Frente Amplio.
El Frente Antidictatorial
Militante de la Federación Estudiantil Universitaria, profesor de historia, en 1977 Cores fue redactor y firmante, junto a otros dirigentes frenteamplistas en el exilio, como Enrique Erro, Enrique Rodríguez y el actual ministro del Interior, José Díaz, del documento convocante a un Frente Antidictatorial.
Ese movimiento centró sus esfuerzos en unir a los sectores de la diáspora uruguaya para lograr presionar, de todas formas, a favor de una salida democrática.
Cores, quien también fue dirigente del sindicato bancario e historiador, dedicó sus esfuerzos de los últimos años a buscar la verdad sobre el destino de los más de 200 uruguayos desaparecidos durante la dictadura y a reclamar el procesamiento de militares que violaron los derechos humanos.
Su muerte llega cuando comienza a hacerse justicia para sus ex compañeros políticos, muchos de los cuales fueron secuestrados en Orlertti y otros lugares para ser desaparecidos en su país.
Los hombres que figuran en la lista de posibles extraditados están acusados en Uruguay por los delitos de "asociación para delinquir y privación de libertad agravada" por el caso del militante de izquierda Adalberto Soba, detenido-desaparecido durante la dictadura uruguaya (19731985).
Once militantes, la mayoría del PVP, fueron secuestrados, torturados en Orletti, y luego trasladados a Uruguay en 1976. El juez argentino Guillermo Montenegro pidió la extradición para juzgar a ese grupo de militares uruguayos que fueron acusados de actuar concertadamente con sus pares argentinos para estos crímenes de lesa humanidad.
Montenegro los acusó también con base en una figura que surgió de los juicios sobre Operación Cóndor que se siguen en Argentina y que califican esta acción como una asociación ilícita para matar, secuestrar, torturar y asesinar a ciudadanos en distintos países dentro de "un acuerdo criminal".
No sólo serán solicitados por Argentina sino también por otros países como Paraguay, donde actuaron los militares uruguayos y estuvieron presentes en interrogatorios a ciudadanos de Uruguay, detenidos bajo la dictadura del fallecido general Alfredo Stroessner (1954-1989).
Este es el caso del mayor Juan Carlos Calcagno entre otros del servicio de Inteligencia del Ejército de Uruguay que como "grupo de trabajo" con argentinos y paraguayos "interrogaron" a los desaparecidos uruguayos Gustavo Insaurralde, y Nelson Santana; y a los argentinos Marta Landi, Alejandro José Logoluso y José Nell.
Los cinco fueron entregados a militares argentinos y están hasta ahora desaparecidos, según consta en los Archivos del Horror de Paraguay.
Precisamente el descubridor de los Archivos del Paraguay en diciembre de 1992, el abogado Martín Almada, se presentará el próximo lunes en Montevideo con documentos para declarar en los juicios contra el ex presidente uruguayo Juan María Bordaberry y su canciller, Juan Carlos Blanco, procesados por delitos de lesa humanidad.
Por otra parte, en Buenos Aires, las Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora cerraron este jueves la anual Marcha de la Resistencia de 24 horas, con un renovado reclamo de "aparición con vida" de Julio López, desaparecido hace casi tres meses y testigo crucial en la condena a cárcel perpetua de un ex jefe policial de la dictadura (1976-83).
El testimonio de López fue clave en la condena de su torturador en 1976, el ex jefe de la temible policía bonaerense Miguel Etchecolatz, quien estuvo a cargo de varios centros clandestinos de detención en la dictadura.