La cantante canadiense Cindy McLeod realiza temporada de conciertos en México
"El jazz hace libre a la gente, por eso no lo impulsan los gobiernos"
Del género "me gusta especialmente el duro, el conservador, el que se toca con el corazón", dice
El problema de los pocos espacios para esta música, es mundial, no sólo de este país, expresa
Ampliar la imagen Soy un puente para que la gente escuche jazz y se enamore de él, expresa McLeod Foto: Luis Humberto González
"La música no está viva hasta que alguien la escucha y yo soy como un puente entre el jazz y el público que no lo ha escuchado. Los tomo de la mano, gentilmente, y los llevo hacia esa música. Quien lo escucha le gusta, pero si los gobiernos no lo impulsan es porque el jazz hace libres a las personas y eso no les conviene", expresó Cindy McLeod, cantante canadiense nacida en Calgary.
En entrevista, la artista con 30 años de experiencia artística, informó que se encuentra de visita en México para presentarse en varios escenarios, a instancias de Roberto Aymes (cuyo trío la acompañará en sus recitales).
Ayer estuvo en las instalaciones de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y hoy estará en el New Orleans Jazz Club (Avenida Revolución 1655), a las 20 horas; el domingo 10, en el mismo sitio, a las 14 horas. Antes, el día 8, a las 20:30, en la Sala Benemérito de las Américas, de Coyoacán.
En Calgary ha compartido escenario con P.J. Perry, Miles Black, Linton Garner, Bob Stroup, Bob Tildesley, Charlie Austin y Brian Buchanan, entre otros.
Es organizadora de clubes y festivales importantes en Canadá, Asia y Europa; cuenta con tres discos, el primero titulado Easy Living, en el que hace un dueto con el pianista Brian Buchanan; su segunda producción fue Ask Me Now, y el tercero Conversation With Love, en el que la acompañan el saxofonista P.J. Perry y el baterista Keith Copeland.
De clase mundial
Es productora asociada del Calgary International Blues Festival. "El jazz en México es de clase mundial. Estoy aquí por invitación de Roberto Aymes, a quien conoceré hoy, poco antes de tocar.
"Me gusta todo tipo de jazz, pero especialmente el duro, el contemporáneo, el tradicional, el conservador... el que se toca con el corazón." Recordó que su primer contacto con esta música fue en 1978.
¿Qué se requiere para cantar jazz?
Esa es una pregunta muy interesante. A mí me gusta trabajar con músicos que sean muy flexibles. Se necesita capacidad de improvisación, espíritu, espontaneidad.
McLeod trabaja de manera independiente; tiene su propia compañía. Al respecto opinó: "Las firmas grandes indican a los artistas qué decir, qué hacer, qué fotografías tomarse, cómo cantar, qué no cantar. A mí me gusta tener la libertad de decidir, de ser yo misma".
En sus presentaciones en México, añadió, habrá algo de música navideña y Aymes tocará música contemporánea, "más otras cosas propias del jazz; es decir, lo que salga. Cuando Aymes y yo nos veamos de seguro sabremos qué es lo que vamos a tocar, pues sabremos qué es lo que a cada quien le gusta".
¿Qué es lo divertido de su trabajo?
Primero: lo importante es la audiencia. No hay música si no hay gente que la escuche. Para mí la música es una pasión, y lograr la conexión es lo importante. La música es como un árbol que cae en un bosque si nadie la oye.
Dijo que escucha más jazz instrumental, que a vocalistas. "Mis influencias, quienes me han inspirado, son Louis Armstrong, Miles Davis, Marsalis... muchos".
¿Cómo difundir el gusto por el jazz?
El jazz lo hizo la gente y es acerca de ella misma. Yo soy un puente para que las personas escuchen jazz y poco a poco se vayan enamorando de esta música. El problema de los pocos espacios, de las escasas estaciones de radio, es mundial, no sólo de México.
"Le pedí a Aymes que buscara espacios en escuelas donde pueda enseñar, primero a los niños y a los jóvenes, para que se enamoren del jazz. Antes que cualquier otra cosa, escribo sobre el jazz y el blues. Organizo festivales, pero grandes, en Calgary.
"A la gente le da miedo el jazz, porque está cercano a la individualidad, a la expresión, a ser espontáneo, a ser tú mismo. Es por eso que la gente no se acerca. No le entran al jazz porque no han sido libres."
Amor natural de los niños
Agregó: "Los niños aman el jazz de manera natural. Cuando lo comienzan a escuchar les gusta, porque ellos son libres y todavía no están maleados, pero en el caso de los adultos, éstos ya tienen otros niveles de conciencia y les causa miedo tener esa libertad de expresión, de espontaneidad, de ser ellos mismos.
"Los ricos hicieron el jazz como propio, aduciendo que es para gente inteligente, culta, cuando el jazz nace del corazón. La gente de las clases altas lo ha hecho suyo porque si va al pueblo lo liberaría. Por eso a los gobiernos no les gusta el jazz, pues es una música que se relaciona con el ser libre, auténtico. Por eso lo tienen tan limitado, y mi trabajo personal es devolverlo a la gente."
Dio las siguientes direcciones electrónicas para comunicarse con ella: www.jazzelements.com, www.kaosblues.com, [email protected]